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Arrendatarios golpeados por El Niño; lo que deben saber para proteger sus bolsillos

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El primer berrinche de El Niño no solamente inundó calles, derrumbó arboles y ocasionó deslaves en algunas regiones de norte a sur en California, también dejó a su paso daños materiales en algunos arrendatarios y se estima que las averías asciendan a medida que continúen las lluvias.

En el condado de Ventura, el apartamento de Reina Altamirano terminó con un agujero en el techo que le impide a la señora cocinar. La lluvia también inundó su apartamento y su alfombra y sofá quedaron inservibles, asegura.

Preocupada por los daños, la madre de familia asume que el arrendador puede reparar el techo, pero se pregunta quién se hace cargo de la alfombra y el sofá que ella pagó de su bolsillo. Enseguida hace una pausa y duda sobre los deberes de la persona que le renta el lugar.

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“¿Y qué pasa si mi arrendatario tampoco me repara la gotera… a quién debo de acudir?”, pregunta.

Altamirano no es la única persona afectada por las lluvias. En estos próximos dos meses, por lo menos, se esperan más torrenciales y más daños a propiedades, dicen los expertos, por lo que aconsejan a los arrendatarios conocer sus derechos y hacerlos cumplir.

Asimismo aconsejan a la comunidad de arrendatarios comprar seguros que protegen sus objetos personales hasta en casos de inundaciones y los cuestan menos de 300 dólares anualmente.

Todo esto en luz de que ni las ciudades ni los condados se hacen responsables de perdidas materiales.

Los arrendatarios tienen derechos

Techos con goteras y ventanas o puertas por las cuales se cuela el agua, son algunas de las quejas que la gente que la gente hace en el tiempo de lluvias, según Guadalupe González, organizadora de la Alianza de California para el Empoderamiento de la Comunidad (ACCE), una organización que aboga por derechos de los vecindarios más pobres en Los Ángeles.

No obstante, “toda persona que renta con o sin documentos legales tiene el derecho de vivir en una propiedad habitable, lo malo es que no saben dónde acudir por ayuda o qué hacer cuando

los arrendadores los ignoran. La gente tiene miedo quejarse y ser desalojada de sus apartamentos”, señala González.

Como primer paso, Gonzales enfatiza que el arrendatario debe llamar al dueño de la propiedad y notificarle el problema, documentar la falla y tomar fotografías así como documentar la línea de tiempo en la que se pidió el servicio.

“Si no hay acercamiento del responsable de la propiedad, entonces los afectados pueden llamar a los inspectores del Departamento de Viviendas de su ciudad, el Departamento de Construcción y Seguridad o el Departamento de Salubridad para que revisen si la unidad es habitable al 100 por ciento y si no lo es, estos obligan a los arrendadores a realizar reparaciones o les multan por no seguir las leyes”, asegura González.

En la ciudad de Los Ángeles

Asimismo, Housing Rights Center (HRC), otra organización de Los Ángeles que aboga por los derechos de la comunidad, le recuerda a la gente que el tiempo que deben darle a los arrendadores para componer una falla, debe de ser prudente.

“El propietario puede tomar un tiempo razonable para hacer las reparaciones (el tiempo depende de la gravedad del problema - por lo general varios días), después el inquilino puede o no pagar el alquiler del mes siguiente o hacer las reparaciones ellos mismos y llevar al arrendador a la corte de reclamos menores para recuperar el dinero”, asegura Chancela Al-Mansour, directora ejecutiva de HRC.

Pero nada de esto debe hacerse sin asesoramiento, sostiene Al-Mansour, ya que cada ciudad tiene sus leyes y la comunidad debe hacer su tarea para conocerlas.

Por ejemplo en la ciudad de Los Ángeles, por ley los inspectores de la ciudad deben revisar los apartamentos cada tres años y reportar las violaciones.

Los arrendadores o propietarios son notificados con 30 días de antelación. Si se encuentran violaciones, los propietarios deben solucionar el problema dentro de los 30 días. Si ellos no lo hacen, tienen que asistir a una audiencia en la que se les da un plazo para solucionar el problema. Si ignoran la fecha, el caso de un inquilino puede ser referido al fiscal de la ciudad y de la propiedad puede estar sujeto al Rent Escrow Account Program (REAP). En este punto, los propietarios tendrán que pagar una multa de $ 50 mensuales por unidad hasta que el problema se resuelva.

Bajo REAP, las personas que alquilan tienen la opción de pagar su pago mensual a un departamento de la ciudad por separado en lugar de pagar al dueño de la propiedad. Con ello se pretende motivar al arrendador para resolver el problema para que puedan recibir sus pagos de alquiler.

“Si el inquilino decide retener la renta, debe primero obtener asesoramiento o información del Housing Rights Center u otra agencia que proporciona asesoramiento gratuito para asegurarse de hacer las cosas de la manera correcta y no terminar siendo desalojados. El inquilino también debe ponerse en contacto con la ciudad para presentar una queja sobre el problema”, agrega Al-Mansour.

¿Seguros para arrendatarios?

Mientras el problema de las estructuras dañadas puede solucionarse con conocer las leyes y aplicarlas, muchos arrendatarios aún tienen que pagar de su bolsillo por los daños personales.

El Insurance Information Institue (I.I.I), una organización sin fines de lucro que se dedica a informar sobre la función de los diferentes tipos de seguros en Estados Unidos, indica que esta protección es crítica para ahorrarle dinero y dolores de cabeza a la comunidad.

“Todos los latinos y no latinos necesitamos estar preparados por cualquier desastre natural, es especial ahora con las lluvias, ya que los desastres implican gastos y pérdidas financieras con las cuales los que viven con presupuesto ajustado, no cuentan”, dice Elianne González, vocera nacional para medios en español de I.I.I.

En el condado de Los Ángeles, alrededor de un 60% de residentes vive en lugares alquilados y muchas veces no saben que existen seguros para arrendatarios, ni seguros de inundaciones, sostiene González.

Por otra parte, “los que saben sobre estos seguros piensan que es carísimo el costo, pero la realidad es que es que son bastante asequibles”, pueden costar menos de 200 dólares al año.

En pocas palabras las pólizas cubren muebles, equipo electrónico, vestuario, electrodoméstico y los objetos en el hogar, dice Gonzales, “por lo que se le aconseja a la gente acudir a un profesional que conozca sobre los seguros para que le hagan una evaluación de riesgos y una cotización del mejor seguro depende la necesidad”, dice González.

Con esta nueva información, Altamirano dice sentir “un gran alivio”.

“No sabía que existían los seguros para arrendatarios, ni tampoco sabía que cada ciudad y condado tiene sus propias leyes. Tal vez esta ocasión no me previne, pero la próxima ya voy a saber qué hacer”, dice Altamirano.

Organizaciones sin fines de lucro que le pueden guiar:

  • Alianza de California para el Empoderamiento de la Comunidad (ACCE) 3655 S Grand Ave. Suite 250 Los Angeles, CA 90007 Tel: 818.613.0592
  • Housing Rights Center (HRC) 3255 Wilshire Blvd. Suite 1150 Los Ángeles, CA 90010 Tel: 626.791.0211
  • Strategic Actions for a Just Economy (SAJE) 152 W. 32nd St, Los Angeles, CA, 90007 Tel: 213.745.9961
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