La próxima atracción de Hollywood destinada a atraer a millones de visitantes anuales es un festín de monstruos cinematográficos y villanos de ciencia ficción reunidos por un antiguo actor infantil convertido en director cuya afición al coleccionismo escaló hasta alcanzar proporciones de superproducción.
Rich Correll, que hizo sus pinitos como actor en la legendaria comedia de la época del boom “Leave It To Beaver”, acumuló una colección de 15 millones de dólares de atrezzo, trajes y otros recuerdos que ha utilizado para Icons of Darkness, una nueva atracción emergente en el centro Hollywood & Highland que espera convertir en uno de los museos del entretenimiento más atractivos del país. La visión de Correll es crear un destino para los aficionados al terror, la ciencia ficción y la fantasía a la altura del venerado Salón de la Fama del Rock & Roll para los amantes de la música.
En una tarde reciente, Correll mostró su colección a los visitantes con un entusiasmo infantil, riéndose cuando las ráfagas de aire de la casa de la diversión asustaban a los espectadores de Freddy Kruger, Jason Voorhees y figuras de otros personajes de pesadilla vestidos con sus trajes de película.
Entre ellos están la túnica de bruja que llevaba Margaret Hamilton en “El mago de Oz”, el traje de Lon Chaney de “El fantasma de la ópera” y el traje del monstruo de Boris Karloff de “Frankenstein”.
La colección de Correll comenzó cuando él y el protagonista de “Beaver”, Jerry Mathers, trabajaban juntos en el lote de los Estudios Universal y “eran grandes fanáticos de los monstruos” que amaban las películas de terror y se emocionaban con las visitas al departamento de maquillaje del estudio donde se creaban los monstruos, señaló Correll.
“Era el paraíso en la tierra para los niños pequeños que amaban las películas de terror”, dijo.
Correll se sorprendió al ver cómo se tiraban accesorios y vestuarios que le parecían preciosos, como un traje para el actor que interpretaba al monstruo en “Creature From the Black Lagoon”. En 1959 o 1960, cuando no tenía más de 12 años, Correll indicó que se atrevió a sacar de la basura una cabeza de un disfraz de la comedia de terror de 1953 “Abbot y Costello conocen al Dr. Jekyll y al Sr. Hyde” y comenzó una obsesión de por vida por coleccionar recuerdos de películas de ciencia ficción y terror.
“Era una de las cabezas de Hyde”, subrayó Correll, de 73 años, “y todavía la tengo”.
Su colección es ahora la mayor del mundo, expuso, e incluye accesorios tan pequeños como los Gremlins de “Gremlins 2: La nueva hornada” y tan grandes como los dinosaurios de tamaño natural de las películas de “Parque Jurásico”.
Alrededor de la mitad de la colección de Correll está expuesta en Hollywood & Highland en un lugar del primer piso en el bulevar que es un adelanto de lo que será el hogar más grande a largo plazo del museo cuando se abra a finales de abril, señaló.
La atracción permanente en el piso superior de Hollywood & Highland se llamará Icons of Darkness/The Science Fiction Fantasy and Horror Hall of Fame, comentó.
“Estamos planeando hacer todo lo que hace el Salón de la Fama del Rock and Roll, pero con más frecuencia”, mencionó, como ceremonias de ingreso, apariciones de celebridades y otros eventos transmitidos en vivo.
También tendrá una tienda, indicó, “donde se puede entrar y comprar cosas relacionadas con los zombis, pero también jugar” como “lanzar cerebros a las cabezas de los zombis” y disparar a los muertos vivientes.
Algunas partes de Hollywood & Highland están cerradas mientras el centro se somete a una renovación de 100 millones de dólares destinada a hacerlo más moderno y atractivo. Hasta la mitad del espacio del espléndido centro comercial se convertirá en oficinas de alquiler, un reflejo del difícil clima para las tiendas minoristas y la aparición de Hollywood como uno de los principales mercados de oficinas de la ciudad.
En opinión de Correll, ya es hora de que la parte del negocio cinematográfico, tradicionalmente menos aclamada por la crítica, obtenga un respeto cultural acorde con su atractivo para el público.
Las películas del oeste, así como los musicales han ido ganando y perdiendo popularidad, por ejemplo, pero “el único género de la historia del cine que nunca ha dejado de ganar dinero ni ha pasado de moda ha sido el terror, la ciencia ficción y la fantasía”, afirma. “Y, sin embargo, la ciudad nunca ha rendido un verdadero homenaje a esas cintas, a pesar de que han sido las campeonas de la taquilla en años en los que otros filmes han ganado el premio a la mejor película”.
La ubicación del museo junto al histórico Teatro Chino TCL, donde millones de visitantes anuales pisan las huellas de hormigón de las estrellas de cine, lo sitúa en el centro neurálgico del turismo de Hollywood, que está cobrando fuerza incluso a pesar de la pandemia.
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De abril a junio, el tráfico peatonal en Hollywood Boulevard se disparó hasta un 153%, según un estudio realizado por Hollywood Partnership, un programa de mejora de los negocios a lo largo del bulevar y otras partes interesadas. La tasa de ocupación hotelera en la zona de Hollywood/Beverly Hills ha subido del 52% en abril al 72% en julio, según STR, una empresa global de datos y análisis de hostelería.
La tasa de ocupación del lujoso hotel Dream Hollywood ha superado el 85% y los ingresos por la venta de alimentos y bebidas han empezado a superar las cifras anteriores a la pandemia, según declaró el director general Vaughn Davis a The Times en agosto.
“Es justo decir que los turistas están volviendo”, dijo Drew Planting, presidente de la junta directiva de Hollywood Partnership.
Los socios de Correll en el museo son el productor cinematográfico y promotor inmobiliario Elie Samaha, y el empresario y productor cinematográfico Steve Markoff.
Correll, que estudió cine en la USC con el director George Lucas, es productor, director y guionista de comedias desde 1977. Entre sus créditos están “Happy Days”, “Laverne & Shirley” y “Fuller House”.
“En 2004, creé la serie de Disney ‘Hannah Montana’, que acabó siendo un gran éxito para Disney”, señaló. “Así que he estado involucrado en la comedia literalmente toda mi vida. Mi afición era coleccionar cosas de fantasía y terror. Así que me gusta hacer reír a la gente y me gusta hacerla pasar miedo. Es algo divertido”.
La asociación de alto perfil de Correll demuestra la resistencia de Hollywood, indicó Planting.
“Hollywood es cuestión de nombres, para bien o para mal, así que el respaldo a este museo tiene mucho peso”, dijo sobre Correll. “Es alguien que está en la industria, que ha triunfado en ella, que es conocido, que está bien capitalizado... todo eso resuena en Hollywood”.
Icons of Darkness se une a las paradas turísticas cercanas como Madame Tussauds Hollywood y Ripley’s Believe It or Not! en el Paseo de la Fama, que ofrecen una alternativa a lugares más intelectuales como la exposición Immersive Van Gogh, favorita de los fans de las redes sociales, en los bulevares Sunset y Cahuenga, y los museos de arte formales de la ciudad, explicó Don Skeoch, director de marketing de la Junta de Turismo y Convenciones de Los Ángeles.
“Museos como el del Sr. Correll, que celebran la industria de Hollywood, no hacen sino reforzar el lugar de Los Ángeles como ciudad en la que uno puede vivir la magia del cine”, subrayó Skeoch.
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