OPINIÓN: Blake no es tan valioso para los Clippers como algunos creen

Estoy seguro que a algunos de ustedes les ha pasado que ven a una mujer despampanate, vestida a la perfección, de mirada profunda y sonrisa perfecta, pero que al comenzar a tratarla da la impresión que se siente inalcanzable. A mí no me importa lo hermosa que sea una mujer, si es una diva pierde todo su encanto.

Y para mí eso es Blake Griffin, un jugador que parece tenerlo todo, fisicamente dotado de gran talento, pero que da la impresión de que se siente más que el resto de sus compañeros, y que en vez de ayudar a los Clippers a llegar al siguiente nivel, parece no dejarlos seguir creciendo.

Y cuando además su temperamento lo lleva a cometer tonterías como pelearse con un miembro del staff del equipo y romperse la mano en el altercado, para alargar su ausencia, eso no habla más que de un jugador egoísta, dentro y fuera de la duela.

Sus admiradores -y los hay por montones- lo defienden a capa y espada. No obstante que los Clippers tienen marca de 19-6 desde que Griffin jugó por última vez, el pasado 25 de diciembre, hay quienes sugieren que su regreso es indispensable.

Pero la realidad es esta: cuando los Warriors no contaron con Stephen Curry en un reciente juego ante Dallas, perdieron por 23 puntos; sin LeBron James en un partido de diciembre, los Cavaliers acertaron menos del 40% de sus disparos y cayeron por 15 ante Miami.

En contraparte, el récord de 19-6 de Los Ángeles sin Griffin solo es superado por San Antonio y Golden State, los dos equipos con mejor récord de la liga, y a los que los Clippers enfrentaron en sus dos juegos más recientes. La quinteta rojiblanca derrotó por 19 puntos a los Spurs el jueves pasado, y el sábado ante los Warriors cayeron por apenas tres puntos.

El talento de Griffin es indiscutible. Está entre los mejores delanteros de poder y, algunos dicen (yo no lo creo) que es uno de los mejores 10 jugadores de la NBA.

Pero como los números lo muestran, sin él en la alineación, los Clippers se han visto mejor.

Esto me lleva de nuevo a mi comparación entre Michael Jordan y LeBron James. Cuando Jordan se retiró por primera vez tras la temporada 92-93, los Bulls ganaron 55 juegos al año siguiente; cuando ‘LJ’ se marchó de Cleveland en el 2010, los Cavaliers pasaron de llegar a las Finales de la NBA a ser el peor equipo del Este al siguiente torneo, ganando solo 19 juegos, prácticamente con el mismo roster.

¿Es realmente Griffin el ‘despampanante’ jugador al que tantos alaban?

No, el verdadero líder del equipo se llama Chris Paul, quien ha elevado su nivel de juego en ambos lados de la duela durante la ausencia de Griffin. Quítenle a ‘CP3’ a los Clippers y verán quién es la verdadera pieza indispensable de este equipo.