Líderes judíos protestarán retórica xenófoba y ultranacionalista de Donald Trump
WASHINGTON/EFE — El precandidato a la Casa Blanca Donald Trump enfrentará protestas y el rechazo abierto de un numeroso grupo de rabinos cuando hable hoy ante el Comité Israelí Americano de Asuntos Políticos (AIPAC), el mayor grupo de presión judío en Estados Unidos.
Desde que se confirmó su asistencia, rabinos de todo el país y otros miembros de la influyente comunidad judía anunciaron protestas y llamaron al boicot de la intervención del magnate.
Lo que les solivianta no es tanto que Trump haya expresado opiniones contradictorias sobre el conflicto israelí-palestino sino su retórica xenófoba y ultranacionalista contra los inmigrantes, las minorías y los musulmanes.
“Protestamos porque, como judíos, debemos rechazar el odio. Denunciamos de manera rotunda la intolerancia, el racismo, la xenofobia y la misoginia expresada por el señor Trump y la violencia que ha promovido en varios momentos de esta campaña”, defiende en su manifiesto el grupo “Come together against hate” ( Unámonos contra el odio”).
Este grupo, muy activo en las redes sociales, engloba a rabinos, cantores de sinagoga, profesionales judíos y otros miembros de la comunidad judía de todas las tendencias políticas que se niegan a “permitir que el mensaje de odio” de Trump forme parte de la conferencia política del AIPAC, que este año tiene por lema “Come together” (“Unámonos”).
El movimiento judío contra Trump, que se ha organizado en las últimas semanas, distribuirá miles de pegatinas y folletos para animar a los más de 18.000 asistentes de la conferencia a protestar pacífica y respetuosamente cuando el magnate pronuncie su discurso.
Rabinos de todo el país han anunciado además diversas formas de protesta: unos 300 portarán chapas con el emblema “Rabinos contra Trump”, otros leerán pasajes sobre la tolerancia en la Torá (base y fundamento del judaísmo) y otros han pedido en las redes sociales un silencio absoluto antes y después de que hable.
“No solo nos importa la relación de Estados Unidos con Israel, sino también los valores y el carácter de esta tierra especial”, defendieron un grupo de 40 rabinos estadounidenses la semana pasada en una carta abierta en la que piden a Trump que aproveche su conferencia en la AIPAC para “condenar categóricamente el racismo”.
“Entiendo que tienen sus razones para boicotear a Trump pero creo que la de hoy es una oportunidad para que aclare sus posiciones, porque con su retórica ha tocado un nervio sensible en la comunidad judía del país, que no hace tanto sufrió en Europa ese tipo de retórica (en referencia al Holocausto)”, dijo a Efe la empresaria colombiana y judía Claudia Dornbusch, que reside en Florida.
Según se ha filtrado en la prensa, el equipo de Trump prepara un discurso muy medido y sustancial ante el Comité de Asuntos Públicos de EEUU-Israel (AIPAC) para dar al magnate un tono más presidencial y dejar claro que, si llega a la Casa Blanca, defenderá los intereses de Israel como aliado y de la comunidad judía estadounidense.
La última vez que Trump habló en un foro similar lo hizo con la incorrección política y la bravuconería que ha convertido en señas de identidad de su campaña.
“¿Hay alguien en esta sala que no renegocia acuerdos? Quizás aquí hay más (que renegocian acuerdos) que en ninguna otra sala en la que he hablado”, dijo el magnate en diciembre pasado ante la Coalición Judía Republicana en Washington, en alusión al estereotipo del judío como hábil negociante.
“Ya sé que no vais a apoyarme, no vais a apoyarme porque yo no quiero vuestro dinero”, espetó a continuación, para sorpresa del auditorio, acostumbrado a discursos más conciliadores.
En otro pasaje de su ponencia, Trump recordó que su hija Ivanka se convirtió al judaísmo cuando se casó con el judío Jared Kushner.
Pese a los traspiés que ha tenido al referirse a Israel y a la comunidad judía de EEUU, el magnate también cuenta con seguidores entre este grupo demográfico.
Es el caso de Sam Hershberg, un empresario mexicano y judío de Miami que votará por Trump si es el nominado del Partido Republicano al considerar que es el único “que puede marcar la diferencia” tras décadas de intentos frustrados por dar solución al conflicto palestino-israelí.
“Su retórica no tiene nada que ver con lo que ocurrió en Europa. Ha sido malinterpretado por los medios de comunicación, porque no es políticamente correcto. Lo que pretende hacer es no dejar entrar a EEUU a quien es un radical o un criminal, no a quienes vienen a buscar un futuro mejor”, dijo a Efe el empresario, cuyo padre huyó del Holocausto en Polonia.
Seguidores y detractores seguirán con mucha atención esta tarde el discurso de Trump, el republicano que tiene más posibilidades de asegurar la nominación de su partido como aspirante a la Casa Blanca antes de la Convención Nacional de julio, que debe designar al candidato.
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