Quieren declarar estado de emergencia en Los Ángeles por la crisis de falta de vivienda
Pero algunos cuestionan si una declaración de emergencia sería meramente simbólica...
Frente a un atolladero cada vez más profundo sobre los campamentos para personas sin hogar, los funcionarios electos de Los Ángeles buscan más iniciativas estatales radicales para encontrar soluciones.
La última propuesta del supervisor del condado de Los Ángeles, Mark Ridley-Thomas, y el concejal de la ciudad, Joe Buscaino, haría que el gobernador declarara un estado de emergencia por falta de vivienda en California.
Los partidarios ven esa declaración como una estrategia novedosa para liberar fondos estatales y federales típicamente reservados para desastres naturales, como terremotos o incendios forestales, y para suspender o agilizar los obstáculos regulatorios que a menudo ralentizan el desarrollo de viviendas y refugios.
También podría impedir que los opositores de NIMBY utilicen revisiones ambientales para demandar y retrasar o bloquear la apertura de instalaciones para personas sin hogar.
En un duro revés a los multimillonarios esfuerzos del condado de Los Ángeles por combatir la escasez de vivienda accesible, las autoridades informaron el martes que el número de personas que viven en las calles, vehículos y refugios, aumentó un 12% desde el año pasado.
Pero algunos cuestionan si una declaración de emergencia sería meramente simbólica, dados los rechazos del presidente Trump de proporcionar más fondos federales y el compromiso del gobernador Gavin Newsom de $1 mil millones para programas locales destinados a personas sin hogar y apoyo para más alivio regulatorio.
La semana pasada, Newsom firmó un paquete legislativo que, entre otras cosas, exime de la revisión ambiental a proyectos de vivienda y refugio de apoyo en la ciudad de Los Ángeles que reciben fondos de ciertas fuentes públicas, incluida la medida Proposición HHH que proporciona bonos de vivienda de $1.2 mil millones que los votantes aprobaron en 2016.
Otra nueva ley permite a las ciudades de los condados de Alameda y Orange, además de la ciudad de San José, declarar una crisis de refugio para que esos gobiernos locales puedan pasar por alto algunas regulaciones de planificación y zonificación, de esta manera se aceleraría la construcción.
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“El gobernador no debe firmar una declaración de emergencia hasta que los proponentes identifiquen las leyes y regulaciones específicas que quieren evitar, y los recursos que creen que esa declaración liberaría”, dijo Gary Blasi, un profesor de derecho jubilado que se especializa en temas de personas sin hogar. “Los estatutos estatales con respecto a emergencias no fueron diseñados por largo tiempo para responder a desastres políticos, de liderazgo y morales”.
Newsom no ha tomado una posición sobre la solicitud actual del estado de emergencia, y Alex Comisar, portavoz del alcalde Eric Garcetti, dijo que era “una decisión que el gobernador debía hacer”.
“Hay más preguntas que deben resolverse antes de que pueda apoyar algo así”, dijo Nathan Click, portavoz de Newsom.
Sin tener un techo a dónde ir, miles de indigentes se han dispuesto a acampar en diferentes zonas de Los Ángeles, pero en poco tiempo las autoridades podrán sacarlos de sus localidades si las consideran peligrosas.
En 2015, los miembros del Concejo Municipal y Garcetti anunciaron que declararían una emergencia localmente, pero luego abandonaron la idea cuando el alcalde solicitó una declaración estatal del entonces gobernador Jerry Brown, quien lo rechazó.
Luego, en 2018, Los Ángeles declaró una crisis de refugios, que, junto con un cambio legislativo, provocó la racionalización de la burocracia en torno al desarrollo de camas de emergencia en terrenos públicos.
Muchos en Los Ángeles se han sentido frustrados por el lento ritmo de construcción de nuevos refugios y viviendas para los aproximadamente 44.000 residentes en el condado, incluidos 27.000 en la ciudad, que viven al aire libre en tiendas de campaña, automóviles o cobertizos, en lugar de refugios o alojamientos temporales. Según un inventario publicado este mes, sólo se han agregado 477 camas de emergencia en los últimos dos años y medio para hogares sin niños, que constituyen la mayor parte de la población sin casa.
Buscaino dijo que se sintió particularmente frustrado porque incluso los refugios temporales de carpas en terrenos públicos se habían estancado en múltiples procesos de aprobación.
