Monica Lewinsky alabó a Jay-Z por admitir su infidelidad en su álbum ‘4:44’

Monica Lewinsky no es ajena a las aflicciones de la infidelidad. También está al tanto de las formas en que los hombres poderosos logran esquivar la rendición de cuentas cuando son sorprendidos con un affaire.

Así que, cuando una celebridad masculina de alto perfil como Jay-Z confiesa sus transgresiones maritales, Lewinsky es claramente la persona para opinar.

En un nuevo editorial -llamado “Jay-Z, el Príncipe Harry, Brad Pitt y las nuevas fronteras de la vulnerabilidad masculina”- que redactó para Vanity Fair, la expasante de la Casa Blanca elogió al rapero y magnate por su honestidad al hablar de sus infidelidades pasadas en su reciente álbum, “4:44”. Es más, aclaró que no necesitaba ser tan sincero.

“Jay-Z tenía opción”, escribió Lewinsky. “Después de ser desafiado públicamente por su esposa en su feroz álbum y video ‘Lemonade’, de 2016, Jay-Z sabía que sus fans no hubieran parpadeado si su próximo disco pasaba por alto las acusaciones. No es inusual para los hombres hacer eso”.

“Y no es como sino hubiéramos visto juntos en el mundo a Beyoncé y Jay-Z desde entonces; por no mencionar la llegada de sus gemelos. Jay-Z podría haber ignorado todo. Pero, en cambio, eligió un camino de franqueza que impulsará la conversación y ayudará a otros”, prosigue el artículo.

La mejor forma de describir “4:44”, de Jay-Z, es como fuertemente personal. En “Footnotes for 4:44” el artista expone los detalles íntimos de una etapa débil de matrimonio.

“Esta es mi vida real”, dice en el video. “Llegué a este lugar, construimos una enorme y hermosa mansión de una relación que no estaba 100% basada en la verdad, y todo comenzó a agrietarse. Comenzaron a ocurrir cosas que el público podía ver. Entonces tuvimos que llegar a un punto donde dijimos: ‘OK, tiremos esto abajo y empecemos desde el principio’… Fue lo más difícil que he hecho en mi vida”.

Para Lewinsky, la vulnerabilidad de Jay-Z marca un alejamiento clave de la idea tradicional de “masculinidad” a menudo prescrita a los hombres, especialmente a aquellos en roles influyentes. “Es un antídoto refrescante y estimulante ver que iconos masculinos transmiten vulnerabilidad en una época en que la nueva élite de poder de Washington y nuestra cultura vulgar se ocupan de proyectar una caricatura anticuada de la masculinidad todo el tiempo”, escribió.

El ensayo completo de Lewinsky en Vanity Fair puede leerse aquí.

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Traducción: Valeria Agis