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Bush reparte pizzas y miembros de Kiss dan comida a afectados por el cierre

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EFE

El expresidente George W. Bush repartió pizzas entre agentes del Servicio Secreto encargados de su seguridad, mientras que Gene Simmons y Paul Stanley, de la mítica banda de rock Kiss, ofrecieron comida en su restaurante a trabajadores afectados por el cierre administrativo.

En el día 32 de la paralización administrativa, medios locales se hicieron eco de la solidaridad hacia los 800.000 empleados federales que por segunda vez desde el pasado 22 de diciembre dejarán de recibir el cheque con su salario.

Bush, que gobernó entre 2001 y 2009, subió a su cuenta de Facebook fotografías del momento en el que repartía cajas de pizza entre su equipo de seguridad, integrado por personal del Servicio Secreto y que no está percibiendo ingresos debido al cierre parcial.

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“Es tiempo para que los líderes de ambas partes ponga de lado la política, se unan y acaben con el cierre parcial”, escribió el gobernante el pasado viernes, publicación de la que se hicieron eco hoy distintos medios.

El exgobernante, del partido Republicano, el mismo del presidente Donald Trump, aseguró que junto a su esposa, Laura, están agradecidos con su personal del Servicio Secreto y con los miles de empleados federales que están trabajando por el país sin cobrar.

Por su parte, Gene Simmons, uno de los guitarristas de Kiss, y su compañero de banda y también guitarrista Paul Stanley ofrecieron a los empleados de la Administración de Seguridad en el Transporte ( TSA ), encargados entre otras tareas de resguardar los aeropuertos, comida gratis en las distintas sedes de la cadena Rock & Brews Restaurants, de la que son socios.

“Mientras la TSA continúa trabajando a nombre nuestro sin paga, queremos asegurarnos de que podamos proveerle al menos una comida deliciosa para mostrar nuestro apoyo”, afirmó Stanley en un vídeo que subieron en Facebook y en el que aseguran que estos empleados “hacen mucho” por todos.

Un 25 % de la Administración de Gobierno permanece paralizada desde el pasado 22 de diciembre en medio de la disputa que mantienen demócratas y republicanos por los recursos para construir un muro en la frontera con México, la principal promesa de campaña de Trump.

El pasado sábado, el presidente ofreció a los demócratas extender dos programas migratorios cancelados por él mismo, el DACA y el TPS, a cambio de financiación para el muro fronterizo.

La iniciativa contempla una prórroga de tres años para los llamados soñadores, como se conoce a los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), y para los afectados por la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS), que protege de la deportación a cientos de miles de inmigrantes, aunque la oposición la consideró insuficiente.

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