La actriz mexicana Arcelia Ramírez compite en la selección Una Cierta Mirada del Festival de Cine de Cannes
Como protagonista del largometraje La Civil, Arcelia Ramírez quedó maravillada de la manera en que la directora belga rumana Teodora Mihai abordó su historia sobre desapariciones, impunidad y la aparición de “justicieros” frente al crimen organizado en México.
La actriz recuerda días en que no lograron filmar todas las escenas previstas para la coproducción mexicana, que compite este año en la selección Una Cierta Mirada del Festival de Cine de Cannes, pues las pláticas con la cineasta eran extensas para entender el dolor de las madres que, sin ayuda, buscan a sus hijos desaparecidos.
“Teodora se comprometió con la problemática, pero al mismo tiempo tiene una pequeña distancia que le permite verla. De pronto los mexicanos estamos tan cerca del problema que lo vemos borroso y un paso más atrás se ve más claro.
“Lo principal es que se echó un clavado en su historia, en el personaje, que lo ama profundamente, y me contagió ese amor. Aunque no pude hacer trabajo de campo porque estábamos confinados por la pandemia, tenía lo que ella había investigado”, detalló la Ramírez en entrevista telefónica.
“La directora Teodora Mihai realizó un trabajo de investigación exhaustivo, conocía perfectamente a su personaje y lo que quería contar... Me platicaba que la nacionalizaron mexicana al dar el anuncio de que la película va a Cannes”.
— Arcelia Ramírez, actriz
En la trama, la actriz da vida a Cielo, una ama de casa cuya vida cambia por completo cuando su hija adolescente es secuestrada por un cartel local.
La Civil está inspirada en las historias que conocieron de primera mano Mihai y el escritor Habacuc Antonio de Rosario, autor del libro “Sin Trincheras”, donde retrata la vida cotidiana trastocada por la violencia del narcotráfico.
“Su investigación daba cuenta de la complejidad de la violencia que se vive en México, ellos recogieron muchos testimonios, hablaron con mujeres que tienen hijos desaparecidos y de ahí surge este proyecto que es la voz de un problema tan doloroso.
“Mi personaje tiene que tomar justicia por su propia mano y por eso me parece un rol urgente. La película aspira a poner en la mesa la reflexión, ojalá que conmueva, conecte con el espectador y suscite el análisis de esta problemática”, señaló Ramírez.
Para la ganadora del Ariel a Coactuación Femenina por Perfume de Violetas (2001), la exigencia fue mayúscula al aparecer su personaje en todas las escenas.
“Nos concentramos en las contradicciones de esta mujer que tiene la intención de encontrar a su hija y a la verdad, pero se mete en un círculo de violencia que la arrastra un poco. Su complejidad la respetamos muchísimo y la dosificamos desde el principio.
“Las conversaciones eran escena por escena, entre mis preguntas y el material que ella ofrecía se volvía vasto el análisis”, recordó la actriz de Así es la Vida.
La película lleva también otros toques mexicanos; se filmó en Durango durante noviembre y dos terceras partes de diciembre, la coproducen Michel Franco y Eréndira Núñez y también la estelarizan Álvaro Guerrero y Jorge A. Jiménez.
Otros monstruos del cine también apoyaron el proyecto como productores: los hermanos Dardenne y Cristian Mungiu.
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