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Jesús ‘Chuy’ Navarro odia escuchar su voz, irónicamente la misma que el mundo ama cuando lo oye cantar

El líder de la banda mexicana Reik despide el año como juez de ‘Tu cara me suena’ y con un dueto con Christian Nodal; en el 2021 espera realizar la gira que quedó suspendida por la pandemia

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Una de los regalos que dio 2020 a los fans de la música latina y la televisión en español fue la participación de Jesús “Chuy” Navarro en la primera temporada de “Tu cara me suena”, el reality de Univision de los domingos en la noche entre septiembre y octubre.

El artista mexicano de 34 años era uno del cuarteto de jueces del programa, que también incluyó a Angélica Vale, Charityn y Kany García. Las dos primeras eran más que conocidas por la audiencia latina y la puertorriqueña García derrochó todo su conocimiento musical y su dulzura. Sin embargo, la gran revelación fue Chuy, como le conocen sus fans.

Famoso por ser el líder vocal del trío pop mexicano Reik, la relación del cantautor y su público había sido hasta este año únicamente musical. “Había tenido ofertas de participar en otros realities, pero hasta ahora nunca había tenido el tiempo. Esta vez pude porque la pandemia paró el resto de mis actividades. Fue una de las sorpresas que me trajo la COVID”, dijo Chuy en una entrevista exclusiva con Los Ángeles Times en español.

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Otra fue la reacción del público. “Todavía no puedo creer la reacción tan positiva que he recibido”, admitió Chuy, quien reveló que “odio escuchar mi voz. No me gusta para nada oírme hablar. Eso fue una de las cosas más difíciles de la experiencia”. Después de ocho semanas dando opiniones sobre el trabajo de imitación los concursantes, sus colegas Pablo Montero, Chantal Andere, Melina León, El Dasa, Gabriel Coronel, Sandra Echeverría y Llane, se podría pensar que Chuy se habría reconciliado con el sonido de su voz al hablar, pero no fue así.

“De verdad no me gusta”, aseguró el artista mientras abrazaba a su perrito Bowie, quien lo ha acompañado desde hace varios años.

No se refiere a su acento norteño, herencia de su crianza en su ciudad natal de Mexicali, o a la jerga propia de los residentes del norte de México, que no se le despegaron a pesar de que tenía una larga temporada viviendo en Nueva York. Como a muchas otras personas, a Chuy le disgusta escucharse hablando por lo que lo pensaría mil veces antes de repetir una participación en un concurso.

Por eso y porque “juzgar a otro es muy duro, en especial cuando son compañeros a los que admiras y respetas y que están haciendo algo que yo jamás podría lograr”, manifestó.

Eso no significa que la experiencia ha sido negativa. “Me divertí muchísimo, hice grandes descubrimientos como El Dasa y Llane, que son artistas espectaculares. Además, compartir con Charytin fue un lujo. Al resto ya los conocía y fue también espectacular pasar tiempo con ellos, pero el programa me regaló a varios artistas nuevos que admirar”.

De regreso a casa
Chuy y sus compañeros de Reik, Julio Ramírez y Bibi Marín, cerraron el lanzamiento de canciones este 2020 con “Me hace falta muy poco”, una composición colombo-mexicana que cantan en dos versiones con Christian Nodal.

El tema, que cantan en ranchera y en balada pop, fue acompañada de un video grabado en San Diego. “Lo grabamos durante dos días y la pasamos increíble. Cuando invitamos a otro artista, nosotros tenemos mucho cuidado de hacerlo sentir incluído, porque los tres tenemos tanto tiempo juntos que hasta nos leemos la mente con solo mirarnos y nos toca hacer un esfuerzo para dejar entrar a alguien más. Pero con Nodal no nos pasó eso, yo creo que es porque él también es norteño como nosotros, nos une una forma de ser que no tienen en otras partes de México. Tenemos el mismo sentido del humor, fue lo máximo, a pesar de la diferencia de edad. Él es una década más joven que nosotros”, recordó el artista.

Al terminar de promover el tema, Chuy se despidió de la Gran Manzana y comenzó su camino hacia el Oeste. Pasará las fiestas en familia y con muchas ganas de hacer más música, pero esta vez de retorno al trópico.

“Me estoy muriendo de las ganas de bailar y asumo que el resto de la gente se siente igual. Quiero sacudirme toda la tristeza de la pandemia y celebrar la vida”, explicó el artista, quien está convencido que lo que saldrá del estudio será más reggaeton que balada.

“Es un género que me gusta mucho y al que le estamos muy agradecidos”, reconoció y se lanzó a una defensa pasional de la música y los artistas urbanos.

“Cuando decidimos intentar con el reggaeton tenía muchos de los prejuicios que están vigentes en la industria. Pensábamos que sería fácil, pero resultó todo lo contrario”, reconoció al rememorar la grabación de “Ya me enteré”, la colaboración de Reik y Nicky Jam, lanzada en 2016.

“Afortunadamente lo hicimos con Nicky Jam que es un artista generoso, que me enseñó muchísimo”, indicó. Uno de los mayores retos fue contener su poderosa voz. “No es cantar más bajito sino aprender a controlarla”. Otro fue el ritmo diferente de entregar las frases musicales. “Era todo lo contrario a lo que llevaba años haciendo”.

Desesperado por los escenarios
Chuy solo tiene un gran deseo para 2021: “poder hacer la gira que teníamos planificada y que tardamos un año en diseñar”. Era el tour más grande de la banda hasta la fecha y “solo pudimos hacer tres conciertos”, dice con nostalgia. “Es lo que más quiero, poder volver a los escenarios. Lo extraño muchísimo”.

Por ahora, tendrá que conformarse con la experiencia digital. Hoy 17 de diciembre darán una versión de ese concierto de la gira en la página de Facebook de la empresa de cosméticos Mary Kay.

Luego, será descansar, aprovechar la familia y encontrarse con sus compañeros para componer música nueva. ¿Volverá a ser juez o hasta coach en uno de los programas de concursos de canto de la televisión? Según Chuy, todo depende de la posibilidad de dar espectáculos en vivo, pues “jamás sacrificaría estar de frente al público con Reik, por las cámaras”.

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