Shelter: los sueños de niños centroamericanos en medio de intensa hostilidad
LOS ÁNGELES — Shelter, la obra de teatro que presenta la historia humana de los niños que escapan de Centroamérica por un futuro mejor en Estados Unidos, surge en Los Angeles precisamente cuando los medios de comunicación reportan que cientos de menores siguen recluidos en los centros de detención a lo largo de la frontera, en el mejor de los casos ya llevan viviendo ahí hasta 20 meses sin que se resuelva su situación; en el peor, ya han sido deportados.
Y es precisamente esa deshumanización numérica que presentan la mayoría de los medios de comunicación en el país lo que Marissa Chibas, autora de la obra, quiere cambiar. “Queremos compartir las historias personales de los adolescentes y niños que arriesgan su vida para llegar a Estados Unidos”.
Uno de los objetivos de Shelter (Refugio, en español) que se presentará hasta el día de mañana en el parque Lincoln, gratis, a las 2 p.m., es mostrar los diferentes retos que enfrentan los pequeños, pero al mismo tiempo no deshumanizarlos y centrarse en sus vidas personales.
La historia inicia con la travesía de un grupo adolescentes que viajan en el tren ‘La Bestia’ en la que buscan llegar a la frontera norte de México. En ese tren de carga, los menores expresan sus sueños y objetivos al llegar a Estados Unidos. Mientras que en el otro extremo, se presenta el panorama hostil que los inmigrantes enfrentan en la sociedad estadounidense, en medio de campañas presidenciales que no bajan de criminales a los inmigrantes y una opinión pública que en muchos casos desconoce totalmente el contexto político y migratorio del por qué escapan los niños de sus países.
Ya en una etapa avanzada de la obra, los jóvenes muestras todas aquellos retos que actualmente los niños migrantes enfrentan como refugiados en los centros de detención, desde la falta de representación legal hasta la falta de una organización que los ubique con familias o centros que les puedan garantizar un bienestar en lo que se arregla su caso; mientras que al final de la obra, una vez más los niños le gritan a la audiencia que como cualquier ser humano tienen “grande sueños”.
Entre los 152 personas que llegaron a ver la obra el viernes, se encontraba la maestra Jackie Acosta de la escuela Alliance Patti and Peter Neuwirth Leadership Academy, del sur de Los Angeles, quien había llegado con ocho de sus estudiantes para que conocieran a profundidad el fenómeno migratorio de los menores que siguen llegando solos a la frontera sur de Estados Unidos.
Acosta subrayó que aunque la mayoría de sus estudiantes son inmigrantes o hijos de inmigrantes, algunos desconocían el problema a profundidad, particularmente los retos cuando se cruza por México, donde muchos de los niños encuentran hasta la muerte o violaciones de todo tipo.
Brandon Flores, uno de los estudiantes que quiere ser Trabajador Social, indicó que le llamó mucho la atención el desconocimiento y el estigma negativo que prevalece entre la sociedad estadounidense sobre el tema de los niños que viajan solos; mientras que para Rosa Orozco, otra de las alumnas que presenciaron la obra, el impacto fue más profundo.
“Me pude identificar totalmente porque yo viaje en ‘La Bestia’ con mi hermana y mi mamá”, expresó la joven inmigrante de Guatemala, quien casi con lágrimas en los ojos no acaba de entender como precandidatos a la presidencia de Estados Unidos desconocen el tema, o por lo contrario, si lo conocen, cómo es que utilizan una retórica de odio contra los inmigrantes sabiendo la crisis humanitaria que viven esos niños.
Al final, la maestra y los estudiantes pudieron conversar con los actores de la obra, mismos que están muy ligados al tema migratorio ya sea por un familiar, amigos, o sus propios padres.
Previa a la obra en La Plaza de la Raza (en el mismo parque), un grupo de activistas, religiosos e investigadores habían hablado con un grupo de jóvenes sobre el Movimiento Santuario, su historia, cómo es que nace y cómo es que está teniendo una vez más un segundo impulso ante la crisis migratoria infantil que se está viviendo desde el 2014.
Chibas, la autora, subrayó que uno de los objetivos era traer el tema de la crisis migratoria infantil sobre la mesa, pero en una forma más humana y con diferentes perspectivas que ayuden a concientizar a la población sobre la gran necesidad de ayuda que existe entre los menores que siguen escapando de sus países.
En una semana de presentaciones, la obra ya había sido vista por más de mil personas y ahora viajará a Washington, posiblemente después seguirá a Wisconsin, San Antonio y Boston, estados donde ya les habían pedido que presentaran la obra.
De acuerdo a The Pew Charitable Trust, en el 2014 llegaron a la frontera México-Estados Unidos unos 69 mil menores de El Salvador, Guatemala y Honduras. Mientras que en el 2015, según el Washington Post, 10,500 menores habían seguido los mismos pasos.
Desconexión y retos
Para dar un ejemplo de los retos y lo desconectada que la población estadounidense parece estar del tema de los niños migrantes, hace unas semanas el juez Jack Weil dijo que los niños migrantes que viajan solos, se podían representar legalmente ellos mismos ante la corte. Donald Trump, precandidato republicano y líder en las encuestas, sigue alertando y advirtiendo a sus seguidores que si llega a la Casa Blanca deportará a los 11 millones de migrantes sin documentos; además de eliminar inmediatamente los alivios migratorios Daca y Dapa. En México, Human Rights Watch había reportado que en el 2015, el gobierno mexicano solo había ayudado a 52 niños migrantes de los más de 19 mil que llegaron de Centroamérica rumbo a Estados Unidos.
Última presentación:
Domingo 17 de abril, en el Parque Lincoln, a las 2 pm - Gratis
Para mayores informes visite la página: www.calarts.edu/shelter
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