A medida que disminuye el riesgo de COVID-19, el condado de Orange autoriza reabrir restaurantes y cines
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El condado de Orange recibió noticias muy esperadas y bienvenidas en su batalla contra el coronavirus el martes, ya que pasó oficialmente a la segunda etapa del sistema de reapertura codificado por colores de cuatro niveles de California.
La reclasificación permite que más negocios, incluidos cines, restaurantes y lugares de culto, relajen las restricciones y abran con capacidad limitada.
Otros cuatro condados también pasaron del Nivel 1 (morado) al Nivel 2 (rojo) el martes: Santa Clara, Santa Cruz, Amador y Placer.
Orange se une a San Diego como los únicos condados en el Sur de California que no están clasificados como de “riesgo generalizado” según el sistema de monitoreo COVID-19 del estado.
Otros siete condados están siendo monitoreados para detectar posibles cambios de nivel, pero el gobernador Gavin Newsom advirtió contra la complacencia y la posibilidad de propagación debido al fin de semana del Día del Trabajo.
“Los fines de semana festivos de tres días no han sido ventajosos en términos de mitigación de la propagación de este virus”, dijo Newsom el martes, advirtiendo que los condados a veces pueden retroceder después de avanzar.
Se necesitarán aproximadamente dos semanas para saber si la combinación de la actividad del fin de semana del Día del Trabajo y las nuevas pautas de reapertura del estado conduce a un nuevo aumento en los casos de COVID-19.
El nuevo nivel de riesgo del condado de Orange, que todavía se considera “sustancial” según el sistema de supervisión del estado, permite la reapertura de comedores al interior, lugares de culto, cines, museos, zoológicos y acuarios al 25% de su capacidad; centros comerciales y tiendas minoristas al 50% de su capacidad; y gimnasios y centros de fitness al 10% de su capacidad.
El condado superó las 1.000 muertes la semana pasada y ha registrado casi 50.000 infecciones. Actualmente reporta 5.2 casos por cada 100.000 residentes y una tasa de positividad de prueba del 4.2% durante un período de siete días, según el Departamento de Salud Pública de California. Esos dos puntos de datos son métricas clave para que un condado se mueva de un nivel a otro.
Para pasar a un nuevo nivel, un condado debe cumplir los objetivos de casos per cápita y resultados positivos de las pruebas durante tres semanas consecutivas. Si el condado no cumple con ambos estándares, se aplican las reglas para el nivel más estricto.
El condado de Los Ángeles, por ejemplo, se divide en dos niveles: el nivel 1 para un mayor número de casos por cada 100.000 residentes y el nivel 2 para una tasa de positividad del 4.3%, pero permanece en el nivel 1 porque ese nivel es más estricto.
El condado de L.A. ha registrado 6.036 muertes relacionadas con COVID-19 y más de 248.820 infecciones, incluidos siete decesos y 439 nuevos casos reportados el martes. Esas cifras han disminuido significativamente en las semanas transcurridas desde un aumento en todo el estado de casos, hospitalizaciones y defunciones relacionadas con la actividad del fin de semana del Día de los Caídos y la primera estrategia de reapertura del estado.
En el condado de Orange, los funcionarios que pensaban que estaban a días de salir de la lista de vigilancia original han expresado su frustración desde que el estado actualizó sus pautas de reapertura el mes pasado y colocó al condado en el nivel más estricto. El cambio retrasó el cronograma del condado para la reapertura de las escuelas, lo que los funcionarios esperaban que pudieran hacer esta semana.
El jueves, la supervisora del condado, Michelle Steel, dijo que a los funcionarios se les dijo que el condado de Orange sería elegible para reabrir las escuelas el 22 de septiembre, asumiendo que el condado cambiara al nivel rojo.
“Espero que el estado se mueva más rápido para incluir a las escuelas, los estudiantes y las familias y no cambie esas fechas nuevamente”, manifestó.
“Todos queremos que nuestros hijos regresen a la escuela. Ahora que tenemos una fecha fijada, es imperativo que continuemos con nuestro rumbo actual y hagamos lo que sabemos que se debe hacer: distanciamiento social, buena higiene y uso de mascarillas”.
Tras el cambio de estatus del condado, Steel reiteró su mensaje el martes de que los residentes deben permanecer atentos para continuar avanzando en el sistema de reapertura del estado.
“Con nuestro constante arduo trabajo, estoy segura de que continuaremos con la tendencia en la dirección correcta y pasaremos al nivel naranja en un futuro no muy lejano. El condado de Orange no puede llegar allí sin la ayuda y participación de todos en el cumplimiento de las pautas de salud”.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
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