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Trump logra avances en zonas con gran número de hispanos. Así lo consiguió

Una trabajadora electoral sostiene un rollo de adhesivos que dicen “¡Yo vote!”
Una trabajadora electoral sostiene un rollo de adhesivos que dicen “¡Yo vote!” el día de la elección en el condado de Miami-Dade, en la Estación de Bomberos #4 de Miami Beach, el martes 5 de noviembre de 2024, en Miami Beach, Florida.
(David Santiago / Associated Press)
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Desde Pensilvania hasta Florida y Texas, las áreas con una gran cantidad de hispanos no tuvieron mucho en común en el día de las elecciones, aparte de apoyar al republicano Donald Trump sobre la demócrata Kamala Harris.

Trump, el presidente electo, logró avances en áreas del este de Pensilvania con una fuerte presencia de puertorriqueños, donde la vicepresidenta pasó todo el último día de su campaña. También transformó el Valle del Río Grande en el sur de Texas, que fue un bastión demócrata durante décadas, poblado por inmigrantes recientes y por texanos con raíces en el estado que se remontan a varias generaciones.

También mejoró su posición con los votantes hispanos en el corredor de la carretera Interestatal 4 de Florida, que conecta el área de la Bahía de Tampa —hogar de personas de origen cubano, venezolano, nicaragüense, colombiano y puertorriqueño— con Orlando, donde los puertorriqueños constituyen aproximadamente 43% de la población hispana local. Trump fue el primer republicano desde 1988 en ganar el condado de Miami-Dade, que alberga una considerable población cubana y es el área metropolitana del país con el mayor porcentaje de inmigrantes.

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Fue un realineamiento que, si perdura, podría cambiar la política estadounidense.

Texas y Florida ya son confiablemente republicanos, pero si más hispanos se alejan de los demócratas en futuras elecciones presidenciales, ello podría socavar aún más el “muro azul” de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, que ayudó a catapultar al partido a la Casa Blanca antes de que Trump arrasara con los tres. El cambio podría incluso dificultar que los demócratas ganen en el oeste, en estados como Arizona y Nevada.

Harris intentó destacar las formas en que Trump pudo haber insultado o amenazado a los latinos.

En su primer mandato, el magnate limitó el uso del Estatus de Protección Temporal, que el presidente demócrata Joe Biden extendió a miles de venezolanos, e intentó terminar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) impulsado durante el gobierno de Barack Obama. También retrasó la liberación de ayuda de emergencia a Puerto Rico tras el paso del huracán María en 2017 casi hasta el final de su mandato, después de haber calificado durante mucho tiempo a los funcionarios de la isla como corruptos e ineptos.

Trump prometió que, una vez que vuelva a la Casa Blanca, organizará la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Esto podría afectar a millones de familias en hogares de estatus mixto, donde personas que están sin autorización en Estados Unidos viven con ciudadanos estadounidenses o con residentes legales.

Pero las advertencias demócratas no parecieron resonar lo suficiente con los votantes de Harris. Ahora, el partido debe averiguar cómo recuperar los votos de un grupo decisivo y de rápido crecimiento.

“Trump es una figura muy desconcertante”, dijo Abel Prado, un operativo demócrata y encuestador que se desempeña como director ejecutivo del grupo de defensa Cambio Texas. “No tenemos idea de cómo organizarnos contra él. No tenemos idea de cómo responder. No tenemos idea de cómo no caer en la trampa”.

En última instancia, entre muchos hispanos, las preocupaciones sobre la inmigración no resonaron tanto como los problemas económicos.

Casi 7 de cada 10 votantes hispanos estaban “muy preocupados” por el costo de los alimentos y los comestibles, ligeramente más que cerca de dos tercios de los votantes en general, según AP VoteCast, una encuesta de más de 120.000 votantes a escala nacional. Casi dos tercios de los votantes hispanos dijeron estar “muy preocupados” por los costos de la vivienda, en comparación con aproximadamente la mitad de los votantes en general.

Trump tenía una clara ventaja entre los votantes hispanos que estaban “muy preocupados” por el costo de los alimentos. La mitad dijo que él manejaría mejor la economía, en comparación con aproximadamente 4 de cada 10 para Harris. Entre los votantes hispanos que estaban muy preocupados por el crimen en su comunidad, Trump obtuvo una ventaja similar.

“Cuando miraron a ambos candidatos, vieron quién podría mejorar nuestra economía y la calidad de vida”, dijo Marcela Diaz-Myers, una inmigrante colombiana que encabezó un grupo de trabajo de alcance hispano para el Partido Republicano de Pensilvania. “¿A veces ofendió? Sí. Pero eso sucede en las campañas políticas. Muchas de las personas que votaron por el presidente Trump pudieron superar esto y confiar en que él moverá el país en la dirección correcta”.

