Los científicos dicen que la OMS ha ignorado el riesgo de que el coronavirus se transmita a través del aire
Más de 200 investigadores de todo el mundo firman una carta abierta diciendo que la orientación actual ignora la evidencia de que el coronavirus se propaga fácilmente en partículas microscópicas conocidas como aerosoles que pueden flotar en el aire durante largos períodos y llegar a decenas de metros.
Seis meses después de la pandemia que ha matado a más de medio millón de personas, alrededor de 200 científicos de todo el mundo están desafiando la visión oficial de cómo se propaga el coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU sostienen que la gente debe preocuparse sólo por dos tipos de transmisión: inhalar fluidos respiratorios de una persona infectada o, menos común, tocar una superficie contaminada y luego los ojos, nariz o boca.
Pero otros expertos sostienen que la guía de la OMS ignora la creciente evidencia de que hay una tercera vía jugando un papel importante en el contagio.
Afirman que múltiples estudios demuestran que las partículas conocidas como aerosoles, versiones microscópicas de gotitas respiratorias estándar, pueden permanecer suspendidas en el aire durante largos períodos y flotar decenas de pies, lo que hace que las habitaciones, autobuses y otros espacios cerrados con poca ventilación, sean peligrosos, incluso a pesar de que las personas permanezcan a seis pies el uno del otro.
“Estamos 100% seguros de esto”, dijo Lidia Morawska, profesora de ciencias atmosféricas e ingeniería ambiental en la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisbane, Australia.
Ella presentó su caso en una carta abierta a la OMS acusando a la agencia de las Naciones Unidas de no emitir advertencias apropiadas sobre el riesgo. Un total de 239 investigadores de 32 países firmaron la carta que se publicará la próxima semana en una revista científica.
En entrevistas, los expertos dijeron que la transmisión de aerosoles parece ser la única forma de explicar varios hechos de “superdifusión”, incluida la infección de los comensales en un restaurante en China que se sentaron en mesas separadas y de los miembros del coro en el estado de Washington que tomaron precauciones durante un ensayo.
Una gran cantidad de dolientes lucharán con sentimientos de culpa y dolor prolongado por todo lo que no pudieron hacer y decir en los últimos días y horas de la vida de un familiar
Los funcionarios de la OMS han reconocido que el virus puede transmitirse a través de aerosoles, pero dicen que ocurre sólo durante procedimientos médicos como la intubación que puede arrojar grandes cantidades de partículas microscópicas. Los funcionarios de los CDC no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios.
La Dra. Benedetta Allegranzi, una de las principales expertas de la OMS en prevención y control de infecciones, dijo en respuestas a las preguntas del Times que Morawska y su grupo presentaron teorías basadas en experimentos de laboratorio en lugar de evidencia del campo.
“Valoramos y respetamos sus opiniones y contribuciones a este debate”, escribió Allegranzi en un correo electrónico. Pero en las teleconferencias semanales, una gran mayoría de un grupo de más de 30 expertos internacionales que asesoran a la OMS, “no juzgó la evidencia existente lo suficientemente convincente como para considerar que la transmisión aérea tiene un papel importante en la propagación de COVID-19”.
Agregó que dicha transmisión “habría dado como resultado muchos más casos y una propagación aún más rápida del virus”.
Desde que el coronavirus se detectó por primera vez en China en diciembre, la comprensión de cómo se propaga ha evolucionado considerablemente, dando como resultado pautas cambiantes con respecto al uso de mascarillas.
Al principio, la OMS y los CDC dijeron que las mascarillas eran excesivas para la gente común y que deberían reservarse para los trabajadores de la salud. Más tarde, los CDC las recomendaron sólo para personas con síntomas de COVID-19.
Luego, en abril, después de que quedó claro que los individuos sin síntomas también podían transmitir el virus, los CDC sugirieron mascarillas para todos cuando el distanciamiento físico fuera difícil, una posición que la OMS finalmente adoptó.
Ahora, a medida que proliferan los brotes y los gobernadores ordenan una nueva ronda de cierres, en casi todos los estados de EE.UU ha hecho que los revestimientos faciales sean obligatorios o los hayan recomendado, principalmente para evitar que la gente propague la enfermedad.
