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Nombran prócer de la paz a cardenal Obando en Nicaragua

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La Asamblea Nacional nicaragüense, aprobó una propuesta del presidente Daniel Ortega, de nombrar “Prócer nacional de la paz y la reconciliación” al cardenal emérito Miguel Obando, de 90 años.

“Muy mal favor le hacen al cardenal, porque los próceres no son el resultado de un nombramiento, sino de un reconocimiento de la población a una persona, se trata de una manipulación política en año electoral”, dijo el diputado del disidente Movimiento Renovador Sandinista, Enrique Sáenz, en alusión a las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.

De los 91 diputados de la Asamblea Nacional, 65 decidieron votar por la nominación de Obando, de los cuales 63 son del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional. Los diputados de la opositora bancada Alianza del Partido Liberal Independiente, se ausentaron de esta sesión plenaria.

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“Nos sentimos orgullosos y contentos por ese reconocimiento al cardenal Miguel, por su trabajo de vida entera por la paz, reconciliación y entendimiento entre los nicaragüenses”, dijo la vocera gubernamental Rosario Murillo al oficialista canal 4 de televisión.

Ortega envió la polémica propuesta a finales de enero y argumentó que Obando ha sido en Nicaragua “un pilar fundamental de la paz y la reconciliación”, pues actuó como mediador en diversos conflictos políticos y militares.

“Creo que nombrarlo prócer en vida es más que justo y correcto”, dijo el diputado oficialista Jacinto Suárez en su intervención el miércoles ante el plenario de la Asamblea.

Para el legislador liberal Eliseo Núñez, “si en realidad lo quisieran, no lo hubiesen nombrado prócer, es una burla para el mismo Obando que es un símbolo de que Ortega puede comprar a cualquiera”.

Obando fue mediador entre el dictador Anastasio Somoza Debayle y la guerrilla nicaragüense en 1974 cuando un comando asaltó la casa del entonces ministro de Somoza José María Castillo, y cuatro años después en un asalto al Palacio Nacional que servía como sede del Parlamento, por parte de un comando armado dirigido por el guerrillero Edén Pastora.

En los años 80, durante el primer gobierno sandinista, fue considerado “archienemigo” de la Revolución por criticar la ideología marxista leninista que implementaban sus dirigentes entre ellos, el presidente Ortega.

En 1990, tras el fin de la guerra de los “contras”, a quienes la jerarquía católica apoyaba públicamente, el cardenal participó como garante del proceso de paz que supuso el desarme de unos 40.000 insurgentes y la reducción del ejército sandinista de 100.000 hombres a unos 12.000 efectivos.

Aunque durante esa década, Obando y Bravo, se mantuvo crítico del opositor Frente Sandinista fue acusado de desestabilizar a los gobiernos liberales.

En 2002, tuvo un acercamiento con Ortega, después que la Contraloría General anunciara que ante los resultados de una auditoría en el poder electoral enviarían a los tribunales por malversación de caudales públicos a su presidente Roberto Rivas, hijo de la asistente del prelado, Josefa Reyes.

Luego de ese encuentro la Fiscalía de Cuentas, en la que Ortega tenía gran influencia, cambió el resultado de la auditoría. Un año después Obando ofició una misa por el 25 aniversario de la Revolución Sandinista que derrocó a Somoza y celebró la boda religiosa entre el líder sandinista y Rosario Murillo.

Actualmente, el nuevo prócer preside la Comisión de Verificación, Reconciliación, Paz y Justicia del gobierno sandinista.

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