Exempleado de Angelinos, sentenciado a 22 años
FORT WORTH, Texas, EE.UU. — Un exempleado de los Angelinos de Los Ángeles fue condenado el martes a 22 años en una prisión federal por suministrar al lanzador Tyler Skaggs las drogas que derivaron en su muerte por sobredosis en Texas.
Eric Kay, vestido con un overol anaranjado de la prisión, esposado y con grilletes, no mostró reacción alguna cuando el juez federal de distrito Terry R. Means leyó su sentencia. Kay enfrentaba una posible condena de al menos 20 años de prisión por uno de los dos cargos.
No surgieron reacciones inmediatas de la viuda ni de la madre de Skaggs. Tampoco de la familia de Kay, incluido uno de sus hijos, quien leyó un comunicado en su nombre antes de la sentencia.
Un alguacil había advertido a los observadores que serían expulsados de la corte si los ánimos se desbordaban.
Los fiscales presentaron evidencias de que Kay, de 48 años, hizo comentarios despectivos sobre Skaggs, su familia, los fiscales y los jurados, mediante llamadas telefónicas y correos electrónicos después de que se le halló culpable en febrero.
Hubo testimonios emotivos de ambas partes ante la corte federal en Fort Worth, a unos 24 kilómetros (15 millas) de donde los Angelinos debían abrir una serie de cuatro juegos ante los Rangers de Texas el 1 de julio de 2019, cuando Skaggs fue hallado sin vida dentro de una habitación de hotel de un suburbio de Texas.
Kay fue hallado culpable de un cargo de distribución de drogas resultantes en una muerte y otro por complot para suministrar estupefacientes. Means recomendó que Kay purgue su condena en California, su estado natal.
Ha estado en una prisión de Fort Worth desde que se le declaró culpable.
Un reporte del forense dijo que Skaggs, de 27 años, murió al ahogarse con su vómito. La necropsia detectó una mezcla de alcohol, fentanilo y oxicodona en su sistema.
El juicio incluyó testimonios de cinco peloteros de las Grandes Ligas, quienes dijeron que recibieron píldoras de oxicodona de manos de Kay en varios momentos, de 2017 al 19. Kay fue acusado de obtener píldoras y dárselas a los peloteros en esos años en el Angel Stadium.
Kay también consumía drogas, de acuerdo con testimonios y documentos presentados ante la corte.
Tras revelar la sentencia, Means dijo que temió este día desde el comienzo del caso, porque la pena mínima de 10 años podía ser considerada demasiado severa para este delito.
Means dijo que añadió dos años a la condena por los comentarios que había hecho Kay a su familia en conversaciones desde la cárcel.
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