Harris prometió bajar los precios de los alimentos al tomar medidas enérgicas contra la manipulación de precios por parte de las corporaciones y aumentar la financiación federal para quienes adquirieran su primera vivienda. Además, los recientes índices de crímenes violentos han disminuido en muchas partes del país.

También pasó muchos de los últimos días de la campaña tratando de capitalizar los comentarios de un comediante que habló en un mitin de Trump en Nueva York y bromeó diciendo que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”. Incluso recurrió a celebridades puertorriqueñas, desde Bad Bunny hasta Jennifer Lopez, para denunciar el racismo.

Aun así, Trump ganó terreno en algunas de las áreas con la mayor concentración de puertorriqueños en Pensilvania, el estado donde Harris pasó más tiempo haciendo campaña que en cualquier otro. Ganó los condados de Berks, Monroe y Luzerne, y perdió ante Harris el condado de Lehigh por menos de 5.000 votos. Biden lo ganó por un margen casi tres veces mayor en 2020.

La victoria de Trump fue aún más amplia en Florida, donde casi una cuarta parte de los residentes son hispanos. Ganó el estado por 13 puntos porcentuales, o aproximadamente cuatro veces su margen de 2020.

Trump también cambió la tendencia en los condados de Seminole y Osceola, en el centro de Florida, donde muchos venezolanos han migrado mientras su país de origen se vuelve cada vez más inestable, y redujo la ventaja de los demócratas en el condado de Orange, que también tiene una numerosa población venezolana.

Más al sur, Trump ganó el condado de Miami-Dade con una ventaja de 11 puntos porcentuales tras perderlo por 7 puntos porcentuales ante Biden y por 30 puntos porcentuales ante la demócrata Hillary Clinton en 2016.

Kevin Marino Cabrera, comisionado del condado de Miami-Dade que fue director estatal de la campaña de Trump en 2020, dijo que los hispanos rechazaron la “ideología woke”, término despectivo que algunos utilizan para denunciar ideas consideradas demasiado progresistas. Trump ha hecho de su oposición a los derechos transgénero un punto central de su campaña.

“Para ser claros, los votantes hispanos no compran lo que los demócratas venden”, dijo Cabrera.

Lo mismo ocurrió en el sur de Texas, donde los hispanos son, en su mayoría, de ascendencia mexicana.

Prado, el operativo demócrata y encuestador, vive en el condado de Hidalgo, que es 92% hispano y la parte más poblada del Valle del Río Grande. Trump lo ganó tras perder por más de 40 puntos porcentuales en 2016. El presidente electo arrasó en todos los principales condados de la frontera entre Texas y México.

Prado dijo que los comisionados de condado y los legisladores estatales demócratas ayudaron a obtener fondos para nuevos puentes a través de la frontera entre Texas y México y otras iniciativas que han impulsado el comercio y el crecimiento económico y laboral del área. Sin embargo, dijo, “el Partido Republicano ha hecho un muy buen trabajo al presentarse como una respuesta a problemas inexistentes y luego asumir el crédito por (cosas) que no hicieron”.

Afirmó que muchos hispanos del Valle del Río Grande, particularmente los religiosos devotos, se sintieron marginados por el enfoque de los demócratas a escala nacional en los derechos reproductivos y de la comunidad transgénero; los republicanos convirtieron este último en un arma política clave.

“Esta tontería de que vas a enviar a tu hijo a la escuela y va a volver como una niña”, dijo. “Nuestro lado se burló porque dijimos, ‘Nadie va a creer eso’. Pero sí causó un impacto”.

Otros simplemente buscaban emitir un voto desafiante, dijo Prado, o se inspiraron en la idea de las personas autosuficientes que abrazan el sueño estadounidense, aunque Trump comenzó en los negocios con un gran préstamo de su padre.

Daniel Alegre, CEO de TelevisaUnivision, propietaria de la cadena de televisión en español Univision, junto con otras propiedades de televisión y radio, dijo que la victoria de Trump entre los hispanos tenía menos que ver con el partido que con los problemas, y que los hispanos estaban más preocupados por la economía y la inmigración.

Alegre, cuya red organizó diálogos públicos en octubre con Trump y Harris, también señaló que los ciudadanos hispanos sienten cada vez más que los nuevos inmigrantes reciben más servicios gubernamentales que los que estaban disponibles cuando los inmigrantes que han estado aquí por más tiempo llegaron a Estados Unidos, y que la campaña de Trump aprovechó el resentimiento en torno a ese tema.

“Lo más importante que cualquiera de los partidos puede hacer es tener los oídos bien abiertos y mantenerse conectados con la comunidad”, dijo, y en este caso, la campaña de Trump claramente lo logró.

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