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Los que acuden a la playa ven poco riesgo de contraer el coronavirus pero los expertos no están tan seguros

Miles de bañistas disfrutan de un día cálido y soleado en Huntington Beach el 25 de abril en medio de las órdenes de quedarse en casa ordenadas por el estado y diseñadas para evitar la pandemia de coronavirus.
(Allen J. Schaben / Los Angeles Times)
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El sol y el anhelo de libertad atrajeron a Christopher Sumners hacia el océano. Por eso, el hombre de 31 años y varios de sus amigos salieron a la carretera el domingo por la mañana, conduciendo desde Corona, con un clima caliente y seco, hasta Huntington Beach, mucho más fresco.

Debajo de los cielos nublados, el grupo de seis se tumbó sobre sus toallas de playa y conversó, sin preocuparse por la amenaza del coronavirus. Sumners cree que estará bien mientras continúe lavándose las manos, dijo.

“Creo que tienes mayores posibilidades de ganar la lotería o ser atropellado por un automóvil que contraer el coronavirus”, manifestó Sumners.

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Cuando la primera ola de calor del año llegó a California este fin de semana, miles de personas se reunieron en las playas de Southland para buscar alivio de las temperaturas récord y las semanas de aislamiento.

Ha habido cierto debate sobre el tamaño de las multitudes y el grado en que los bañistas pudieron mantener el distanciamiento social en los condados de Orange y Ventura, donde los funcionarios no han cerrado las playas, pero han instado a las personas a mantenerse alejados.

Aún así, las imágenes de playas abarrotadas se volvieron virales el sábado, lo que generó dudas sobre si permitir que la costa permanezca abierta podría frustrar el progreso de California en desacelerar la propagación del virus.

También está probando la fuerza de los mensajes de los funcionarios de salud, que insisten en que quedarse en casa es la mejor manera de “aplanar la curva” y reiniciar la economía.

“Estoy preocupado”, dijo John Swartzberg, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley. “Si las personas que van a la playa pueden asegurarse de que permanecerán a seis pies o más de distancia y no tocarán cosas comunes... entonces creo que está bien. Pero creo que las posibilidades de que eso suceda... son extremadamente mínimas”.

Algunas comunidades, incluido el condado de Los Ángeles y muchas partes del Área de la Bahía, han mantenido las playas cerradas. Las playas de Los Ángeles estaban prácticamente vacías el sábado.

“No permitiremos que un fin de semana deshaga un mes de progreso”, tuiteó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti. “Si bien la luz del sol es tentadora, nos quedamos en casa para salvar vidas”.

Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles, ha dicho en repetidas ocasiones que las playas deben permanecer cerradas para evitar un desbordamiento de visitantes que podrían portar el coronavirus. Ella ha pedido a los residentes de Los Ángeles que no se aglomeren en la costa de los condados vecinos.

Las comunidades en el Área de la Bahía han tomado medidas enérgicas contra quienes violan las reglas. La semana pasada en el condado de San Mateo, los funcionarios ordenaron salir a 275 personas en la playa de Linda Mar y amenazaron con arrestos y multas si la gente continuaba violando la orden.

Las autoridades comienzan a tomar medidas enérgicas contra los que no cumplen la ordenanza de quedarse en casa.

Aunque los expertos en salud tienen opiniones ligeramente diferentes sobre la medida en que se debería permitir la reunión en espacios públicos en este momento de la pandemia, la mayoría está de acuerdo en que las personas deben mantener un resguardo considerable entre ellos y los demás, algo que puede ser difícil en las playas, estacionamientos y sus alrededores.

Swartzberg argumenta que las decisiones de abrir ciertos espacios deben ser proporcionales a la capacidad de prueba y rastreo de contagios, de modo que tales decisiones puedan reducirse si hay evidencia de un aumento de infecciones.

“No ser prudente ahora es arriesgarse, correr un riesgo realmente grande”, señaló.

El Dr. William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas en la Universidad de Vanderbilt, no ve una regla general absoluta en términos del momento adecuado para abrir playas. Está más preocupado por cómo debe hacerse.

“Tenemos que reabrir”, dijo Schaffner. “No podemos quedarnos en casa y sobrevivir al coronavirus hasta que obtengamos una vacuna efectiva”.

Pero las personas deben recibir pautas claras y detalladas sobre cómo comportarse en espacios recreativos como las playas, indicó Schaffner.

Por ejemplo, dijo, los funcionarios deben informar al público que aún no es seguro mezclarse en los estacionamientos, y necesitan aclarar si las personas tienen que usar mascarillas mientras están en la playa.

Terry Tamminen, quien era secretario de protección ambiental del gobernador Arnold Schwarzenegger cuando el estado se estaba preparando para la epidemia de gripe aviar en 2005, advirtió sobre el peligro de una reapertura de las playas antes de que los funcionarios de salud entiendan el alcance total de las infecciones y hayan “preparado adecuadamente la infraestructura hospitalaria para cualquier ola futura”.

“Parece que SoCal se ha manejado mucho mejor que Nueva York u otros lugares cuyos sistemas y trabajadores de la salud se vieron totalmente abrumados por la pandemia, por lo que al menos podemos concluir que nuestra infraestructura está en buena forma para lo que sea que venga después”, manifestó en un correo electrónico.

Pero los trabajadores de la salud en California aún necesitan tiempo para recuperarse de la primera ola, advirtió Tamminen. Cualquier actividad que pueda acelerar la llegada de una segunda ola “no sería la mejor idea”, enfatizó.

La cantidad de muertes en el condado de Los Ángeles se duplicó durante la última semana a casi 900, lo que llevó a los funcionarios de salud a instar a los residentes a quedarse en casa siempre que sea posible.

La pandemia no ha afectado a toda California por igual. En el vecino condado de Orange, 39 personas habían muerto por complicaciones COVID-19 hasta el domingo.

Las encuestas han encontrado un amplio apoyo para la orden de quedarse en casa entre los californianos. De los encuestados en un sondeo reciente de California Health Care Foundation / Ipsos, el 75% quería que la orden continuara el tiempo que fuera necesario. Sólo el 11% deseaba detener la orden de quedarse en casa, mientras que el 13% no tenía opinión.

Sin embargo, el océano era muy atractivo para muchos cuando la temperatura subió. Las autoridades de los condados de Ventura y Orange mantuvieron cerrados varios estacionamientos de playa y estaban intentando imponer reglas de distanciamiento social.

El domingo por la mañana, docenas de surfistas montaron las olas en Huntington Beach mientras otros jugaban en la arena. Una madre vigilaba a los niños que cavaban hoyos con una pala cerca de la orilla, al tiempo que varios adolescentes se arrojaban sobre tablas de surf.

Pocos llevaban mascarillas protectoras.

Eva Sánchez se sentó sobre una toalla de playa con su esposo, Jorge, de 21 años, y su bebé de 7 meses, Mateo. Mantuvieron su distancia de los demás reunidos en la arena.

“Quería salir un poco de la casa”, dijo Sánchez, de 20 años. Ella y su familia estaban armados con desinfectante para manos y tenían cuidado con lo que tocaban.

“Creo que estoy tomando mis precauciones, practicando el distanciamiento social, lavándonos las manos constantemente”, aseguró. “Así que no tengo tanto miedo”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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