Exigen al gobernador Jerry Brown el cierre permanente de planta de gas en Porter Ranch
PORTER RANCH — Habitantes de la zona y activistas del medio ambiente consideran “peligrosa” e “inaceptable” la planta de gas que opera en las colinas de Porter Ranch, por lo que en un acto de desobediencia civil frente a las instalaciones, en el vecindario Aliso Canyon, pidieron el cierre permanente.
La entrada a la planta, propiedad de The Southern California Gas Co., fue bloqueada durante tres horas, bajo la vigilancia de la policía, por 21 manifestantes preocupados por los daños causados por la fuga de gas que se produjo en octubre de 2015 provocando la reubicación de 8,000 familias.
“La instalación de almacenamiento de Aliso Canyon es peligrosa y nunca será segura”, indicó Mark Morris, residente en Granada Hills, agregando que Jerry Brown, gobernador de California, la debe clausurar porque solo así se “garantizará la seguridad de nuestra salud y clima de futuros desastres”.
Desde que se detectó la fuga de gas, la compañía ha invertido 665 millones de dólares en la reparación; sin embargo, los habitantes todavía enfrentan problemas de salud debido a la exposición a las emanaciones de gas y toxinas que se originan de las instalaciones.
Los activistas, por su parte, realizaron la protesta después de saber que Brown firmó la ley SB380, la que permitiría a SoCalGas abrir la planta al finalizar el verano.
“Necesitamos que el gobernador Brown sea un verdadero líder”, enfatizó Belinda Morris. “Estamos tomando medidas enérgicas para exigir el cierre permanente de Aliso Canyon, porque eso es lo que hacen los líderes. Estamos dispuestos a sacrificar nuestra libertad para garantizar un futuro seguro para nuestros hijos”.
De acuerdo a reguladores de la calidad del aire de California la fuga de gas en esta zona es equivalente al 25% de las emisiones diarias de metano del Estado Dorado y, además, tiene el efecto parecido al que produce la conducción de 160,000 automóviles en un año.
En enero pasado, se prohibió el uso de celulares y relojes en los alrededores de la planta por el peligro de una explosión. Entretanto, la compañía también tuvo que cubrir gastos de reubicación de los habitantes en Granada Hills, Chatsworth y Northridge, vecindarios afectados por la contaminación.
“Es inaceptable”, señaló Sherry Lear, organizadora de South Bay 350, sobre la posibilidad que las instalaciones reinicien operaciones.
“No podemos permanecer de brazos cruzados mientras oportunista como SoCalGas aterrorizan y dañan comunidades en todo el estado. Es hora de un sentido de urgencia para cerrar Aliso Canyon y permanentemente terminar el uso de combustibles fósiles por el cambio a un 100% de energía limpia”, agregó Lear.
La movilización contó con la vigilancia de la policía y de los agentes compañía de gas; entre los manifestantes habían activistas de organizaciones como Food & Water Watch, 350.org, SoCal 350 Climate Action, South Bay 350, Long Beach 350, the Center for Biological Diversity y ANSWER Coalition.
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