Presunto traficante de heroína extraditado a San Diego

SAN DIEGO —  El presunto líder de una célula mexicana de tráfico de heroína fue extraditado para enfrentar cargos en Estados Unidos, casi seis años después de ser procesado en la corte federal de San Diego.

José Rafael Camacho Ontiveros, que lleva el apodo de Rafa, fue trasladado por el Servicio de Marshals de Estados Unidos desde la Ciudad de México a San Diego en días pasados. Se declaró inocente de varias acusaciones de narcotráfico durante una comparecencia reciente, dijo la Oficina del Fiscal de Estados Unidos.

Camacho fue una de las 12 personas acusadas en la organización en 2011 después de una investigación de un año de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). La célula es acusada de contrabando de heroína blanca a través de la frontera entre Estados Unidos y México para ciudades a lo largo de la costa este. En muchos casos, los mensajeros contrabandeaban las drogas en la suela de sus zapatos, dijeron los fiscales.

La célula tenía su base en San Luis Río Colorado, una pequeña ciudad fronteriza con Arizona, al sur de Yuma, dijeron los fiscales. La investigación involucró la intervención telefónica de 38 teléfonos y dio lugar a 14 incautaciones por un total de 30 kilogramos de heroína y 450 mil dólares en presuntos ingresos de drogas, de acuerdo con los registros judiciales.

Camacho enfrenta cargos por participar en una empresa criminal, conspirar para distribuir heroína y conspirar para cometer lavado de dinero. La acusación también afirma que obtuvo ingresos sustanciales de la supuesta empresa. Está detenido sin fianza.

Otros cinco se declararon culpables de varios delitos y fueron sentenciados a penas de entre 12 y 57 meses. Seis acusados, cuyos nombres permanecen sellados, están fugitivos.

“Los codiciosos narcotraficantes están saturando nuestro país con heroína, y los resultados son devastadores”, dijo la Procuradora Federal Interina, Alana Robinson, en un comunicado. “Continuaremos agresivamente persiguiendo a los responsables de la crisis de los opiáceos en Estados Unidos”.

El Grupo de Fuerzas Especiales para el Control de Drogas del Crimen Organizado del Departamento de Justicia participó en el caso. El programa se asocia con agencias federales, estatales y locales para atacar a jefes de alto nivel del crimen y desmantelar grupos de delincuencia organizada.

Davis escribe para el U-T.