Latinos angelinos entusiasmados con el vino

Por: Esmeralda Fabián Romero —  La calidad que se tiene de origen, como la que posee el internacionalmente reconocido vino de la región de La Rioja, España, es capaz de cruzar continentes y conquistar nuevos paladares. Entre ellos los de los latinos amantes del vino.

Tal y como ocurrió recientemente en la ciudad de Los Ángeles. Esta que se ha convertido en el área metropolitana con el segundo mercado de mayor consumo de vino en los Estados Unidos.

Con evidente entusiasmo, cientos de angelinos disfrutaron del Festival Rioja Vino y Tapas en la icónica Union Station. La arquitectura española de este histórico lugar, recreó el ambiente propicio para degustar una muestra de los sabores de la región más celebrada de la península ibérica.

“No se necesita ser conocedor para saborear la calidad de los vinos que están siendo representados aquí”, opinó Mateo Rojas, quien después de ser un fiel bebedor de cerveza, ha decidido darle la oportunidad al vino. “Lo hago por mi novia, a ella le encanta el vino”.

Jóvenes latinos como Rojas, fueron de los asistentes más fervientes a este evento. Y no es sorpresa, ya que en California, con una población de 14 millones de hispanos, los latinos se han convertido en el grupo étnico de mayor crecimiento en el consumo de vino, según el Wine Market Council.

Además datos recientes apuntan a que las jóvenes hispanas están superado a su contraparte en el consumo de alcohol. Un claro ejemplo de ello es Carlota, quien aún no cumple los 30 años de edad, pero es una ávida consumidora y conocedora de vino.

“El vino de La Rioja no tiene comparación. La uva de esta región tiene un sabor excepcional, gracias a las condiciones de esas tierras. Cada sorbo es un verdadero placer”, expresó la joven de origen mexicano.

Precisamente los mexicanos radicados en los Estados Unidos, se ubican en segundo lugar entre los latinos que más consumen alcohol, seguidos de los centroamericanos y cubanos. Los puertorriqueños ocupan el primer lugar, de acuerdo con el National Institute of Alcohol Abuse.

Pero si algo caracterizó al festival de La Rioja y a los bebedores de vino, eso es la multiculturalidad. Entre los asistentes se notó una amplia diversidad de culturas, edades y estilos de vida.

En lo que no hubo diferencia fue en el gusto por el placer de tener una copa en mano con la posibilidad de disfrutar cada sorbo de entre las 200 variedades de vinos, blancos, rosados, rojos de Gran Reserva, de 30 de los mejores productores de vino de Rioja. Así como lo mejor en el arte culinario de las tapas españolas, preparadas por 25 distinguidos chefs de los Estados Unidos. El evento de cinco horas contó además con una galería de quesos artesanales y el mejor jamón ibérico posible de encontrar de la Costa Oeste.