Los defensores de la transmisión de aerosoles dijeron que las mascarillas usadas correctamente ayudarían a evitar el escape de aerosoles exhalados, así como la inhalación de las partículas microscópicas. Pero señalaron que la propagación también podría reducirse mejorando la ventilación y “purificando” el aire interior con luz ultravioleta.
José Jiménez, químico de la Universidad de Colorado que firmó la carta, dijo que la idea de la transmisión de aerosoles no debería asustar a las personas. “No es que el virus haya cambiado”, subrayó. “Creemos que el virus se ha transmitido de esta manera todo el tiempo, y saberlo ayuda a protegernos”.
Él y otros científicos citaron varios estudios que respaldan la idea de que la transmisión aérea es una amenaza grave.
A mediados de marzo, un estudio en el New England Journal of Medicine descubrió que cuando el virus se suspendía en la niebla en condiciones de laboratorio, permanecía “viable e infeccioso” durante tres horas, lo que según los investigadores equivalía a media hora en condiciones del mundo real.
Ya se había establecido que algunas personas, conocidas como “súper esparcidores”, resultan especialmente buenas para exhalar material fino, produciendo 1.000 veces más que otras.
Un estudio reciente encontró ARN de coronavirus en los pasillos cerca de las habitaciones de los pacientes con COVID-19. Otro planteó la preocupación de que los aerosoles cargados con el virus fueran arrojados por equipos de limpieza de pisos y por trabajadores de la salud que se quitaran el equipo de protección personal.
Investigadores en China encontraron evidencia de aerosoles que contenían el coronavirus en dos hospitales de Wuhan.
Fue el brote entre los miembros del coro en Mount Vernon, Washington, y un informe sobre el incidente en el Times, lo que despertó el interés de varios de los defensores de la trasmisión vía aerosoles. De 61 coristas en un ensayo el 10 de marzo, todos menos ocho se enfermaron, a pesar de que los miembros usaron desinfectante para manos y evitaron abrazarse o darse la mano. Dos personas murieron.
Un equipo dirigido por Shelly Miller, profesora de ingeniería mecánica de la Universidad de Colorado, investigó los planos del salón de la iglesia, las especificaciones de las calderas, las ubicaciones de los miembros del coro y las horas de asistencia. Los investigadores diagramaron los movimientos del cantante que fue identificado como la persona que, sin saberlo, trajo el virus a la práctica.
La inhalación de aerosoles “probablemente dominó la transmisión durante este evento”, escribieron los investigadores en un artículo, concluyendo que la persona enferma, que tenía síntomas similares a un resfriado común, era poco probable que hubiera estado a menos de seis pies de otros coristas o haber tocado superficies en común con ellos.
“Creemos que es probable que el aire compartido en el salón comunitario, combinado con altas emisiones de aerosoles respiratorios por el canto, hayan sido factores contribuyentes importantes”, señala el documento.
Finalmente, los investigadores de un amplio espectro de disciplinas, incluidos varios que han estudiado el papel de los aerosoles en la propagación de la gripe, el SARS y otras enfermedades infecciosas, unieron fuerzas para hacer campaña por un mayor reconocimiento de este tipo de transmisión.
Dijeron que el coronavirus es menos contagioso a través del aire que el sarampión, pero que el riesgo de transmisión aumenta cuanto más tiempo permanezca estancado y más personas continúen respirando.
En entrevistas, dijeron que los funcionarios de la OMS habían establecido injustamente una barra más alta para mostrar la propagación de aerosoles que la requerida para la aceptación de las otras dos vías. “Para ellos, las gotas y el tacto son tan obvios que están probados, pero en el aire es tan extravagante que necesita un nivel muy alto de evidencia”, dijo Jiménez.
La prueba requeriría exponer a un gran número de personas sanas a aerosoles emitidos por pacientes con COVID-19, un estudio que los científicos dijeron que no sería ético.
Donald Milton, profesor de salud ambiental de la Universidad de Maryland y experto en aerosoles que coescribió la carta, dijo que la persona promedio respira 10.000 litros de aire cada día.
“Sólo se necesita una dosis infecciosa del coronavirus en 10.000 litros, y puede ser muy difícil encontrarla y demostrar que está allí, lo cual es uno de los problemas que hemos tenido”, expuso.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.