Los sistemas universitarios de California, UC y Cal State, planean solicitar vacunaciones contra COVID-19 este otoño

La Universidad de California y la Universidad Estatal de California anunciaron que tienen la intención de exigir las vacunas contra COVID-19 para todos los estudiantes, profesores y personal que labore en el campus para este otoño, una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) dé la aprobación formal a los antígenos y los suministros estén suficientemente disponibles.

La directiva es la más grande de su tipo en la educación superior de Estados Unidos, y afecta a más de 1 millón de miembros de los dos sistemas universitarios públicos. Más de cinco docenas de universidades en todo el país ya han anunciado que requerirán la vacunación para inscribirse este otoño, incluidas Claremont McKenna y Harvey Mudd en Claremont.

Pero la UC y Cal State aún no han dado ese paso debido a dudas sobre la legalidad de solicitar los antígenos para inscribirse antes de que hayan sido aprobados formalmente por la FDA. Actualmente, las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna se distribuyen bajo autorización de uso de emergencia, aunque los expertos en salud esperan la aprobación formal de al menos una de ellas para el otoño. El antígeno de Johnson & Johnson / Janssen está en pausa debido a preocupaciones sobre coágulos de sangre.

Al igual que con otras vacunas obligatorias para el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela, la disposición para el COVID-19 permitiría que los estudiantes o empleados busquen una exención por motivos médicos o religiosos.

“Juntos, la CSU y la UC inscriben y emplean a más de 1 millón de estudiantes y trabajadores en 33 campus importantes, por lo que este es el plan universitario más completo y consecuente para las vacunas contra COVID-19 en el país”, señaló el rector de Cal State, Joseph I. Castro.

El médico y presidente de la UC, Michael V. Drake, indicó que las vacunas son un “paso clave que las personas pueden tomar para protegerse a sí mismas, a sus amigos y familiares, así como a las comunidades de nuestro campus mientras ayudan a poner fin a la pandemia”.

Los dos líderes del sistema dijeron que estaban haciendo el anuncio ahora para darles a los estudiantes, familias y empleados tiempo suficiente para planificar sus vacunaciones antes de que comiencen los períodos de otoño. Discutirán el plan de inmunización con alumnos, profesores y sindicatos antes de cualquier implementación.

“El estado de California ha sido líder en la administración de vacunas contra COVID-19, y los californianos que recibieron una dosis han llevado a reducir significativamente la transmisión del virus en nuestro estado”, explicó Castro. “La vigilancia continua mitigará aún más la propagación de la enfermedad que ha alterado radicalmente nuestras vidas durante el último año. Continuaremos alentando fuertemente a todos los miembros de nuestras respectivas comunidades universitarias a que reciban el antígeno contra COVID-19 tan pronto como esté disponible para ellos”.

Tanto UC como Cal State planean clases y actividades en persona para este otoño, aunque el grado variará según el campus.

En Claremont McKenna College, el presidente Hiram Chodosh anunció este mes que todos los estudiantes deberán estar completamente vacunados antes de regresar al campus este otoño. Aquellos no inoculados, exentos por razones médicas o religiosas, por ejemplo, serían examinados para el coronavirus dos veces por semana. Además, el campus planea “pruebas comunitarias aleatorias limitadas, poco frecuentes y secuenciación para descifrar cualquier riesgo inesperado de variantes resistentes”, señaló.

“Ahora está claro que una comunidad completamente vacunada es la mejor manera de reducir, y eventualmente eliminar, las restricciones futuras, y para restaurar nuestra experiencia en persona totalmente”, indicó Chodosh en su mensaje a la comunidad del campus.

No se requieren vacunas para las escuelas K-12 porque aún no están aprobadas para niños menores de 16 años.

En California, la transmisión del COVID-19 y las hospitalizaciones relacionadas con el virus son bajas y los antígenos van en aumento. Más del 32% del estado ha sido completamente vacunado y más del 44% ha recibido al menos una dosis, según datos federales y estatales. Si bien esos números continúan creciendo, una gran parte de la población aún no ha recibido una oportunidad.

Los expertos en salud creen que la inmunidad colectiva (la protección contra el virus que ocurre cuando una población masiva ha alcanzado la inmunidad a través de una infección o vacunación) puede estar muy lejos. Pero la idea de pasaportes de antígenos o requisitos de haber sido inoculados para acceder a ciertos espacios, como campus escolares o lugares de trabajo, podrían replicar ese concepto.

Algunos expertos dicen que exigir vacunas a los estudiantes hará un avance significativo en la contención de la pandemia, ya que los jóvenes en reuniones sociales han provocado incrementos de COVID-19 en la USC y UC Berkeley, entre otros campus.

Si bien no ha habido un mandato estatal o federal que ordene a los residentes que reciban una vacuna contra COVID-19 autorizada de emergencia, ya ha habido indicios de que, en ocasiones, puede ser necesario presentar pruebas de haber sido inoculados. California permitió recientemente que ocurrieran eventos y presentaciones en vivo en interiores para los condados en los niveles rojo, anaranjado o amarillo. Se requiere evidencia de vacunación o una prueba de COVID-19 negativa para ingresar.

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