“Nos detenemos a cada paso en el camino, en lugar de tratar esto como una emergencia”, dijo Buscaino.
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Antes de una reunión el viernes del grupo de trabajo del gobernador sobre la falta de vivienda, encabezado por Ridley-Thomas y el alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, Newsom, en una carta, pidió a los miembros que prioricen sacar a la gente de las calles.
Subrayó que las comunidades locales deben “hacer cumplir plenamente” las leyes de seguridad y salud pública, tocando el tema controvertido de los barridos de saneamiento de campamentos y otras medidas policiales. También les solicitó propuestas para derribar las barreras a la construcción de viviendas y lograr que más personas sin hogar reciban tratamiento.
Steinberg y Ridley-Thomas defienden el derecho legal a los refugios en California, lo que requeriría que los gobiernos locales proporcionen una cama a cada persona sin hogar que quiera mudarse a un lugar cerrado. Steinberg también quiere exigir a la gente sin hogar que acepte refugio si se les ofrece, aunque la forma en que se haría cumplir sigue siendo una cuestión sin respuesta.
Por separado, varios gobiernos locales, incluida la ciudad y el condado de Los Ángeles, y grupos empresariales también están pidiendo a la Corte Suprema de EE.UU que tome en cuenta un desafío a un tribunal federal de apelaciones de Boise, Idaho, que ha impedido que las autoridades de los estados occidentales arresten a las personas sin hogar por dormir en público cuando el espacio de refugio no está disponible.
“Tenemos una política pública tácita de que está bien vivir al aire libre”, dijo Steinberg. “Estoy presionando fuertemente por una política pública clara que diga que las personas adecuadas deberían vivir bajo un techo”.
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Newsom ha dicho que no está listo para respaldar un derecho legal de refugio.
“Lo que dijo el gobernador es que es urgente, que comencemos”, aseveró Ridley-Thomas. “No creo que nada esté ultimado”.
Antes de la reunión en Willowbrook, Ridley-Thomas y Steinberg insistieron en que no estaban retrocediendo. Pero Steinberg enfatizó en repetidas ocasiones que prefería que las personas fueran colocadas en viviendas permanentes, no en un vasto sistema de refugios, que según los críticos podría aumentar el presupuesto del estado sin resolver la falta de alojamiento.
“La dura realidad es que el gobernador ya ha hecho la mayor parte de lo que se haría si se llamara a un estado de emergencia”, dijo Philip Mangano, ex zar federal de personas sin hogar en las administraciones de George W. Bush y Obama y miembro del grupo de tarea de Newsom. “El gobernador es el zar de las personas sin hogar en California y el trabajo del grupo es darle grandes ideas para marcar la diferencia”.
Las declaraciones de emergencia de personas sin hogar en otras partes de EE.UU tienen un historial mixto. Hawái ha emitido múltiples declaraciones, la última en 2018, que han permitido al estado suspender los permisos y las restricciones del sitio, reduciendo uno o dos años a los proyectos de vivienda y refugio, dijo Scott Morishige, coordinador del gobernador sobre la falta de vivienda.
Las cifras estatales de personas sin hogar en general disminuyeron el año pasado, pero en Oahu aumentó un 12%. Una declaración de emergencia “no es una solución por sí sola, de ninguna manera”, dijo Morishige.
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En Oregon, Portland y el condado circundante de Multnomah utilizaron una declaración de emergencia para relajar las reglas de ocupación y zonificación de proyectos para personas sin hogar.
“Los refugios se establecieron en semanas en lugar de meses o más”, dijo Denis Theriault, portavoz de la oficina de servicios para personas sin hogar de Portland.
Theriault dijo que el presupuesto local para individuos sin hogar también se duplicó, a $70 millones en cinco años.
En enero, el recuento de personas desamparadas del condado de Multnomah mostró una disminución del 4% desde 2014, pero la cantidad de gente que vive en tiendas de campaña, automóviles o debajo de los puentes aumentó un 22% respecto al año anterior.
En California, dijo Steinberg, lo más importante es establecer una política pública clara de que no está bien que decenas de miles de personas vivan a la intemperie.
“Todos tienen derecho a vivir bajo un techo, preferiblemente en viviendas permanentes, si es necesario en centros de alojamiento”, dijo. “Esto comienza con ese reconocimiento”.
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