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El aumento al salario mínimo mejoró la economía de EEUU, pero la desigualdad persiste

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El incremento al salario mínimo en diferentes estados ha generado un efecto cascada; las empresas tuvieron más ganancias y contrataron más empleados, algo que incidió en la mejora de la economía estadounidense; sin embargo, el impacto todavía es insuficiente.

“La búsqueda de empleo está muy difícil”, indicó a HOY Rigoberto López, inmigrante de origen hondureño, que en el 2016 tuvo empleo en dos diferentes períodos; primero, en una clínica local durante cuatro meses y, segundo, en una organización dos meses al final del año.

López, de 36 años de edad, tiene que moverse en una silla de ruedas. Su lucha contra el desempleo es mayor. A pesar de las adversidades, él sale a tocar puertas. Ha sometido solicitudes en tiendas, aunque su especialidad es el trabajo administrativo.

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“El problema que tenemos ahora es que la gente tiene miedo, están escépticos de explorar lugares, por el tema de la migración. Muchos mejor van a lugares a donde ya los conocen”, advirtió.

“A mi me ayudó el año pasado que durante cuatro meses me daban seis horas al día, con un pago de 10 dólares la hora”, agregó el inmigrante radicado en Los Ángeles desde el 2009. Pero desde que dejó el segundo empleo a principios de diciembre el camino ha sido cuesta arriba.

A escala nacional, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en enero anterior se reportó una tasa de desempleo del 4.8%, al tiempo que se crearon 227 mil empleos, un aumento inesperadamente alto.

Este crecimiento, de acuerdo a Elise Gould, economista sénior del Economic Policy Institute (EPI), es más tangible en los estados que aumentaron sus salarios mínimos, pero según un reporte de esta organización la brecha en los ingresos por género y raza sigue siendo dispar.

“Hay buenas evidencias de que dos mecanismos claros impulsaron los salarios para los trabajadores de bajos y medianos salarios en 2016”, dijo Gould. “El primero es el aumento a nivel estatal del salario mínimo y el segundo es el menor desempleo en general”.

Como resultado de una campaña nacional, desde el 2004 el salario mínimo se viene aumentado en diferentes estados. En enero pasado, entró en vigor un nuevo incremento en 15 estados y a partir del 1 de julio también se aplicará en Oregon, Maryland, Nevada y el Distrito de Columbia.

Entre el 2000 y 2016, según el reporte de EPI, el crecimiento de los salarios fue más fuerte para los trabajadores con altos ingresos, lo que amplió la brecha de la desigualdad salarial. En 2016, no obstante, la distribución fue más uniforme, porque los salarios medianos crecieron el 3.1%.

“Aquí hay una fórmula que funciona. Pague a la gente más dinero y la gente tiene más para gastar”, aseguran en la cuenta de Facebook de “Raise The Minimum Wage”, en la que abogan para que se logre un salario de 15 dólares la hora en los diferentes estados.

A pesar de los logros, todavía queda en evidencia que en todo nivel educativo, las mujeres reciben un salario inferior al que reciben los hombres, siendo la diferencia más amplia en los niveles de educación más altos, agrega el reporte.

De igual forma, desde el 2000, el crecimiento salarial ha sido más rápido para los trabajadores blancos e hispanos que para los afroamericanos; asimismo, la brecha salarial entre blancos y negros es más grande que hace 17 años atrás.

La economista Gould insiste en que el aumento al salario mínimo “es una tendencia prometedora”, pero apuntala que los políticos deben fortalecer las normas laborales y la Reserva Federal “debe mantener su pie fuera de los frenos hasta llegar al pleno empleo”.

Desde que comenzó enero, en estados como California, Colorado, Arizona, Nueva York, , Vermont, Washington, Nueva Jersey y Ohio, entre otros, los trabajadores reciben un mejor salario.

En la actualidad, con estos incrementos el salario mínimo más alto es de $11.50 por hora, dicho pago se tiene en el Distrito de Columbia, donde a partir de julio será de $12.50; es seguido por Massachusetts ($11), Nueva York ($11), Washington ($11) y California ($10.50).

A escala federal, en contraste, el salario mínimo permanece en $7.25 la hora desde el 2009, por lo que Jonathan Schleifer, director ejecutivo de The Fairness Project, indica que si el Congreso aprobara un incremento se podría avanzar todavía más.

“Tenemos un largo camino por recorrer, para alcanzar nuestro sueño de equidad económica, pero el aumento de salarios para 8 millones de trabajadores en el 2017 hará que sea un poco más fácil para que las familias trabajadoras duerman por la noche”, concluyó Schleifer.

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