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Pocos meses de ‘vaping’ son suficientes para desarrollar enfermedades orales

Una mujer fuma un cigarrillo electrónico en Niza (Francia).
Una mujer fuma un cigarrillo electrónico en Niza (Francia).
(SEBASTIEN NOGIER/EFE)
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Un equipo de científicos ha analizado las bacterias bucales de los fumadores de cigarrillos electrónicos (vapers) y ha advertido que la boca de estos jóvenes está llena de microorganismos capaces de causar todo tipo de enfermedades, desde infecciones en las encías hasta cáncer, un hallazgo que pone en duda la afirmación de que estos cigarros son seguros.

El estudio comprobó que, aunque aún no tenían una enfermedad activa, la composición de las bacterias orales de estos fumadores era similar a la de las personas con periodontitis, una infección de las encías que puede llevar a la pérdida de dientes y que, si no se trata, puede causar enfermedades cardiacas y pulmonares.

La investigación, que se publica hoy en la revista Science Advances, se hizo con muestras de placa dental de las encías de 123 personas sanas: 25 fumadores de tabaco, 25 no fumadores, 20 vapers, 25 exvapers y 28 individuos con el hábito de fumar tabaco y de vapear al mismo tiempo.

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En el estudio, los investigadores observaron efectos perjudiciales en cigarrillos electrónicos con y sin nicotina, lo que les llevó a pensar que los líquidos calentados y presurizados de los cartuchos de estos aparatos son probablemente la causa de que la boca de los vapers se transforme en un acogedor hogar para una peligrosa combinación de microbios.

“El vaping es un asalto enorme al entorno oral que, además, se produce de forma dramática y en un corto período de tiempo”, concluye Purnima Kumar, investigadora de la Universidad Estatal de Ohio y autora principal del estudio.

Las bacterias de la placa son la última línea de defensa contra las enfermedades bucales porque es difícil que se alteren por cambios ambientales como la comida, la pasta de dientes o el tabaco.

Para hacer el estudio, Kumar y su equipo secuenciaron el genoma de estas bacterias para identificar no sólo los tipos de microbios que viven en esas bocas, sino también sus funciones.

El perfil del microbioma oral en los vapers que nunca habían fumado, que eran jóvenes (de 21 a 35 años), sanos y que habían utilizado cigarrillos electrónicos durante cuatro a 12 meses, sorprendió a los investigadores.

Las características más preocupantes eran los niveles de estrés en la comunidad microbiana, que se detectaban por la activación de genes que contribuyen a la creación de una capa de limo similar a la mucosidad que rodea a las comunidades bacterianas.

Y es que el sistema inmunológico está acostumbrado a unas bacterias claramente definidas, pero el vapeo cambia el paisaje microbiano y el sistema inmunológico lo interpreta como una alarma que produce una inflamación que aumenta exponencialmente la probabilidad de enfermedad.

“La razón por la que todos estamos sanos es porque nuestro sistema inmunológico reconoce a estas bacterias y sus funciones desde el nacimiento” pero cuando cambias su entorno ambiental con los cigarrillos electrónicos, “tu sistema inmunológico ya no reconoce a las bacterias como amigas” y eso “causa una enorme respuesta inflamatoria”, comenta Kumar.

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