‘Zootopia’ posee un insólito mensaje anti-Trump
Los Ángeles — Es demasiado evidente para ser una simple casualidad. En “Zootopia”, su nueva película animada, Disney, la compañía que muchos siguen acusando de mantener los valores tradicionales de la sociedad estadounidense del pasado y de acaparar injustamente el mercado con sus numerosas ramificaciones comerciales, muestra una actitud inusualmente liberal y progresista.
Esta tendencia es tan acentuada que su mensaje no puede dejar de remitirnos a lo que sucede actualmente en los Estados Unidos, porque la base del argumento es la falta institucionalizada de tolerancia hacia un grupo específico, los animales depredadores, quienes a lo largo de la película pueden ser vistos de manera alternativa como representantes de la comunidad afroamericana, la de raíces árabes o incluso la de los inmigrantes mexicanos, si se quiere ir más allá.
Lo interesante de este caso es que “Zootopia” no deja nunca de ser una cinta completamente accesible para los niños, gracias a una línea argumental fácil de entender y, por supuesto, una puesta en escena extremadamente entretenida y colorida que despertará sin duda los aplausos de la audiencia más joven; la secuencia en la que la heroína persigue a un ladrón en medio de una ciudad diminuta de roedores es monumental.
Pero las referencias a temas adultos son constantes, y no solo en el plano social, sino también en el de la cultura popular. Por ejemplo, hay una escena hilarante que apunta de inmediato a la teleserie “Breaking Bad”; otra que se refiere a la piratería callejera de películas; una más que nos lleva a conocer a una inusual encarnación de “El Padrino”; y un personaje entero encomendado a Tommy Chong, leyenda para los adeptos a la marihuana.
Sin embargo, lo más arriesgado llega por el lado de las ideas, porque los prejuicios y hasta la represión que se muestran no provienen esta vez de un supervillano específico, sino que se conectan directamente con el sistema y sus políticos; en ese sentido, las palabras del corrupto alcalde de la gran urbe Zootopia parecen salidas de la boca del pre candidato republicano Donald Trump, lo que podría llevar a la rarísima situación de que un líder de derecha se sienta disgustado con una película de dibujitos de Disney (aunque es sumamente improbable que lo reconozca).
Lo que se ve en la pantalla nos lleva a imaginar las conversaciones que los creadores del proyecto (empezando por los directores Byron Howard y Rich Moore) tuvieron con los ejecutivos del Ratón Mickey para lidiar con las aristas críticas de lo que pretendían filmar; a fin de cuentas, esta es una empresa a la que le ha interesado siempre quedar bien con todo el mundo y no meterse en camisa de once varas.
En medio de todo lo dicho, “Zootopia” se encuentra lejos de ser un filme revolucionario o contestatario; a fin de cuentas, su protagonista Judy Hopps (voz de Ginnifer Goodwin) es una coneja que insiste en ser policía pese a los obstáculos que se le presentan (es decir, una profesión que se encuentra lejos de ser respetable ahora mismo, debido a los interminables abusos cometidos por sus agentes).
Y el típico rollo de “creer en ti mismo” se encuentra por todos lados, respaldado al final por una canción absolutamente intrascendente de Shakira, la cantante colombiana que interpreta incluso a un personaje, la estrella del pop Gazelle, quien además de hacer sacudir las caderas a todo el mundo, resulta ser -¿cómo no?- una firme activista por los derechos de los discriminados.
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