Este es un papel que marcará su vida. Tuvo que competir primero con candidatos al rol que eran más famosos que él, como Ansel Elgort, Miles Teller, Aaron Taylor-Johnson y Harry Styles. Después, al conseguir el trabajo, tuvo que prepararse intensamente para desempeñarlo del mejor modo posible. Y después de un rodaje accidentado que tuvo que posponerse debido a la pandemia, llegó con la cinta terminada al Festival de Cannes, donde recibió una ovación de pie de 12 minutos.
Se trata de una historia con un final feliz, ¿cierto? Probablemente, pero no hay que apresurarse. La auténtica prueba de fuego para “Elvis” ante las grandes audiencias se producirá este fin de semana, tras su estreno masivo en salas estadounidenses, que promete ser particularmente auspicioso pero que no llega con un sello absoluto de aprobación.
Y es que, al mirar los comentarios de los usuarios de YouTube debajo del tráiler oficial de la cinta de Baz Luhrmann (“Romeo + Juliet”, “Moulin Rouge!”), se puede encontrar desde opiniones inmensamente favorables a lo que muestra el adelanto hasta cuestionamientos a la elección del actor que interpreta al ídolo (“no se le parece en nada” es la crítica más frecuente) y reparos ante la forma en que se presenta al intérprete de “Love Me Tender” (“le han dado un ‘look’ afeminado que él nunca tuvo”, se queja alguien por ahí).
Todo esto tendría que genera algún tipo de nerviosismo en Austin Butler (“The Dead Don’t Die”, “Once Upon a Time in Hollywood”), pero lo cierto es que, durante la reciente entrevista que le brindó a Los Angeles Times en Español, y que puedes ver también en video, el joven actor lucía de lo más cómodo y relajado, lo que parece indicar que los mayores momentos de tensión ante la inmensidad del reto son ya para él asuntos del pasado.
“Me siento muy agradecido, porque todas las personas con las que he hablado han tenido experiencias muy emotivas al ver la película; y después de que Priscilla y Lisa Marie la vieron y me enteré de cómo se habían sentido, experimenté un gran alivio”, fue lo primero que nos dijo el intérprete, refiriéndose a la viuda y a la hija del ídolo.
“Al principio, tuve los mismos sentimientos, esas expectativas nada realistas de que podía contorsionar mi cara para lucir exactamente igual que Elvis, hasta el punto de que no pudieras diferenciar entre su cara y la mía”, reconoció ante nuestra sorpresa. “Sí, creí en algún momento que lo podía hacer. Pero después me di cuenta de que no queríamos una caricatura suya, de que no queríamos la versión del Museo de Cera, sino encontrarnos con su alma, y que, si yo había sido el elegido para encargarme de esto, ¿qué es lo que podía hacer? ¿Cuál era mi rol? Encontrar su lado humano, su alma; eso fue lo que me puse como meta. A lo largo de dos años, no hice más que tratar de encontrar su verdad, de sentir todos los aspectos de su vida”.
Esa verdad incluía no solo los ademanes y la voz que tenía Presley al hablar, sino también la voz que empleaba al cantar, al menos en la primera parte de la película, que dependió enteramente de tus habilidades en el canto. Me parece que ya habías cantado en algunas de las series de televisión en las que participaste, como “Are You There, Chelsea?”; eso es al menos lo que muestra un video que encontré en YouTube.
Ni siquiera sé si era yo cantando ahí [risas]. Creo que no.
¡Oh! Bueno, pero habías hecho música, aunque no de modo abierto.
La música ha sido siempre algo muy privado para mí. Era como una terapia que me llevaba a dedicar ocho horas del día a tocar la guitarra en mi cuarto. Solo cantaba ante personas muy cercanas. Regresando al asunto de por qué Elvis hizo las cosas que hizo, por qué hacía esos movimientos, por qué cantaba como lo hacía, [se debía a que] la música era la manera en que se expresaba mayormente. La música era todo para él.
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Para poder conectarme con ese aspecto, pensé que mi responsabilidad era poder cantar lo más que pudiera, por lo que me preparé como si fuera a estar cantando todo en la película. Sabía que la parte de los ’50 iba a tenerme cantando, porque eso se grabó originalmente en acetato, en mono, y no lo podíamos usar debido a la imposibilidad de separar las pistas. En otros momentos, mi voz se mezcla con la suya, y “Unchained Melody” sí está toda con su voz, especialmente porque sabes que un par de semanas después él ya no estaba vivo, y escucharlo en ese momento genera mucho impacto.
