El dinero ‘sucio’ se acumula en L.A. a medida que el coronavirus paraliza las operaciones de lavado internacional
El dinero sucio se acumula en Los Ángeles. En las últimas tres semanas, los agentes federales realizaron tres incautaciones, que generaron individualmente más de $1 millón en ingresos que, se sospecha, tienen vinculación con drogas.
La razón, según el principal funcionario de control de narcóticos de la ciudad, es que la pandemia de coronavirus frenó los sistemas de lavado de dinero basados en el comercio, que los cárteles usan para repatriar ganancias y trasladar capitales chinos al sur de California.
Con las tiendas cerradas, las cadenas de suministro desordenadas y la economía global en peligro, estas complejas conspiraciones se ven obstaculizadas y el efectivo se está acumulando en Los Ángeles, afirmó en una entrevista Bill Bodner, agente especial a cargo de la división de campo de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Los Ángeles.
Las recientes incautaciones millonarias recuerdan las que la DEA realizaba antes de que los narcotraficantes adoptaran el lavado de dinero apoyado en el comercio, remarcó Bodner, quien es agente desde hace 28 años.
El cierre de negocios no esenciales ha tenido un “tremendo impacto” en un sistema de lavado de dinero denominado ‘intercambio del peso’ en el mercado negro, explicó. En el distrito de la moda, en el centro de Los Ángeles -epicentro del cambio- los grupos de narcotraficantes de todo el país utilizan a los mayoristas para remitir sus ganancias a México, según los casos presentados en los tribunales federales de Los Ángeles y otros sitios.
Steven Mygrant, un fiscal federal en Oregón que acusó a seis personas de lavar dinero recaudado por heroína a través de tiendas de Los Ángeles, indicó que dos factores principales impulsan la cuestión: los grupos narcos necesitan convertir dólares a pesos -algo costoso de hacer de forma lícita- y deben mover dinero de Estados Unidos a México, pero es arriesgado transportarlo en efectivo.
Para lograr esto, explicó Mygrant, un corredor paga pesos por los dólares de los narcotraficantes. Los traficantes entregan dinero en efectivo a un exportador en Los Ángeles, que envía productos -comúnmente ropa, cosméticos, joyas o ropa deportiva- a un minorista en México. El minorista vende los bienes en pesos y le paga al corredor.
Desarrollado por los traficantes de cocaína colombianos, los cárteles mexicanos inicialmente no adoptaron el intercambio de pesos del mercado negro, indicó Bodner. Les parecía más fácil simplemente contrabandear efectivo a granel a través de la frontera y lavarlo en México. Eso cambió hace unos 10 años, detalló, cuando el gobierno mexicano endureció las regulaciones financieras y restringió el flujo de dólares a sus bancos.
Recientemente, debido al cierre de las tiendas y los millones en efectivo empaquetados para el transporte que fueron confiscados por los agentes, parece que los grupos de narcos están recurriendo a formas más antiguas y riesgosas de repatriar ganancias, señaló Bodner.
El coronavirus también enfrió la fuga de capitales chinos, añadió, que antes de la pandemia era el principal impulsor del lavado de dinero internacional.
Como el gobierno chino redujo la cantidad de dinero que sus ciudadanos pueden desplazar al extranjero, los narcotraficantes y los corredores establecieron el siguiente sistema, según Bodner: un ciudadano chino que quiere convertir el yuan a dólares y guardarlo en Estados Unidos se comunica con un corredor. Éste le indica que pague a una fábrica que produce artículos químicos utilizados para fabricar metanfetamina o fentanilo.
La fábrica envía los precursores a México, donde se convierten en narcóticos, se introducen de contrabando en Estados Unidos y se venden por dólares. El corredor ordena al grupo narco que entregue efectivo a un pariente o asociado del ciudadano chino cuyo dinero inició toda la secuencia.
El dinero ahora está en Estados Unidos y en dólares, sin haber entrado nunca al sistema financiero mundial. “Cuanto más efectivo quiere salir de China, más químicos van a México y más drogas sintéticas terminan en Los Ángeles”, resaltó Bodner.
Pero la pandemia frenó el ciclo significativamente. La mayoría de los precursores de narcóticos de China se fabrican en Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus, y las fábricas están cerradas o funcionan a una capacidad reducida. “Cuando los productos químicos no fluyen desde China, no hay clientes en el sistema de lavado de dinero”, consideró Bodner. Además, con la agitación de los mercados mundiales, muchos de los ciudadanos chinos que movían dinero a través del sistema ahora dudan de guardar fondos en el extranjero, agregó.
La desaceleración en los sistemas de lavado de dinero de Los Ángeles se produce a medida que aumentan los precios de los fármacos en la ciudad. El desorden de las cadenas de suministro disparó el valor mayorista de la metanfetamina a alrededor de $1.800 por libra, en comparación de los casi $900 por libra que costaba hace cinco meses, enfatizó Bodner.
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