Joven fertilizó óvulos, ahora demanda a clínica de Beverly Hills por destruir los pre-embriones
LOS ÁNGELES — Un sabor agridulce embarga a Marisa Yukich, residente en Sherman Oaks. Gracias a la fertilización in vitro extrajo óvulos de su cuerpo con el fin de convertirse en madre. La clínica a la que ella acudió le ofreció almacenar y proteger, lo que para ella representaban sus potenciales hijos.
Contrario a sus deseos y rompiendo el contrato, pues pagó 500 dólares por la preservación, la clínica de fertilidad destruyó siete pre-embriones de un plumazo. La noticia que recibió en septiembre de 2015 todavía no la asimila. El centro médico ofreció darle una compensación de 600 dólares.
“Estoy devastada”, dijo la mujer de 38 años de edad, al saber que su sueño se rompió inexplicablemente. Con el apoyo de un abogado, Yukich sometió una demanda por 7 millones de dólares ante la Corte Superior de California en contra de la clínica ubicada en Beverly Hills.
“Mis embriones no pueden ser reemplazados. Esto no es nada menos que la pérdida de mis futuros hijos”, manifestó la joven, quien comenzó este proceso en el 2013 para asegurar quedar embarazada antes de los 40 años, solo esperaba el mejor momento para lograrlo.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las tecnologías de reproducción asistida (ART) cada vez son más utilizadas en Estados Unidos, métodos entre los que se incluye la inseminación artificial, gestación subrogada y la fertilización in vitro.
En el 2014, de acuerdo a datos preliminares de la CDC, se reportaron 208,786 tratamientos de fertilización en vitro en 460 clínicas que produjeron 70,352 bebés; entretanto, en el 2013 se reportaron 160,521 fecundaciones y vomo resultado nacieron 66,691 infantes.
Manuel Chon, ginecólogo y obstetra, explica que por medio de este tratamiento se provoca que la mujer superovule, se le aplican inyecciones hasta por 14 días y se extraen los óvulos, los que se fecundan artificialmente y luego se congelan para ser reimplantados cuando quieren tener hijos.
“La infertilidad puede originarse porque tienen las trompas de Falopio destruidas o por una causa hormonal, cuando no ovula en varios meses; además, el tercer lugar es el factor masculino”, aseguró el especialista quien ejerce esta profesión desde 1979 y tiene su clínica en la ciudad de Downey.
En los años 50, los científicos Robert Edwards y Patrick Steptoe desarrollaron la fertilización in vitro, pero fue hasta el 25 de Julio de 1978 que nació la primera ‘bebé probeta’, como se les llama. La pequeña Louise Brown marcó un giro en la reproducción humana.
La aplicación de este método, que se introdujo a la Unión Americana en 1981, en el mercado de servicios de infertilidad deja anualmente 3,500 millones de dólares, mientras que a principios del Siglo XXI generaba únicamente 2,250 millones, según cifras de Marketdata Enterprises Inc.
De acuerdo a la CDC, la probabilidad de tener un hijo con este tratamiento es del 30%; mientras tanto cada intento puede costar entre 15 mil y 20 mil dólares.
A criterio de Italia Solórzano, médico familiar de la Clínica San Miguel, el concepto que se tiene es que este recurso está al alcance únicamente de las celebridades o personas acaudaladas; sin embargo, ella observa que el proceso se puede comenzar en un centro asistencial comunitario.
“Hay médicos latinos que ofrecen el servicio a precios más económicos, hasta por 8 mil dólares; siempre existe la posibilidad, solo hay que buscarlos. Si una mujer lo desea lo puede lograr”, aseguró la especialista. “Este tratamiento es accesible cuando se quiere”.
Ante esta realidad, muchos utilizan el turismo médico para recibir este tratamiento a bajo costo; en ese caso, las pacientes encuentran buenas opciones en México, donde se han especializado en ligaduras de trompa, mientras en Argentina tienen una amplia trayectoria en servicios de fertilidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, han definido la infertilidad como una enfermedad; no obstante, todavía no existe la información disponible para que los sectores de bajos recursos encuentren alternativas.
A criterio de Leticia Polanco, educadora de salud comunitaria, los programas oficiales ofrecen recursos de cómo evitar el embarazo y sobre cuidado prenatal, pero las opciones para ofrecer tratamientos de reproducción asistida no son accesibles para todo público.
“La fertilización in vitro es un tema tabú, es algo muy exclusivo y se aborda de manera muy aislada”, aseveró la promotora. “Si se trata de la salud de la mujer, debería estar la información completa y crearse programas, porque muchas personas podrían alcanzar ese sueño de ser madres”.
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