Los Lakers pasan del ridículo a una enorme remontada ante los Knicks
Los Lakers no están teniendo alegrías esta temporada pero al menos están viviendo emociones fuertes. La de hoy fue una más de esas impredecibles noches de los angelinos, que hicieron el ridículo en la primera mitad pero que acabaron remontando a los New York Knicks con una enorme reacción y tras una prórroga.
Los Lakers llegaron a perder de 21 puntos en el segundo cuarto, pero en el tercer parcial trituraron a los Knicks (31-13) con 18 puntos de un Malik Monk imparable.
Aun así, los locales desperdiciaron una ventaja de 9 puntos en el cuarto final y tuvieron que rematar la faena en la prórroga.
LeBron James firmó un triple-doble (29 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias) en su regreso tras cinco partidos lesionado.
También destacaron Anthony Davis (28 puntos y 17 rebotes, 7 de ellos en ataque) y Malik Monk (29 puntos con 4 triples).
RJ Barrett (36 puntos y 8 rebotes) y Julius Randle (32 puntos, 16 rebotes y 7 asistencias) fueron los mejores de los Knicks.
Lo más preocupante para los Lakers, que no contaron con Carmelo Anthony y Dwight Howard, tuvo que ver con Russell Westbrook, al que parece que se le ha acabado el crédito en Los Ángeles
El discutido base recibió abucheos de los fans durante varias partes del encuentro, acabó con una pobre actuación marcada por los errores y las dudas (5 puntos con 1 de 10 en tiros) y no pisó la cancha en la prórroga.
HUMILLACIÓN LOCAL
El arranque del partido dejó claro lo difícil que iba a ser el duelo para los Lakers.
Dos triples de RJ Barrett y uno más de Evan Fournier forzaron el primer tiempo muerto de Frank Vogel cuando aún faltaban muchos espectadores por entrar al estadio (0-9 con 10.40 por jugarse).
Los Knicks salieron como un ciclón.
Kemba Walker desde el perímetro y Julius Randle exhibiendo músculo en defensa y en ataque humillaron la espantosa defensa de los Lakers (8-23 con 6.44 en el reloj).
Anthony Davis y LeBron James se conjuraron para tapar los agujeros de su equipo, pero no pudieron hacer nada en el primer parcial ante un imperial Barrett (17 puntos con 3 triples) y un Randle que no se quedó atrás (12 puntos).
Todo eran malas noticias para los de púrpura y oro (29-42) frente a unos Knicks que anotaron el 68,2 % de sus tiros y el 60 % de sus triples, que dominaron el rebote (7-14) y que sumaron 11 puntos al contraataque.
Los Lakers amagaron con reengancharse en el comienzo del segundo cuarto, pero Obi Toppin, tras dos rebotes ofensivos seguidos, exhibió la desidia de los locales (37-51 con 8.09 para el descanso).
Westbrook fue el peor parado ya que los aficionados le señalaron como culpable tras numerosos errores.
Mientras, Barrett y Randle jugaban a su antojo con la lamentable defensa de los Lakers (41-62 con 4.18 por jugarse).
Sin aliados a la vista, LeBron fue a hacer la guerra por su cuenta y a ese arreón se sumó Davis tirando de mates y garra.
Solo la falta de colmillo de los Knicks evitó una diferencia mayor al intermedio (56-71) tras una horrible primera mitad de los Lakers en el triple (2 de 14).
EXPLOSIVO MONK
Los 5 puntos seguidos de Malik Monk en la reanudación (61-71 con 11.01 en el reloj) fueron solo el aperitivo de la tormenta que estaba a punto de desatar.
En poco más de 6 minutos explosivos, Monk sumó 15 puntos (con un 3 de 3 en triples) que dejaron a los Knicks hechos un manojo de nervios (78-79 con 5.34 por disputarse) .
Los Lakers habían cambiado totalmente de actitud.
Mostraban más energía en defensa y en el rebote con Davis como capitán general, ahora tenían posibilidades de salir al contraataque y, ante todo, lucieron un acierto mayor desde el triple.
Los Knicks no sabían por dónde le caían todos los golpes y, cuando despertaron, ya iban detrás (87-84) después de un tercer parcial abrumador (31-13 para los Lakers).
Como cinco de un quinteto bajo, LeBron se multiplicó para que apuntalar la remontada y un nuevo triple de Monk hizo temblar a los neoyorquinos (101-85 a falta de 5.30).
Sin embargo, los Lakers arruinaron desde los tiros libres una ventaja de 9 puntos a falta de 2.22, Barrett empató con un triple el encuentro a falta de 8 segundos y LeBron falló el tiro que habría sido ganador.
Con el viento a favor, LeBron marcó el camino en la prórroga con un mate al contraataque y un triple de Trevor Ariza dio el golpe definitivo a unos Knicks desfondados en el tiempo extra.
David Villafranca
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