CRÍTICAS. Chloë Moretz vs. el Patriarcado, Venezuela en aprietos y más estrenos de cine

El inminente cambio de calendario llega con la promesa de una solución más que necesaria para la prolongada emergencia sanitaria de carácter mundial que atravesamos y que permitiría eventualmente la reapertura generalizada de las salas de cine y, lo que es más importante, el regreso de un público masivo que solo se producirá cuando el temor no se encuentre ya a la vuelta de la esquina.

Mientras tanto, nos enfrentamos a una primera semana del 2021 que, como es de esperar, comienza de modo lento, pero que incluye de todos modos propuestas diversas y de interés destinadas a todos los amantes de una industria que se las ha ingeniado para sobrevivir en medio de la incertidumbre.

SHADOW IN THE CLOUD

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Directora: Roseanne Liang

Reparto: Chloë Grace Moretz, Nick Robinson, Callan Mulvey

Género: Ciencia ficción

El inicio del año, que es habitualmente un periodo reservado a los estrenos menos promisorios, se ve súbitamente iluminado por el lanzamiento en salas y autocinemas (incluyendo el Vineland Drive-In de City of Industry) de “Shadow in the Cloud”, una encantadora cinta que complacerá a los amantes de la buena ciencia ficción de bajo presupuesto, pero que trae consigo de manera adicional un saludable mensaje de intención feminista y que, además, nos presenta a un monstruo digno de recuerdo.

Claro que la que más destaca por aquí es la increíble Chloë Grace Moretz, quien, luego de haber participado en varias cintas ‘indie’ de nivel durante los últimos años, asume el papel de Maude Garrett, una piloto de la Segunda Guerra Mundial que, en medio de una peligrosa misión, y antes de descubrir que el avión en el que viaja está siendo asediado por una aterradora criatura voladora, tiene que enfrentarse al acoso verbal y a las actitudes profundamente machistas del resto de la tripulación.

Pese a sus limitaciones de presupuesto, el filme, que remite de modo intencional a la primera “Alien”, resulta tremendamente entretenido incluso cuando tiene mayormente a su protagonista metida en una pequeña cabina, y sus efectos especiales son absolutamente convincentes, tanto en lo que respecta a los súbitos ataques aéreos de los japoneses como en la caracterización física de un ‘gremlin’ que, a fin de cuentas, parece representar también al Patriarcado.

PIECES OF A WOMAN

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Director: Kornél Mundruczó

Reparto: Vanessa Kirby, Shia LaBeouf, Molly Parker

Género: Drama

Disponible desde el 1ro de enero en las salas de cine que se encuentran abiertas (todas ellas fuera de California) y en Netflix desde el 7 del mismo mes, “Pieces of a Woman” es una película basada en una obra teatral del mismo nombre que no será probablemente tolerada por cualquier espectador debido a su dureza, pero que debe ser vista por cualquier cinéfilo que se precie de serlo debido a sus sobresalientes actuaciones y a su impresionante carga emocional.

Para empezar, antes de mostrar crédito alguno, el director Kornél Mundruczó nos expone a una introducción particularmente larga en la que asistimos al complicadísimo parto en el hogar de Martha (Vanessa Kirby), una joven mujer de familia acaudalada y pareja del obrero Sean (Shia LaBeouf). La escena está filmada aparentemente en una sola toma y en tiempo real, lo que pone al espectador cara a cara con un proceso ya de por sí doloroso que, además, termina de manera desastrosa.

Lo que sigue después baja inicialmente la intensidad para mostrar a la pareja lidiando con los hechos a lo largo de los siguientes meses y enfrentándose sobre todo a una demanda civil en contra de la partera que los asistió; pero las tensiones van incrementándose a medida que los involucrados (incluyendo a la madre de Martha, interpretada magníficamente por la legendaria Elleb Burstyn) van tomando posturas a veces opuestas en el caso. Se trata, en suma, de un filme que puede ser difícil de digerir, pero que es indudablemente poderoso y que debería darle al menos una nominación a Kirby, cuyo desempeño es espectacular.

HAPPY FACE

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Director: Alexandre Franchi

Reparto: Robin L’Houmeau, Debbie Lynch-White, Alison Midstokke

Género: Drama

La delicada tarea de presentar una película de ficción en la que intervienen muchos personajes desfigurados que son además interpretados por actores desfigurados, es resuelta con brío en “Happy Face”, una producción única y definitivamente arriesgada que se estrena el 1ro de enero en las salas que están abiertas y de modo digital el 5 del mismo mes.

Stan (Robin L’Houmeau) es un adolescente ‘normal’ que, para lidiar con la enfermedad de su madre, decide incorporarse con engaños a un grupo de ayuda para personas con los problemas físicos ya descritos, lo que ocasiona una serie de enredos que se prolongan luego de que su artimaña es descubierta pero se decide dejarlo en el equipo, debido a que sus métodos radicales se están mostrando relativamente efectivos.

Lo más interesante es que, además de darle oportunidades de lucimiento a individuos que no suelen ser obviamente recibidos con los brazos abiertos en producciones cinematográficas y televisivas, este filme canadiense con diálogos en inglés y francés no cae nunca en las trampas ‘motivacionales’ ni en las soluciones fáciles, sino que mantiene esa combinación de drama, comedia, tragedia, seriedad y caos que corresponde a la vida misma.

ÉRASE UNA VEZ EN VENEZUELA / ONCE UPON A TIME IN VENEZUELA

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Director: Anabel Rodríguez Ríos

Género: Documental

El hecho de que sea la apuesta de Venezuela para la categoría de Mejor Película Internacional del Oscar puede llevar a pensar de inmediato que este documental, que se acaba de estrenar en la plataforma Topic (especializada en propuestas ‘indie’ y con temática social), y que busca también un lugar en las nominaciones de la Academia al Mejor Documental, es una apología del chavismo y, por extensión, del mandato de Nicolás Maduro.

Nada más errado, porque se trata en realidad de un largometraje exento de narrador en el que las imágenes que se muestran y las palabras que dicen sus personajes de la vida real (a veces en declaraciones ante la directora Anabel Rodríguez Ríos, pero mayormente en el transcurso de sus vidas cotidianas) dan cuenta del fracaso al menos parcial del sistema que rige actualmente al país sudamericano en lo que respecta al cuidado y la protección de sus habitantes menos favorecidos.

Para hablar de un problema que afecta a muchos desde una perspectiva íntima y con alcances narrativos, Rodriguez Ríos eligió a dos mujeres de personalidades fuertes: Tamara, una empleada gubernamental empeñada tanto en que su partido gane las elecciones parlamentarias como en lograr que el gobierno le preste atención a su localidad abandonada, y Natalie, una maestra de escuela de la oposición que se ve cada vez más limitada por las demandas de un poder que no quiere tenerla más en su puesto.

Al final, terminamos entendiendo de algún modo a las dos, y lamentando que las intenciones aparentemente positivas de una propuesta política terminen viéndose tan empeñadas por una red de negligencia y de corrupción que no proviene necesariamente “del Imperio”.