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Los Rams han vuelto a ilusionar a sus viejos aficionados en su regreso a Los Ángeles

(Gina Ferazzi / Los Angeles Times)
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Para muchos aficionados del futbol americano en el área, el regreso de los Rams a la ciudad de Los Ángeles ha sido como reencontrase con un viejo amor.

En 1995, tras jugar en el Sur de California casi durante cinco décadas, la dueña del equipo en ese entonces, Georgia Frontiere, decidió mover a su franquicia de la NFL a San Luis, Missouri, debido a que no pudo conseguir dinero por la vía publica para la construcción de un nuevo estadio o para la remodelación de su recinto, el Anaheim Stadium.

Esta decisión dejó desolados a miles de aficionados de los Rams locales, que tuvieron que ver como su amado equipo conquistó su primer y único Super Bowl en el 2000, perteneciendo a una ciudad ajena.

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Sin embargo, la pasión de estos aficionados que el equipo abandonó hace 20 años, ha vuelto a reflorecer justo cuando los Rams se preparan para jugar su primer partido en 20 años en esta zona.

Este sábado se enfrentarán a los Cowboys de Dallas en un juego de pretemporada en el Coliseo de Los Ángeles.

“Cuando se fueron me quede con el corazón roto, fue como cuando me divorcie de mi esposa”, dijo riéndose Paul Quezada de Irvine, seguidor de los Rams desde 1976, durante una práctica en el estadio que estuvo abierta al públi co el pasado fin de semana. “Ahora que están aquí de nuevo, me siento como si ella haya regresado conmigo también”.

Quezada es uno de los 24,000 aficionados que en seis horas agotaron los 70,000 boletos de temporada completa para esta venidera campaña que se pusieron a la venta. Dijo que gastó $1,800 para adquirir dos entradas.

A la residente de Fontana, Cristina Carreón, también le produce mucha felicidad el poder tener a su equipo cerca una vez más, aunque admitió que nunca los dejó de alentar.

“Yo nací aficionada de los Rams, hasta los seguí cuando estaban en San Luis… lloré cuando supe que estarían de regreso”, comentó Carreón, quien recordó la última temporada del equipo en el Sur de California, en la que registraron uno de los peores promedios de asistencia de toda la liga, 43,312 por partido.

“A veces bromeo con mis amigos y les digo, ‘¿No me reconocen? Yo era la única persona en el estadio’”.

Pero no solo a los aficionados de hueso colorado de los Rams les ha causado agrado su retorno. Al esposo de Carreón, Ed Larios, lo tiene entusiasmado el hecho de poder contar con un equipo de la NFL en el área, pese a que confesó que es aficionado de los Patriotas de Nueva Inglaterra. Incluso, hasta se ve cambiando de afiliación en un futuro.

“Me parece bien que estén aquí. No teníamos a un equipo localmente y esa es una de las razones de porqué empecé a irle a Nueva Inglaterra”, explicó Larios. “Creo que eventualmente sí me convertiré en un aficionado más de los Rams. Estaremos aquí en el estadio seguidamente, aunque desafortunadamente tendré que engañar a los Patriotas”.

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