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Devastadores los efectos de las suspensiones en la preparatoria

Los resultados arrojaron que los estudiantes asignados a escuelas de alta suspensión tienen más probabilidades de ser arrestados y encarcelados más tarde.
(Los Angeles Times)
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Las políticas de suspensión en las aulas escolares tienen efectos negativos en los estudiantes, incluida la deserción, los arrestos, encarcelamiento y la exposición al sistema judicial penal, señalan expertos.

Andrew Bacher-Hicks y David Deming, ambos de la Universidad de Harvard, y Stephen Billings, de la Universidad de Colorado-Boulder, colaboraron en el documento de trabajo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica.

A pesar de que el estudio fue en Carolina del Norte, padres del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD)
sostienen que las suspensiones de estudiantes son un problema nacional, que pone en peligro a todos los jóvenes.

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Los tres expertos exploraron la relación entre las suspensiones, logros y el encarcelamiento en el distrito escolar de Charlotte-Mecklenberg (CMS), en el que el 23% de los estudiantes de preparatoria son suspendidos cada año escolar y el cesamiento se concentra fuertemente entre las poblaciones de minoría.

Los investigadores utilizaron los registros administrativos escolares disponibles, los datos sobre arrestos y encarcelamientos, y los registros de asistencia a la universidad para evaluar el impacto de los entornos escolares en los resultados posteriores de la vida.

Los resultados arrojaron que los estudiantes asignados a escuelas de alta suspensión tienen más probabilidades de ser arrestados y encarcelados más tarde.

Al igual, los estudiantes tienen menos probabilidades de asistir a una universidad de cuatro años. Entre los más afectados se encuentran los hombres y las minorías.

Sofía Márquez, madre de LAUSD, señala que el reporte debe tomarse como una advertencia.

“Lo hemos dicho las madres muchas veces, y ahora los expertos nos hacen eco. Es mejor disciplinar a los jóvenes dentro de las aulas, y no darles días libres para que afuera comentan delitos peores”, dice Márquez.

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Asimismo, Josefina Juárez, madre de LAUSD, señala que es más factible que un estudiante suspendido salga a la calle, y encuentre “amistades” negativas a que se quede en el hogar haciendo tarea.

“El problema es que hoy en día ambos padres trabajan, los jóvenes no son supervisados, y la calle no es un lugar para un estudiante que ya está en problemas”, agrega.

Bacher-Hicks, un candidato de doctorado en política pública en Harvard, señala que uno de los argumentos a favor de las suspensiones es que si un alumno es retirado del aula, ya no causará interrupciones.

No obstante, se descubre que para todos los estudiantes, hay grandes impactos negativos en los resultados de la vida posterior a la preparatoria y que están relacionados con asistir a una escuela con una alta tasa de suspensión.

Por ejemplo, aunque la mitad de todos los estudiantes de CMS asistieron a una nueva escuela para el año escolar 2002–2003, las tasas de suspensión originales se mantuvieron prácticamente iguales en cada institución educativa. Este hallazgo sugiere que las suspensiones son el resultado de políticas, más que la población estudiantil.

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Los estudiantes asignados a una escuela con una tasa de suspensión más alta de una desviación estándar tienen entre un 15% y un 20% más de probabilidades de ser arrestados y encarcelados como adultos y también es menos probable que asistan a una universidad de cuatro años.

Las suspensiones no tuvieron un impacto estadísticamente significativo en el rendimiento general positivo de los estudiantes. No se encontraron beneficios a largo plazo en ningún subgrupo representado.

“Probamos un rango de variables, y sólo apareció un beneficio a corto plazo para cualquier subgrupo: hubo alguna evidencia de que los puntajes de las pruebas aumentaron para los hombres no pertenecientes a minorías. Pero incluso para ese subgrupo, encontramos resultados negativos a largo plazo en términos de arrestos y encarcelamientos”, dice Bacher-Hicks.

De acuerdo a los expertos, un clima escolar estricto afecta negativamente los resultados a largo plazo, por lo que los profesionales deberían considerar la reinvención de las medidas disciplinarias escolares como una palanca para el cambio.

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