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Susana Baca se sobrepuso a la pandemia gracias a una voz maravillosa

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A fines de febrero, Susana Baca estaba atravesando un momento particularmente emocionante de su carrera. Justo cuando preparaba un disco de homenaje a los compositores peruanos y se encontraba a las puertas del lanzamiento de una producción grabada al lado de la banda estadounidense de jazz Snarky Puppy, recibió una invitación muy especial desde Italia.

“Era un experimento magnífico que se iba a hacer en la ciudad de Padua, y que incluía una presentación en televisión, una clase maestra y un concierto con una orquesta de allá que aprendió a tocar el [género afroperuano] landó escuchando mi música”, nos dijo hace unos días la eminente intérprete a través de una conexión por WhatsApp. “Aprovechando el viaje, decidí pasar primero por Barcelona para visitar a unos amigos, y cuando estaba ahí, empezó a morir la gente en Italia y, poco después, en España”.

Ante las alarmantes noticias, Baca y su esposo Ricardo Pereira (que también es su manager) decidieron cambiar sus boletos y regresaron a su país el 28 de febrero, para refugiarse de inmediato en la casa que tienen en Cañete, una provincia ubicada al sur de Lima en la que pasan la mayor parte del tiempo, aunque tienen un departamento en la capital debido a que los músicos con los que ella trabaja viven en esta ciudad, donde se producen también los ensayos.

De ese modo, sin deberla ni temerla, la doble ganadora del Grammy Latino, que alcanzó una renovada popularidad internacional al colaborar en la canción “Latinoamérica” de Calle 13, se vio súbitamente sometida a la cancelación de todos sus planes y a la imposibilidad de hacer algo de manera remota debida a las deficiencias técnicas de la zona en la que vive. Tampoco podía desplazarse a Lima, porque el gobierno central había impuesto una cuarentena obligatoria que terminó el 30 de junio, pero que sigue de pie para las personas mayores de 65 años (ella tiene 76).

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“La internet es muy débil por aquí, porque se trata de un lugar muy lindo, pero habitado mayormente por gente humilde y campesina, lo que hace que las grandes compañías no se interesen en que su señal sea bien recibida”, retomó la artista. “Yo ya había ensayado en Lima por Skype con personas de diferentes partes del mundo, pero donde estoy ahora no se puede”.

La respuesta ganadora

En momentos en que la desesperación la embargaba, Baca recibió de su esposo una recomendación salvadora. “‘Susanita, ¿por qué no grabas algo a capella? Yo te conocí así’, me dijo; y era cierto, porque como en esa época no tenía músicos estables con los que trabajar, tuve que ofrecer una presentación sin instrumentos para un evento especial, y Ricardo estaba allí, recién llegado de Bolivia”, recordó la cantante.

“Tengo un pequeño baúl lleno de folders con letras y poemas, y empecé a seleccionar lo que me provocaba cantar”, prosiguió. “Además, siempre tarareo canciones mientras cocino, y cuando la pandemia se puse realmente fuerte, me puse a tararear ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’, de Fito Páez, por lo que decidí grabarla. Después me pusieron un micrófono en el pequeño estudio que tenemos en la casa, empecé a emocionarme y grabé no solo 17 canciones, sino también 17 videos, hechos con el iPhone de Ricardo y con el mío”.

El primer sencillo del nuevo disco, que se llama justamente “A Capella”, ha sido “Contigo Perú”, un tema de celebración patriótica y de arrolladora popularidad nacional cuya selección no es precisamente una sorpresa; pero el trabajo incluye selecciones más inusuales, como las de piezas y poemas de los autores cubanos Eliseo Grenet, Rafael Gómez Mallea (“Teofilito”) y Nicolás Guillén.

“Lo más importante para mí era que [las selecciones] me gustaran, como es el caso de ‘El lagarto está llorando’, [un poema] de [el español] Federico García Lorca que me emociona mucho, porque tiene una gran ternura”, explicó Baca. “Pero necesitaba también canciones que no fueran demasiado rítmicas, porque las que son así necesitan la referencia del contrabajo o la percusión. El reto es que sonaran bien con mi alma en solitario y totalmente entregada”.

“Para una cantante, abrir la boca para cantar es algo muy especial; yo escuchaba [una de las canciones grabadas] y decía ‘no ha quedado con toda la expresión que necesitaba’, y la volvía a grabar”, detalló. “Pero no hice muchas tomas, como no lo hago tampoco cuando trabajo con mis músicos, ni usé un metrónomo, porque eso mata la expresión. En estos casos, la perfección es una mala consejera”.

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Siembra y cosecharás

Luego de lanzar el álbum de manera digital, Baca empezó a recibir elogios inesperados, como el de un músico brasilero que le envió un video en el que incorporaba instrumentos a la interpretación que ella había hecho del tema musical “Cariñoso”, y un mensaje personal de Fito Páez que se trasladó luego a una publicación hecha por el aclamado cantautor argentino en su cuenta de Instagram.

“Yo le mandé mi versión [de ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’] a un amigo argentino; resulta que él conocía a una persona que conocía a Fito, y que me mandó luego una grabación de la voz de Fito diciéndome cosas muy bellas”, nos contó la peruana. “Él creo esa canción cuando tenía 23 años, y es increíble ver cómo está tan presente y tiene tanto que ver con el momento que estamos viviendo”.

