Quería ser padre y cuando le llegaron tres hijos le transformaron la vida
LOS ÁNGELES — La idea de ser padre siempre flotó en la mente de Wilber Rubio, pero lo que no sabía era el giro que daría su vida al llegar a su hogar dos niños y una niña al mismo tiempo; si bien no son biológicamente sus hijos, ahora ellos son su razón para luchar y más cuando escucha que lo llaman papá.
“Me gustaba la idea de ayudar y crecer la familia”, reconoce Rubio, oriundo de El Salvador, que desde la edad de cuatro años se estableció en Nueva York, en donde trabajaba en una institución como gerente de casos de niños con autismo, después de servir en el ejército durante tres años.
Este joven, de 35 años, cuenta que antes de casarse con Scott Sparks, allá por el 2010, una de las primeras conversaciones que tuvieron fue la de la paternidad. “Desde pequeño me gustó la idea de adoptar, pero la verdad pensaba que no iba a encontrar a alguien”, confesó.
Al moverse a Los Ángeles, en el 2012, llamó a las oficinas del condado manifestando su interés en ser padre adoptivo. “Yo no quería bebés, quería de 2 ó 3 años”, indicó.
Después de pasar por el proceso de evaluación y la espera de un poco más de un año, la petición fue aceptada. Al interactuar con los niños que pueden ser dados en adopción, la pareja se encontró con Ángel (10 años), Génesis (12) y Giovanni (13), quienes al instante conectaron con Rubio y Sparks.
“Giovanni se parece con mi papá”, aseguró. “De un día para otro teníamos tres niños en la casa”, agregó.
Un giro completo
La llegada de los tres menores de edad ocurrió hace seis años.
Al principio, sostiene Rubio, se encontró con que a Giovanni le encantaban los deportes, algo opuesto a él. Por esa razón, inscribieron a los tres niños en disciplinas deportivas como béisbol, futbol americano, futbol y basquétbol, para identificar sus gustos.
“Me metí tanto que ahora soy ‘coach’ en la escuela que yo enseño, me pasaron el amor por el deporte”, manifestó.
En la actualidad, los niños solo están en futbol. Tienen entrenamiento dos veces por semana y los sábados tienen partidos. “No es ningún trabajo para mí, me da orgullo ver que en la cancha hay una parte de mí”, indicó sobre la apretada rutina.
En la casa no se ve mucho deporte en la televisión, pero si van a ver partidos de equipos locales como L.A. Galaxy, Dodgers, LAFC y Angels.
“Me han cambiado completamente”, resaltó Rubio. “Cuando recién se mudaron, algunos días fueron difíciles, porque no es solo la vida mía, sino la vida de nosotros. Es un nuevo capítulo, es un nuevo libro”.
Desde que la familia creció, el hogar nunca está en silencio. Ángel y Génesis siempre están jugando o peleando, mientras que Giovanni pasa mucho tiempo con sus amigos.
“Todo lo que hago me pregunto si lo estoy haciendo bien o mal, porque no hay un libro para ser padre”, reflexionó.
Como consecuencia de la partenidad, cuenta Rubio que la relación con su propio padre mejoró. “Cuando me hice padre y adopté a mis hijos nos acercamos; yo lo respeto a él como padre, el sacrificio que él hizo”, aludió.
En la actualidad, en el Condado de Los Ángeles hay 399 niños y niñas que pueden ser dados en adopción, el 59.9% de ellos son hispanos.
“Si el deseo de ser padre está ahí, deben explorar ese deseo”, dijo Rubio. “Ser padre es una de las cosas más maravillosas que hay”.
“Para mí el honor más grande fue cuando mis hijos tuvieron la confianza de llamarme papá”, prosiguió. “Eso significa que me ven como su padre, como alguien que los cuida, porque para mí es una gran responsabilidad. Esa es la corona en el Día del Padre”.
EL DATO
PADRES ADOPTIVOS
Para más informacion llamar al teléfono: 888.811.1121 o visitar el sitio web: fosterlakids.com
Si desea aprender más sobre los niños que están en espera de un hogar visite: heartgalleryla.org
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