De cocinar hamburguesas a artista; ahora ayuda a jóvenes a realizar su sueño

LOS ÁNGELES —  “Los que trabajan en la televisión ya nacieron [en ese círculo]”, le decían los familiares a Martín Ortiz, esta era la respuesta que recibía cuando él manifestaba su sueño de trabajar un día en la pantalla chica, entonces era un muchacho de 17 años y las oportunidades eran limitadas en su natal Honduras.

Ortiz, oriundo de Macuelizo, en el departamento de Santa Bárbara, quería comerse el mundo y al llegar a Estados Unidos, en el 2005, traía entre ceja y ceja su aspiración, aunque en su nuevo hogar el comienzo no fue el ideal. Su primer empleo fue en un restaurante de comida rápida.

Mientras preparaba hamburguesas en el asador, recuerda el joven de 31 de años, a veces se quemaba los brazos. Los horarios eran agotadores, sus turnos en ocasiones concluían a las 5 de la mañana. En ese ir y venir, en su mente repicaba una sola cosa. “Quería estar en frente de una cámara”, aseguró.

Después de seis meses, cambió de empleo. Mientras laboraba como agente de seguridad y vendedor de seguros, entre otros trabajos, comenzó a prepararse para luchar por su meta. Tomó clases de inglés, baile, modelaje y actuación, conocimientos que le alumbraron el camino.

En el 2010, fue invitado a conducir un segmento de moda para el sitio web de Telemundo, luego laboró en la producción de programas en televisoras locales, como Estrella TV y Canal 22, en donde laboró hasta el 2015.

En esa época, recuerda que existían algunos centros de desarrollo artístico para latinos, pero los costos no eran tan accesibles a la comunidad. Así que al tiempo que trabajaba en los medios de comunicación, comenzó a dar clases de modelaje. “Daba las clases gratis, era algo que me gustaba”.

Ese pasatiempo, que al principio representó desembolsar 300 dólares para rentar un local, se convirtió en el Círculo Artístico Internacional de Hollywood, que en los últimos cinco años ha entrenado a más de 500 personas entre niños, jóvenes y adultos.

Cuando Mundo Fox cerró los noticieros locales y nacionales en el Canal 22, Ortiz se quedó sin empleo; sin embargo, considera que fue la oportunidad que le permitió darle un mayor impulso a su centro artístico, el cual ha crecido por referencias de los estudiantes y por las redes sociales.

En este estudio, Ortiz ayuda a los alumnos que realicen prácticas profesionales, a veces remuneradas y en ocasiones a cambio de un producto; es así que pueden grabar comerciales, participar en programas de televisión y en eventos de moda, entre otras actividades.

“Estas clases les ayuda a desenvolverse en público, desarrollan una sana autoestima y seguridad en sí mismos”, señaló agregando que también acuden personas mayores de 40 años, padres de familia que se interesaron en las clases al ver los resultados en sus hijos.

Asimismo, este artista invierte parte de su tiempo en el servicio a la comunidad, prepara a las señoritas del certamen Miss Honduras Independencia que organiza Hondureños Unidos de Los Ángeles (Hula) y apoya a la organización Juguetes por Sonrisas.

“Hay personas que tienen tiempos más difíciles que uno, necesitamos expresar la bondad con ellos”, aseveró Ortiz, detallando que lleva libros y juguetes a los niños en su pueblo natal, pequeños en quienes se ve reflejado porque allá le surgió el anhelo que hoy es una realidad.

Si bien su centro artístico necesita del financiamiento por las mensualidades de los alumnos, asegura que las tarifas son accesibles. El curso tiene una duración de 40 horas, por cada una el estudiante paga un promedio de 17.50 de dólar, igual cuenta con becas para familias de escasos recursos.

Su mayor satisfacción, asegura el artista, es ver que los alumnos crezcan y desarrollen sus habilidades.

“Lo que interesa es que los jóvenes se instruyan en el arte y logren sus sueños; si yo me hubiera quedado en [el restaurante] Jack in the Box, no lo hubiera logrado”, subrayó Ortiz. “Si no sueñas no lo puedes lograr, porque esta vida es de soñadores”.

El Círculo Artístico Internacional de Hollywood está ubicado en el 5128 ½ en el bulevard Santa Mónica, las clases se imparten sábados y domingos de 11 a.m. a 4 p.m.