Líder republicano trata de confundir a los estadounidenses sobre los decretos del control de armas
WASHINGTON/EFE — El líder republicano Paul Ryan acusó hoy al presidente Barack Obama de querer restringir el derecho “fundamental” a portar armas que tienen los estadounidenses con las medidas ejecutivas que prevé anunciar de manera inminente.
Ryan, presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, criticó en un comunicado el “desdeño” mostrado por Obama “desde que era candidato” a la Casa Blanca en 2008, por “los estadounidenses que valoran la Segunda Enmienda” de la Constitución.
Obama “actúa como si el derecho a portar armas fuera algo que debe ser tolerado cuando en realidad, como la Corte Suprema reafirmó en 2008, es fundamental”, sostuvo Ryan.
Con sus medidas ejecutivas para aumentar el control de la venta de armas de fuego, que dará a conocer este mismo martes, de acuerdo con una fuente anónima citada por la cadena ABC, Obama “está, como mínimo, subvirtiendo al poder legislativo y potencialmente anulando su voluntad”, advirtió el líder republicano.
Según Ryan, la actuación por decreto de Obama para endurecer el control de las armas supone “un nivel peligroso de extralimitación ejecutiva y el país no va a tolerarlo”.
Sin embargo, en ningún momento el presidente ha hablado de eliminar el derecho a portar armas; simplemente lo que ha dicho es que corregirá esos errores que hay en las leyes para que las personas con problemas mentales o que no deben tener una arma, no lo hagan en ferias o en trueques que se realizan particularmente y donde no se requiere ningún tipo de revisión de los antecedentes penales.
En una reunión que mantendrá hoy en la Casa Blanca con la fiscal general, Loretta Lynch, y el director del FBI, James Comey, Obama espera cerrar un paquete de medidas ejecutivas para tratar de reducir la violencia causada por las armas de fuego en EEUU, donde en 2015 hubo casi tantos tiroteos en lugares públicos como días.
Entre esas medidas, destaca la ampliación de los controles de antecedentes al obligar a muchos vendedores particulares a registrarse para estar al mismo nivel que los comerciantes que tienen una licencia federal.
Actualmente, las ventas de armas entre particulares, muchas de ellas en ferias o entornos informales, no requieren una revisión de los antecedentes criminales y de salud mental del comprador, por lo que un gran volumen de adquisiciones escapan al control de las autoridades federales.
“En un momento en el que el país quiere que el presidente dirija la lucha contra el terrorismo islámico radical”, las medidas ejecutivas que Obama prepara “son un intento más de dividir y distraer la atención de sus políticas fallidas”, afirmó Ryan en su declaración.
Dos sucesos de 2012 -la matanza en un cine de Aurora (Colorado) y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres- llevaron a Obama a tratar de sacar adelante medidas para endurecer las ventas de armas de fuego.
El presidente propuso entonces medidas para reformar la legislación al respecto, pero el Congreso ni siquiera aprobó la que generaba más consenso: una mejora del sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas lleguen a los criminales o a las personas con problemas mentales.
Según ha dicho el propio Obama, su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.
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