Los Ángeles espera recibir $1.350 millones del programa de estímulo. Garcetti está ‘fascinado’
Los líderes políticos de Los Ángeles han sido golpeados por malas noticias presupuestarias desde el estallido del COVID-19: cierres comerciales, caída de los ingresos fiscales, un sector turístico en ruinas y una brecha financiera que ha crecido constantemente a $750 millones.
El miércoles, el alcalde Eric Garcetti y otros líderes de la ciudad recibieron una señal positiva de un cambio de rumbo, con la aprobación de un paquete de ayuda federal que se espera envíe $1.350 millones directamente a Los Ángeles.
Garcetti declaró esta semana que estaba “fascinado” con la legislación, la cual predijo que ayudaría a la ciudad a cubrir los gastos del coronavirus, pagar deudas clave y posiblemente liberar dinero para brindar ayuda adicional a trabajadores, empresas, así como a otros en dificultades.
“Esto no va a ser un exceso de dinero”, señaló. “Podrá llenar el vacío para este año y para el próximo”.
Se espera que el presidente Biden firme el viernes el proyecto de ley de estímulo federal, liberando $350 mil millones en ayuda para ciudades, condados y estados afectados por la pérdida de ingresos fiscales causada por la pandemia de COVID-19 y los cierres de actividades que la acompañan. California está lista para recibir $42.6 mil millones, con $26 mil millones destinados al gobierno estatal.
Se espera que el estímulo proporcione $306 millones a San Diego, $192 millones a Oakland, y $223 millones a San José, según un análisis de la legislación. Los Ángeles está a la espera de recibir más de $1.9 mil millones.
En Long Beach, que se espera reciba $153 millones, el alcalde Robert García declaró que ya había trazado un plan para restaurar los servicios de la ciudad, ayudar a las pequeñas empresas y brindar apoyo a organizaciones sin fines de lucro.
García también tiene la intención de cancelar suspensiones sin pago para miles de empleados públicos y recargar las reservas de su ciudad, que ayudaron a pagar los sitios de prueba de COVID-19, los centros de vacunación y otras necesidades de salud pública durante el año pasado.
“Fue una emergencia y para eso están esas reservas”, agregó García. “Vamos a reponerlas para estar listos para la próxima emergencia”.
Para Los Ángeles, el dinero llega en un momento crucial.
Para superar la crisis, Garcetti y el Concejo Municipal persuadieron a los trabajadores de la ciudad para que se tomaran algunos días libres sin paga, agotaron una parte importante de las reservas de la ciudad y prepararon el escenario para el “endeudamiento deficitario”, obteniendo un préstamo de $150 millones para cubrir el costo de las operaciones en curso. También habían comenzado a considerar impulsar el pago de ciertas facturas hasta el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio.
Con la aprobación del estímulo, los funcionarios esperan que el préstamo de $150 millones ya no sea necesario.
Más de $900 millones en fondos federales en apoyo del coronavirus ya fluyeron a la ciudad durante el año pasado. Los Ángeles aún podría enfrentar algunos desafíos financieros si la recuperación económica de la región demuestra ser lenta, indicó Garcetti.
En un comunicado, el contralor de la ciudad, Ron Galperin, informó el miércoles que espera que los impuestos y otros ingresos se queden cortos durante al menos unos meses más.
El proyecto de ley de estímulo será “monumentalmente importante” para Los Ángeles, indicó Galperin, no solo por los $1.35 mil millones proyectados para el Ayuntamiento, sino también gracias a los cheques destinados a los angelinos. La ciudad debería usar su ayuda federal para restaurar sus reservas y recuperar los programas que fueron víctimas de la pandemia, señaló Galperin.
“Debe ser nuestra prioridad”, comentó, “asegurar que los servicios del vecindario de los que dependen las familias no sean recortados o reducidos, y restaurar por completo los que han sufrido, especialmente en comunidades históricamente desatendidas”.
Grupos sin fines de lucro del sur de Los Ángeles y otras partes de la ciudad ofrecieron un mensaje similar, diciendo que la gran mayoría del dinero federal debería destinarse a los vecindarios más necesitados.
Community Coalition, Inner City Struggle y otros grupos dijeron que quieren un total de $500 millones en fondos federales para iniciativas de cuidado infantil, cuidado de ancianos y “seguridad de vivienda”: alivio de alquiler, de hipoteca y dinero para ayudar a los residentes a pagar sus facturas de servicios públicos. Otras porciones del dinero, señalaron, deberían destinarse a dos años de ingresos básicos garantizados, al menos $1.500 al mes, para las familias que necesitan más ayuda.
“Entendemos que la ciudad tiene una brecha presupuestaria”, señaló Charisse Bremond Weaver, directora ejecutiva de Brotherhood Crusade. “Esta es nuestra oportunidad, no solo para apoyar la brecha presupuestaria de la ciudad, sino para invertir realmente, como nunca antes habíamos invertido en nuestras comunidades”.
Los líderes de Los Ángeles también podrían enfrentar demandas de los trabajadores de la ciudad, muchos de los cuales recibieron recortes salariales o proporcionaron otras concesiones, para devolver ahora que lo peor de la crisis financiera ha pasado.
La Liga Protectora de la Policía, que representa a los oficiales de base de la policía de Los Ángeles, votó el mes pasado para retrasar dos aumentos salariales programados hasta 2023, como parte de un esfuerzo para ayudar a la ciudad a reducir costos. Ese acuerdo se dirige ahora al Ayuntamiento para una votación final.
Bajo ese convenio, los negociadores de la ciudad prometieron reunirse con el sindicato de LAPD a fines de julio para discutir la posibilidad de restaurar los dos aumentos policiales antes o según lo programado. Sin embargo, si Los Ángeles recibe una “cantidad sustancial” de fondos federales entretanto, los negociadores deben notificar al sindicato de la policía de inmediato para que las dos partes puedan reunirse y consultar sobre el uso del dinero, según el acuerdo.
El miércoles, cuando el proyecto de ley de ayuda se dirigía al escritorio de Biden, la junta del sindicato de la policía de Los Ángeles indicó que planeaba trabajar en colaboración con los líderes de la ciudad en formas de usar fondos federales para “reducir el aumento de tiroteos y violencia aleatoria que atormentan nuestra ciudad”.
“Esperamos con interés esas discusiones”, señaló la junta del sindicato en su correo electrónico al Times.
La redactora del Times, Sarah D. Wire, contribuyó a este artículo.
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