Un golpeado Jimmy Butler se niega a retroceder ante los Lakers en el Juego 5

ORLANDO, Fla. —  La estrella del Heat de Miami, Jimmy Butler, se desplomó sobre la barricada debajo de la canasta frente a la banca de los Lakers, y el desgaste de un increíble Juego 5 lo aplastó de repente.

Había recibido un codazo salvaje de Dwight Howard que lo había dejado debajo de esa misma canasta. Él se levantó. Esta vez, después de cometer una falta, se dobló por la cintura y se derrumbó.

“Tómate tu tiempo”, dijo el escolta Duncan Robinson una y otra vez mientras Butler intentaba robarse unos segundos de descanso en la victoria por 111-108 sobre los Lakers.

Agotamiento total, un tanque vaciado y a punto de ser llenado con un último estallido de voluntad.

“De eso se trata”, dijo el entrenador de Miami, Erik Spoelstra. “Esa es la imagen de un campeón”.

Cuando los Heat entraron en su vestuario, sabiendo que sus maletas no necesitaban ser empacadas, el asistente del gerente general Adam Simon dijo: “Todavía estamos aquí”.

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Y es debido a la voluntad de Butler que no se reservarán vuelos aquí el sábado por la mañana.

Los Heat han extendido su estadía en la burbuja, superando a los Lakers y con un jugador que ha dejado de lado cualquier duda sobre su estatus en esta liga.

“Eso es lo que mi equipo me ha pedido”, dijo Butler. “Eso es lo que necesitan que haga”.

Jimmy Butler forma parte de la élite. Es una superestrella.

Y es lo suficientemente bueno para vencer a LeBron James, Anthony Davis y los Lakers.

“Todos los jugadores jóvenes de esta liga deberían estudiarlo”, dijo Spoelstra. “Estuvo extraordinario, excepcional esta noche, tan solo desde el punto de vista competitivo.

“Pero no podemos celebrar esto por mucho tiempo, tenemos que seguir adelante, descansar y prepararnos para otro gran juego. Esto solo nos acerca más a nuestro objetivo, eso es todo”.

Después del Juego 3, cuando el triple-doble con 40 puntos de Butler colocó la serie contra los Lakers en 2-1, Spoelstra entró en la conferencia de prensa posterior al juego y lo ungió como “Jimmy Effing Butler”. Después de los 35 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias de Butler en su victoria por 111-108 en el Juego 5, Spoelstra dijo que se ha ganado la F-bomb.

Con Goran Dragic fuera y Bam Adebayo luchando contra una lesión en el cuello, Butler ha tenido que hacer de todo: anotar, rebotar, pasar y defender. Ha jugado al menos 43 minutos en los últimos cuatro partidos de la final.

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The Lakers lost their first chance to clinch the franchise’s 17th NBA championship with a 111-108 oss to the Miami Heat on Friday night in Orlando, Fla.

Era algo más que su desempeño este viernes, los disparos de Duncan Robinson y la agresividad de Kendrick Nunn fueron factores importantes en el resultado. Pero es obvio que el espíritu de Butler lo impulsa todo.

Y el viernes, se quedó fuera del juego por solo 48 segundos. “Lo dejé todo en la duela”, dijo Butler.

Gimió mientras caminaba hacia el escenario y respiró hondo.

Extendió las piernas, unos Vans en sus pies. Mientras hablaba, se sentía más cómodo, su asombrosa capacidad de recuperación ya estaba sucediendo en tiempo real.

Cuando los Lakers rompieron su reunión previa al juego después de las presentaciones, James dijo con calma: “Uno, dos, tres. Dominar”.

Y luego lo hizo Butler.

Tal como lo hizo Davis con él, Butler a menudo se encontraba enfrascado en el pecho de Davis, tratando de detener a un jugador mucho más grande que él. Lo mismo sucedió con las posesiones contra James, donde Butler es uno de los pocos jugadores en la liga que puede intentar igualar el poder físico de James de manera creíble.

Ahora, él y los Heat tienen que hacerlo dos veces más.

“Va a necesitar todo lo que tenemos”, dijo Spoelstra.

Están exprimiendo todo el poder de Butler.

Dado que los Heat sabían que se enfrentarían a los Lakers en las Finales, Butler dijo que deben jugar “casi perfecto” para ganar.

“Ha estado lo más cerca posible de la perfección”, dijo Adebayo.

Está claro que los Heat creen que puede volver allí. Han insistido en que no están aquí simplemente para estorbar el camino de los Lakers. Están aquí para evitar que los Lakers entren en el camino de ellos.

“Estamos aquí para ganar. Estamos aquí para ganar”, repitió Butler mientras su sonrisa se ampliaba. “Para estos dos próximos juegos, estamos en las trincheras”.

Golpeado, agotado, lo que sea, Butler no ha dejado que los Heat claudiquen. Continúa levantándolos.

“Vivimos para estos momentos”, dijo Butler.

Robinson compartió lo más icónico de la noche con el líder del Heat. Cuando Butler se desplomó sobre la barrera, Robinson acudió para ayudarlo. “Tómate tu tiempo”, le recordó a Butler, que disfrutaba cada segundo.

Jimmy Butler, más que nadie, confiaba en que su equipo tendría más.