Festival de Cine de Venecia le da esperanza a los cineastas latinos

“Házmela buena, ojalá se arme. Venecia ha sido muy generosa para los mexicanos y, además, antesala para los Óscar”, dice el director Michel Franco al escuchar “León de Oro”, el premio más importante del Festival de Cine de Venecia.

Ganador en Cannes con tres de sus películas (Después de Lucía, Chronic y Las Hijas de Abril), Franco aspira a la estatuilla con su thriller distópico Nuevo Orden, ambientado en un futuro cercano donde los pobres toman revancha ante las clases acomodadas.

Los mexicanos Guillermo del Toro (La Forma del Agua, 2017), Alfonso Cuarón (Roma, 2018), y el venezolano Lorenzo Vigas (Desde Allá, 2015), producido justamente por Michel, se han alzado con el premio en años recientes.

“Ganó también Amat (Escalante, Mejor Director por La Región Salvaje). Y Reygadas (Nuestro Tiempo) e Iñárritu (Birdman) también estuvieron ahí”, completa el realizador.

La edición 77 del encuentro fílmico más antiguo del planeta tendrá lugar entre el 2 y el 12 de septiembre y llevará una carga simbólica inusual: ser el primer gran evento del séptimo arte que se realizará tras el azote del coronavirus.

“Eso nos recuerda lo importante que es el cine y nos da esperanza de que vamos a poder seguir disfrutándolo, celebrándolo. Va a ser una edición con mucha emoción. Además se realiza en una zona de Italia en la que hubo muchos problemas”, dice Franco.

Cruza los dedos porque las restricciones de viajes y sanitarias les permitan a él y su elenco presentar in situ la película, así que no imagina alguna premier virtual.

“No sé que vaya a suceder, pero el Festival me aseguró que será presencial y por eso acepté la participación”, subraya.

Nuevo Orden, que Michel escribió hace cuatro años, se medirá con títulos como Nomadland (Chloe Zhao), Notturno (Gianfranco Rosi), Spy No Tsuma (Kiyoshi Kurosawa) y Dorogie Tovarischi (Andrei Konchalovsky).

“Es una película de ritmo muy intenso. Seguimos a ocho protagonistas, a diferencia de mis otras películas íntimas. Claramente es una película mía, pero con otro ritmo, otro planteamiento y una escala ambiciosa de un problema a nivel nacional. Es una bomba que no te suelta”, desliza, sin dar demasiados detalles.

Actúan Diego Boneta, Darío Yazbek y Mónica del Carmen. En México la estrenará VIdeocine en 2021.

MIRADA FEMENINA A LA SELVA MAYA
Yulene Olaizola (Epitafio, Paraísos Artificiales) será la otra representante nacional en La Mostra de Venecia, ella en la sección Horizontes, enfocada a voces con propuestas experimentales y arriesgadas.

Su participación, con el filme de época Selva Trágica, supone una apuesta por apoyar al cine en estos tiempos pandémicos, considera.

Una mirada a la selva Maya

(Reforma)

“Yo tomé la decisión de sumarme al festival en vez de darle la vuelta o quizás guardar la película hasta el próximo año y esperar que la situación cambie. Ésta la situación que nos tocó”, opina.

Por medio del encuentro entre trabajadores del chicle en la década de 1920 en el sur de Quintana Roo con una mujer beliceña, aspira a mostrar una zona geográfica y una cultura casi desconocidas.

“La joven es misteriosa. Ellos hablan en español y ella en inglés, así que no pueden mantener un diálogo. A partir de este encuentro la suerte del grupo de chicleros va a transformarse”.