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Bueno, durante ese periodo, solo escuché a las influencias que Elvis tuvo, como Sister Rosetta Tharpe, Big Mama Thornton y Howling Wolf. Pero yo escucho [normalmente] una gran variedad de música; me encanta el jazz -artistas como Miles Davis y Chet Baker-, pero también música más moderna, como Radiohead, que es uno de mis grupos favoritos.
Para mí, uno de los aspectos más interesantes de la película es el modo en que retrata el lado más social de Elvis, por llamarlo de algún modo. Se ha escrito mucho del tema y ha habido mucha controversia; ha habido quienes lo han acusado incluso de robar elementos de la música afroamericana. En esta película se muestra lo bien que se lo recibía en el epicentro cultural afroamericano de Beale Street, el modo en que estaba rodeado por esos músicos; y también se muestran las maneras sutiles en que trató de apoyar a la misma comunidad durante el apogeo del movimiento por los derechos civiles. Hay gente que ni siquiera reconoce estos hechos.
Eso era vital; eso era todo. Era imprescindible para poner su vida en contexto. No habríamos tenido a Elvis sin la música negra, sin la cultura negra; sus influencias musicales, sus influencias espirituales, su vestuario, la fibra misma de su ser tenían que ver con haber sido un niño muy pobre que creció en una de las pocas casas de blancos que existían en un barrio afroamericano, y antes de que se presentara cualquier idea de tinte social en su mente, era un niño que jugaba con sus amigos mientras descubría las cosas que más iba a amar.
Pero creo que es también importante que se muestren en la película situaciones como su visita al Club Handy, que es el lugar donde se recarga, donde se siente más como él mismo, donde encuentra inspiración, donde puede escapar de todas las ideas preconcebidas que existen sobre él y regresar a sus raíces. Es allí donde se siente más vivo.
Sin embargo, cuando está hablando con B.B. King sobre la devoción que siente por Little Richard y le dice que quisiera grabar una de sus canciones, este le responde que, si lo hiciera, ganaría mucho más dinero que el que ese chico [afroamericano] podría esperar en toda su vida. Es sumamente importante referirse a esa disparidad tan injusta, que tiene que ser puesta en contexto.
Pero el filme pregunta también de qué manera hemos crecido y de qué manera no, como sociedad, y qué es lo que podemos aprender. También debemos considerar el hecho de que Elvis no fue nunca una figura política, como sí lo fue por ejemplo Marlon Brando en la misma época; en cambio, él se vio siempre como un ‘entertainer’, y la manera en la que hablaba era a través de la música.
Pero cuando observas cualquier aspecto de su vida -como sus elecciones musicales, desde el momento en que se divorcia, cuando decide cantar “Separate Ways” y “Always on My Mind”, hasta cuando decide cantar una canción que se refiera a lo que está pasando en medio del estallido del movimiento de los derechos civiles e interpreta “If I Can Dream” y, poco después, “In the Ghetto”-, te das cuenta de que hablaba a través de su música, porque nunca fue un hombre que verbalizara mucho las cosas.
Esto es, de alguna manera, un cuento aleccionador sobre el modo en que debemos ponernos de pie para defender lo que creemos y lo que es correcto, pero es también una historia inspiradora sobre los momentos en que la gente trataba de mantenerlo controlado, cuando él se rebeló e interpretó canciones que le dijeron que no interpretara.
¿Puedes hablar un poco de Tom Hanks? Su actuación también es muy llamativa; interpreta al manager de Elvis, que fue tan controvertido, y tuvo que llevar muchas prótesis encima para cumplir con el trabajo. ¿Cómo fue colaborar con una leyenda así?
Es el mejor. Tan gentil, abierto y generoso. Fue mi héroe, y lo sigue siendo. Cuando se trata de uno tus héroes, nunca sabes si vas a poder colaborar realmente con él o si te vas a pasar todo el tiempo mirándolo y pensando: “¡Es Tom Hanks!”
Sin embargo, al inicio de todo esto, él se mostró vulnerable, se abrió ante mí, y eso nos permitió ser unos colegas que se pusieron a trabajar para entender cuál era la relación entre estos dos personajes y explorar su complejidad, porque es demasiado simplista llamarlo un villano. Tienes que darte cuenta de que hubo una razón por la que Elvis le fue fiel, incluso hasta un punto equivocado, porque hubo tragedia en su vida debido a que en cierto momento no se le dejó desarrollar su creatividad ni irse de gira alrededor del mundo, lo que es absolutamente devastador.
Pero también debes darte cuenta de que, después de que Elvis perdió a su madre, “El Coronel” estuvo allí y se convirtió en la voz que él escuchaba para saber lo que debía hacer. Fue complicado.
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