El autor de ‘Sanz’ habla de su nuevo álbum introspectivo
Hasta el momento, el balance que Alejandro Sanz tiene de los últimos meses debería ser sumamente positivo. Pese a que él mismo nos ha contado que se contagió dos veces del Covid-19, luego de haberse curado por completo tuvo la oportunidad de embarcarse en una gran gira estadounidense que se desarrolló a lo largo del pasado mes de octubre y que le permitió reencontrarse con sus seguidores tras casi dos años de ausencia de los escenarios.
Y eso no fue todo, porque, antes de iniciarse el citado mes, asistió en persona a la inauguración de su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, acompañado por el cantante y compositor peruano Gian Marco (quien participó en su reciente show angelino, en el YouTube Theater); su pareja, la artista cubana Rachel Valdés, y la actriz mexicana Yalitza Aparicio.
Pero el consagrado cantautor español está decidido a que los últimos días del 2021 le sean igualmente provechosos, porque, luego del lanzamiento de dos sencillos (“Bio” y “Mares de miel”), se prepara para la presentación de “Sanz”, su décimo cuarto álbum en estudio, que estará disponible a nivel mundial desde hoy en la tarde (hora Pacífico).
En la entrevista por Zoom que le ofreció a Los Angeles Times en Español y que puedes ver también por aquí en su versión de video, Sanz habló del contenido de la nueva producción, del aspecto íntimo de sus letras y su música y del regreso a las raíces que se plantea en el disco.
Alejandro, el primer tema lanzado de este nuevo álbum, “Bio”, es muy íntimo, muy confesional. Háblame de él y de los retos que implicó hacerlo.
Quería hacer algo muy honesto, muy auténtico, muy sentido y sin ningún tipo de complejos. Muchas veces, cuando un artista dice que está haciendo una canción muy personal, lo que está haciendo en realidad es un dibujito maravilloso sobre sí mismo. Aquí trato de contar los 30 años de carrera que me han traído hasta donde estoy -e incluso más, porque va desde la infancia-, con sus luces y con sus sombras, sin tener miedo de revelar aspectos que pueden parecer muy personales.
No cumple ningún requisito para ser la canción del verano; el estribillo que aparece al final -y que es la única parte cantada-, pudo estar al medio para darle al asunto una estructura más convencional, pero decidí no hacerlo de ese modo porque le hubiera quitado autenticidad, y yo no quería hacer ninguna concesión.
Claro, porque la mayor parte del tema es hablado, y me recuerda de algún modo a la canción “René” de Residente, que es un buen amigo tuyo. ¿Crees que, debido a lo que ocurrió con la pandemia y las cuarentenas, los artistas se volcaron a hacer composiciones más íntimas?
Lo que se está demandando emocionalmente es eso: la autenticidad. Está pasando también en la parte visual, como es el caso de los fotógrafos, que están prescindiendo del Photoshop, del color artificial y están tratando de ser muy puros. En un momento, cuando hice la canción, me dije ‘co…, la de René tiene la misma esencia’; pero todos estamos tirando hacia eso, hacia formas más puras de contar las cosas.
El video va también por ahí, porque es muy simple.
Claro. Empieza que no sabes muy bien dónde estás, y resulta que estoy en un camerino a punto de salir [al concierto que di] en Rosemont [la ciudad en la que se inició la gira estadounidense].
En el YouTube Theater, Sanz logró satisfacer sin ofrecer novedades
El álbum anterior, llamado “#ElDisco”, tenía muchas colaboraciones con artistas contemporáneos como Residente, Nicky Jam y Camila Cabello. En este caso, el asunto va por otro lado, como sucede con esta suerte de dúo póstumo que haces con Paco de Lucía en “La rosa”, donde hay un toque muy cubano.
Él tuvo una etapa muy interesante en la que se fue a vivir a Cuba por un par de años porque quería hacer un disco con Los Van Van, explorar la música de allá, que le fascinaba, igual que a mí. Cuando murió, un amigo suyo me enseñó ese estribillo de “La rosa”, y me dijo que eso es lo que había dejado Paco. Yo le hice las estrofas, respetando un poco por dónde iba musicalmente, para hacerle un homenaje y traerlo de vuelta, porque se le extraña mucho.
Curiosamente, la letra evita cualquier comentario político, pese a que tú tienes opiniones muy claras sobre el tema.
He decidido que las canciones sean un espacio libre de humos, porque la política lo contamina absolutamente todo hoy en día. Le hace una competencia desleal a los músicos y a la gente de la farándula, porque está cobrando un protagonismo excesivo; no creo que sea sano hablar todo el tiempo de ella. No hace falta meter más leña en ese fuego.
Y lo tuyo en este disco sigue siendo el amor. No hay tampoco canciones sobre la pandemia por aquí.
Hice cosas sobre la pandemia: un documental, una canción… pero creo que la música debe ser un espacio lúdico para la gente, donde se le dé espacio a otras emociones que parecen haber pasado a un segundo plano. No todo es sufrimiento. Cada cosa tiene su tiempo y su lugar.
Por eso tienes esta canción “Mares de miel”, que va más por el lado habitual de tu propuesta, porque es más movida, más pop, en medio de un álbum que se inclina normalmente hacia lo introspectivo.
En un disco, que es un pequeño viaje, creo que hay cabida para todo. Esta canción es mucho más liviana en cuanto a la letra y la melodía, pero también es un pequeño homenaje a la rumba setentera, para quitarle un poco de hierro a todo y darle un respiro a este espacio.
“Yo te quería”, que viene igualmente en el disco, es la primera canción no compuesta por ti que lanzas en tu carrera. Es de la autoría de Manuel Alejandro, que fue tu padrino, mientras que Paco de Lucía fue el padrino de tu hijo, ¿verdad?
¡Mi familia! Manuel Alejandro es uno de los compositores clásicos de la canción; para mí, uno de los más importantes de la Historia junto a Armando Manzanero. Manuel ha escrito tantas canciones que resulta difícil creer todo lo que ha hecho. Si iba a tener una canción que no fuera mía, tenía que ser de él. Ahora mismo, tiene 80 y muchos [NR: son 88]; es un hombre grande, con una cabeza privilegiada. He pasado las mejores tardes desde hace medio año, cuando nos volvimos a encontrar, charlando con él. Es un regalo tener esa canción en el disco.
Has dicho ya que este es un álbum de regreso a las raíces y de tendencia acústica, pero tiene también sus ‘loops’.
¡Siempre! A mí me encantan los sonidos electrónicos, [y los he usado] desde el [álbum] “3” [1995]. En el “Más” [1997] es donde los utilizamos con más ímpetu, digamos; pero siempre me ha gustado la mezcla bien hecha entre lo acústico y lo electrónico.
¿Qué esperas que la gente obtenga de “Sanz”?
Yo quiero que salgan en un pequeño viaje emocional, que lo disfruten y lo hagan suyo. Que les sirva, básicamente.
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