Celebración por los niños se convierte en defensa de familias indocumentadas

Los Ángeles —  Las celebraciones por el Día del Niño, que se conmemora hoy en México y otros países de Latinoamérica, sirvió para que familias de indocumentados se reúnan hoy en Los Ángeles y denuncien las políticas migratorias de la Casa Blanca.

“Es imposible que podamos festejar este día si estamos viviendo con el miedo de que nos separen de nuestros padres, hasta los más pequeños ya entienden eso y viven con miedo”, dijo a Efe Licet Miguel, quién teme que su madre indocumentada sea deportada.

En un evento desarrollado hoy en la Placita Olvera de Los Ángeles, se congregaron decenas de familias y menores que luchan por detener los proceso de deportación contra sus padres, entre ellos Jersey Vargas.

“Tenemos que seguir esta lucha y no detenernos, tenemos que decirle al presidente Trump que tenemos derecho de crecer con nuestros padres”, apuntó Jersey, quien adquirió notoriedad cuando viajó hasta El Vaticano para pedir al Papa Francisco que detenga la deportación de su progenitor, Mario Vargas López.

El temor de los menores de edad Jersey y Licet es compartido con los hijos de Inés Cruz Mendoza, una inmigrante indocumentada madre de dos hijas de 8 y 15 años y quien aseguró a Efe que las pequeñas viven con el temor de que un día lleguen a la puerta de su casa los agentes del servicio de inmigración.

No obstante, Mendoza cree que ese mismo temor es el que ha impulsado a estos menores a salir a las calles hoy y llevar su mensaje a Trump para que cambie sus políticas en materia migratoria.

Uno de los testimonios más fuertes oídos hoy fue el de Licet, quién contó que las conversaciones con sus amigas ya no giran sobre juegos o sobre el cantante favorito, sino sobre con quién vivirían en caso sus padres sean expulsados del país.

“Yo espero cumplir rápido los 18 para poderme quedar cuidando a mi hermano menor”, señaló.

La jornada de hoy sirvió como preámbulo a la marcha convocada para el lunes, día en que en varios países de Latinoamérica se celebra el Primero de Mayo, y en EEUU se esperan más de 200 manifestaciones en contra de la las políticas migratorias del presidente Trump.

“No vamos a detenernos, prefiero cambiar los juegos por marchar”, aseveró Sofi Cruz, de 8 años y quién ha llevado la defensa de sus padres hasta la capital del país.