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Las calificaciones en lectura y matemáticas de los alumnos sénior, contra la pared

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Las calificaciones de los exámenes de lectura y matemáticas de los estudiantes del grado 12 (conocidos como séniors) de las escuelas preparatorias de los Estados Unidos se han mantenido apenas estables o han descendido, según comprueban los resultados nacionales de las pruebas estandarizadas, revelados el martes último.

En promedio, entre 2013 y 2015 los estudiantes demostraron una ligera baja en matemáticas y se mantuvieron estables en lectura.

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El National Assessment of Educational Progress (Evaluación Nacional del Progreso Educativo, conocido en inglés como NAEP), es un examen administrado por el gobierno federal. Se le considera el ‘estándar de oro’ para medir los conocimientos reales de los alumnos, porque los resultados no tienen consecuencias que podrían alentar a los profesores ni a los alumnos a hacer trampa en el proceso.

En matemáticas, el puntaje promedio bajó de 153 a 152, de un total de 300 puntos. En la prueba de lectura, de 500 puntos totales las puntuaciones cayeron un punto, a 287, una disminución que los funcionarios señalaron como estadísticamente insignificante.

Los resultados de los estudiantes sénior aún no están disponibles estado por estado, pero las cifras nacionales reflejan una tendencia reflejada en otros grados en California.

En el otoño de 2015, las calificaciones de cuarto y octavo grado publicadas demostraron que California se estancó en lectura y matemáticas desde 2013, aunque las puntuaciones aumentaron levemente desde 2002.

“Estamos paralizados. ¿Cuál es la línea de fondo?”, se preguntó Mark Schneider, vicepresidente de American Institutes for Research, organización que solía controlar la agencia gubernamental que administra las pruebas NAEP. “No estamos haciendo ningún progreso”.

Los resultados se conocen mientras el país continúa enseñando y tomando exámenes de los ‘estándares básicos comunes’ (o Common Core), un conjunto de puntos de referencia destinados a hacer la escuela más rigurosa y las lecciones más consistentes entre los estados de la nación.

California ya está tomando su segunda ronda de pruebas apegadas a estas normas. El martes último, el Departamento de Educación estatal publicó en línea nuevos folletos para ayudar a los maestros a entender mejor el material y así poder explicárselo a los padres.

Los funcionarios confían en que la evaluación nacional ha capturado exactamente lo que están aprendiendo los estudiantes en todo el país, y afirmaron que lo saben en parte debido a que los descensos en matemáticas fueron constantes en las áreas examinadas, incluyendo geometría, análisis de datos y álgebra.

En 2015, se examinó con las pruebas NAEP a casi 19,000 estudiantes en lectura y 13,000 en matemáticas. En ambas materias, el 37% de los estudiantes fueron considerados como aptos para la universidad.

En el extremo más bajo de las pruebas de lectura y matemáticas, los resultados fueron peor que en 2013. La brecha entre los estudiantes que obtuvieron buenos resultados y aquellos con malas calificaciones preocupa a Peggy Carr, comisionada interina del National Center for Education Statistics, la rama del gobierno que administra el examen. “Tenemos que ver qué significa esto”, afirmó.

Pero también hubo un punto optimista: en matemáticas, los resultados de los estudiantes aprendices de inglés -un sector demográfico clave en California- aumentaron seis puntos desde 2013.

En tanto, los estudiantes con discapacidades permanecieron estancados en sus calificaciones, y aquellos que reportaron que sus padres no terminaron la secundaria cayeron cuatro puntos. Desde 1992, los estudiantes negros cayeron ocho puntos en el área de lectura.

Las calificaciones llegan en un contexto de grandes cambios en el gobierno de las escuelas: a finales del año pasado, el presidente Obama firmó la ley ‘Éxito para todos los estudiantes’ (en inglés conocida como Every Student Succeeds Act), señalando con ello el final de ‘Que ningún niño se quede atrás’ (No Child Left Behind Act), la ley federal que obligaba a someter a los alumnos a pruebas estandarizadas frecuentes y repartía las consecuencias según los resultados de la prueba.

Como resultado de la nueva ley, California, al igual que los demás estados, ahora debe diseñar una nueva forma de calificar sus escuelas, y de comunicar esas calificaciones a los padres.

“Las brechas en los logros apoyan la noción de que tenemos que tener un fuerte sistema de rendición de cuentas”, afirmó Ryan Smith, director ejecutivo de EdTrust West, un grupo que recientemente introdujo una legislación en este sentido. “No nos hemos enfocado lo suficiente para cerrar las brechas en los logros y las oportunidades a nivel estatal. No ha sido nuestro tema central”.

Puede localizar a Joy Resmovits en Twitter, y por correo electrónico, Joy.Resmovits@LATimes.com.

Traducción: Diana Cervantes.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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