“A Capella” ha sido presentado ya ante la Academia Latina de la Grabación para tratar de insertarse en las nominaciones de la próxima ceremonia del Grammy Latino, pero por el momento, no hay manera de presentar su contenido en vivo. “No hay conciertos hasta nuevo aviso, y las giras se han truncado completamente”, reconoció nuestra entrevistada. “Yo tenía presentaciones en Europa y Estados unidos, y ahora no es posible hacerlas”.

“Hasta que no inventen la vacuna, no se va a poder hacer nada”, agregó. “He recibido propuestas para hacer conciertos en línea, como por ejemplo uno que sería en el Gran Teatro Nacional, con dos o tres técnicos, los músicos y nadie más, y sin público; pero no sería pronto”.

Ante el virus

Mientras tanto, desde la seguridad inquieta de su hogar, Baca observa la triste situación en la que se encuentra su país debido al avance inexorable del Covid-19, que tiene 313 casos confirmados y ha generado más de 11 mil muertes hasta el momento.

“No tenemos una infraestructura de salud para afrontar la pandemia, y es por eso que las personas están muriendo como moscas”, aseveró. “Hay gente que si no sale a la calle no tiene para comer, y es por eso que se están produciendo tantos contagios pese a todas las medidas de contención que se han dado”.

Para ella, el hecho de que todos los presidentes peruanos de épocas recientes se encuentren en la cárcel o tengan un pie en ella es significativo, aunque no se arrepiente de haber sido Ministra de Cultura en el 2011, a lo largo de cinco meses.

Las principales casas disqueras de música latina, así como sus artistas más relevantes, anunciaron este lunes su apoyo a las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial en el país e informaron que se sumarán a la jornada de protesta denominada “Black Out Tuesday”.

“Fue algo demasiado breve, pero logramos de todos modos que se aprobara la Ley del Derecho a la Consulta Previa, lo que quiere decir que si hay una industria extractiva que quiere trabajar en una zona, la comunidad de esa zona tiene que ser consultada antes del inicio de los trabajos”, indicó. “También iniciamos el diálogo intercultural en el Perú, porque las personas de la Amazonía, de la Sierra y de la Costa piensan de maneras diferentes, y tenemos que encontrar puntos en común para llevar adelante al país”.

“Tras ganar mi primer Grammy [Latino, en el 2002], pedí la creación de la Ley del Artista [al entonces presidente Alejandro Toledo], y aunque fue promulgada, se le quitó el seguro de salud y los derechos de autor, por lo que una vez que asumí el puesto de ministra, formé con una comisión de actores y músicos para modificar esa ley, aunque lamentablemente, no tuvimos tiempos para concretar los cambios”, detalló.

Finalmente, Baca estableció el Observatorio contra el Racismo, luego de participar en una reunión oficial en Brasil que convocó a varios presidentes para combatir este flagelo mundial. “Es triste que el proyecto no se pudiera concretar del todo, porque no podemos seguir viviendo esta forma de discriminación de las personas por su manera de hablar, el color de su piel y sus opciones sexuales”, enumeró, dando cuenta con ello de una mentalidad progresista que no se encuentra necesariamente con facilidad entre los peruanos de la ‘vieja guardia’.

Un mal que persiste

En ese sentido, era necesario preguntarle por lo que viene ocurriendo en su propio país como consecuencia de las protestas provocadas por el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la policía de Minneapolis, más precisamente, en relación al anuncio hecho por los encargados de una marca de mazamorra morada (dulce típico de la región) para cambiarle el nombre y el diseño a su producto y a las quejas que se han renovado ante una marca de carbón que muestra en su empaque a un descendiente de africanos de manera caricaturesca y excesiva.

“¿Usted se imagina a un niño negro y peruano que vaya al supermercado y vea ese carbón ahí? ¡Es humillante, por donde sea que se lo mire!”, exclamó. “En nuestro país hay racismo contra el indio, contra el amazónico, contra el negro. Tenemos que luchar contra eso de manera detallada, incluso en situaciones que puedan parecer insignificantes pero que maltratan y lesionan, sobre todo a los más pequeños”.

“La gente que no tiene que ver con eso no siente esa discriminación, pero es algo que existe realmente y que además se aprende a temprana edad”, enfatizó. “Yo misma fui víctima de racismo de niña, pese a que tenía una situación privilegiada porque era la artista de la escuela. Cuando hubo que escoger a las integrantes del ballet del colegio, no me eligieron, ni tampoco a las que eran negras como yo o a las que tenían rasgos indígenas”.

Para terminar, la gran dama reconoció el bien que le hizo grabar el tema “Latinoamérica” con Calle 13 y recibir su segundo Grammy Latino a consecuencia de dicho registro, y destacó lo importante que sigue siendo para ella hacer colaboraciones con artistas jóvenes.

“Claro, pero no haría nada con Maluma; prefiero quedarme sentadita en Cañete”, exclamó antes de lanzar una gran risa. “Es porque sus letras han sido terribles contra la mujer, aunque dicen que ahora ha cambiado”.

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