Ari Aster vuelve a aterrorizarnos con la impresionante ‘Midsommar’

Los Ángeles — Hace dos años, impactó profundamente a la escena del cine de terror con “Hereditary”, una cinta sobre una familia que atravesaba una situación particularmente traumática pero que se transformaba luego en un relato satánico bajo el amparo de una puesta en escena digna de los grandes maestros del séptimo arte.

Ahora, Ari Aster nos trae “Midsommar”, un film igualmente perturbador pero muy distinto, ya que retrata a una pareja en problemas que viaja hasta un paraje supuestamente idílico en Suecia con el fin de conocer a una comunidad de aldeanos que podrían ser mucho menos inocentes de lo que parecen.

“Me suelo sentir mucho más atraído por cosas que me pueden pasar o que me han pasado cuando escribo mis historias”, nos dijo Aster durante una reciente entrevista. “Hay situaciones terribles que le pasaron a personas que amo, y eso para mí es la fuente del verdadero terror; todo lo que tenga que ver con monstruos o cosas así es muy débil en comparación”.

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“Cuando hice ‘Hereditary’, sí estaba tratando específicamente de hacer una película de terror y admito que eso es lo que era, pero en este caso quise hacer un cuento de hadas, y eso es lo que siento que es”, agregó. “De niño, esos cuentos me asustaban mucho, o sea que, en todo caso, me estoy cobrando la revancha”.

“Midsommar” impresiona también porque, además de desarrollarse casi completamente al aire libre y en pleno sol, muestra con detalles impresionantes a una población ficticia, lo que requirió la construcción de casas e inmuebles específicos y la elaboración de piezas de arte surgidas de la mente del director.

“El pueblo que presentamos es el resultado de mucha investigación sobre el folklore de Suecia, Alemania e Inglaterra”, retomó Aster. “Tras eso, inventamos nuestro propio mundo con lógica, reglas y sentido de la tradición. Fue mucho trabajo; tuvimos que crear incluso nuestro propio lenguaje. Pero fue tremendamente satisfactorio crear un mundo ficticio y ser capaz de caminar en él”.

Ari Aster en la premiere de “Midsommar” en el ArcLight Hollywood.

(Frazer Harrison / Getty Images)

“Cuando trabajas con tanta luz, todo está expuesto, y no puedes usar la oscuridad como herramienta expresiva”, añadió. “Todo está descubierto, y eso funcionaba especialmente porque estamos mostrando a una pareja enfrascada evidentemente en una relación que debería terminar, porque sus problemas no pueden ser ignorados, aunque ellos mismos los ignoren”.

Hay también diversos elementos vinculados a prácticas religiosas con resultados funestos, aunque el cineasta prefiere que el espectador saque sus propias conclusiones al respecto.

“No sé si quiero hablar mucho de lo que estaba detrás de esto, de mis motivaciones, pero puedo decirte que la gente es muy tribal y que esta película se refiere esencialmente al tribalismo, a las familias reales en oposición a las familias subrogadas y a la codependencia que existe entre las personas”, detalló. “Hay en juego muchas metáforas que sirven para entender los temas presentes en el corazón de la historia”.

Finalmente, “Midsommar” es un trabajo desarrollado en medio de una comunidad en la que el patriarcado no domina, lo que puede relacionarse sin duda a los movimientos de reivindicación femenina que se encuentran tan en boga.

“Escribí el guion hace cuatro años, antes que se diera lo del Me Too, pero si, la película está interesada en la política de género, y cuando decidí elegirla para suceder a ‘Hereditary’, fui consciente de que iba a salir en el momento adecuado”.