Kerry Washington levanta la voz para un cambio efectivo en una industria tan competitiva como Hollywood

Cuando se habla de transformar a Hollywood y mejorar las oportunidades laborales para las mujeres y la comunidad afroamericana, el nombre de Kerry Washington siempre aparece en la conversación.

Cuatro veces nominada al Emmy y dos al Globo de Oro, la actriz está consciente de que, para hacer un cambio efectivo en una industria tan competitiva como esta, es necesario primero alzar la voz con inteligencia.

“Constantemente recuerdo que varios de los grandes movimientos sociales de la historia se lograron gracias a que las personas rompían las reglas, en lugar de seguir lo que estaba dictado en papel.

“Sin embargo, sí creo que para que puedas romper reglas en el mundo, primero debes conocerlas, entenderlas, incluso aplicarlas. Si no, la rebeldía no funciona como debería”, puntualiza en entrevista.

A lo largo de sus 26 años de carrera, la neoyorquina siempre se ha manejado con un compás moral muy bien definido, abordando papeles en cine y televisión que dan un vistazo realista de la sociedad.

Es así que ha destacado en filmes como Ray (2004), El Último Rey de Escocia (2006), Vecinos en la Mira (2008), Madre e Hija (209) y Django Sin Cadenas (2012), todas relacionadas con la lucha individual de mujeres afroamericanas en medio de situaciones hostiles.

Desde hace aproximadamente cuatro años, Washington ha llevado su deseo de transformar Hollywood a otro nivel, gracias a su propia compañía productora, Simpson Street.

De ella han salido proyectos como American Son, filme de Netflix sobre una pareja birracial buscando a su hijo desaparecido; el documental The Fight, que retrata a abogados de derechos civiles en la era Trump, y la miniserie Little Fires Everywhere, donde aborda temas como el racismo y el clasismo.

“Creo que, como mujer, ser humano y artista, una de mis obligaciones es alzar la voz respecto a temas relevantes, como estos y muchos más, cada vez que se me permita.

Kerry Washington

(Reforma)

“Por eso me parece fantástico hablar de esto en una serie como Little Fires..., que es difícil e incómodo, sí, pero cuando los abordas a través de personajes de ficción, todo se vuelve más fácil”.

Washington es considerada por la revista Forbes como una de las actrices mejor pagadas de la pantalla chica (ganaba 4.5 millones de dólares al año por la serie Scandal), y posee una fortuna valuada en 50 millones.

Eso no le ha impedido dedicar su vida al activismo apoyando causas como las de la comunidad LGBTQ+, la lucha en contra de la violencia infantil y el cáncer de mama.

“Siempre he sido muy estructurada. Por ejemplo, en mi casa, siempre damos las gracias por nuestras bendiciones o cuando nos dan segundas oportunidades. Además de que somos muy limpios en mi familia.

“Creo que es muy importante tener estructura en tu vida, porque eso te forja tu identidad como persona y te brinda claridad y enfoque en tu día a día”, reflexiona la actriz, de 43 años, madre de un niño y una niña.