Ex prisionero de Guantánamo está grave por huelga de hambre
URU — El sirio Abu Wa*el Dhiab, uno de los seis ex prisioneros de Guantánamo que Uruguay acogió en 2014, se encuentra en grave estado de salud por la huelga de hambre que realiza en reclamo de que le permitan reunirse con su familia en otro país.
“Se está muriendo”, aseguró el viernes Alejandra De Bittencourt, una de las voceras del grupo “Vigilia por Jihad Deyab”, que brinda asistencia al sirio.
Dijo que la salud de Dhiab se deteriora cada vez más y que los médicos desean internarlos, pero que él se niega a esa medida hasta que no se le cumpla su reclamo.
“Él quiere despedirse de su familia y quiere que la prensa asista, porque es su última manifestación de voluntad”, señaló.
De acuerdo con declaraciones de sus amigos, Dhiab no bebe líquidos desde hace una semana.
Un médico de la salud pública lo visitó el viernes, pero se retiró sin hacer declaraciones.
Tras visitarlo en el apartamento donde realiza la huelga de hambre y evidenciando en su rostro su preocupación, Christian Mirza —encargado del gobierno uruguayo para los refugiados de Guantánamo— declaró a la AP que “su estado es delicado” y que están trabajando “para salvarle la vida”.
El funcionario dijo días atrás a radio Sarandí que el gobierno hace gestiones ante diferentes estados, particularmente del mundo árabe, para que acojan a Dhiab y cumpla su deseo de encontrarse con sus familiares.
Amigos del sirio subieron un video a Youtube en que se lo ve acostado y hablando en voz muy baja en árabe.
“Mi decisión de hacer una huelga de hambre es mi decisión final. Ya sea en Argentina, Afganistán o donde sea, con mi familia o moriré”, dice Dhiab en el video. “Mi hija se casará en 10 días. Me hubiera gustado estar contigo”, agrega.
En cuanto a su situación en Uruguay, sostiene que “soy un prisionero. Me dicen que soy libre, pero eso no es verdad”.
Dhiab abandonó Uruguay en julio y reapareció después en Caracas, donde manifestó su intención de viajar a Turquía o a un tercer país para reunirse con su familia, según indicó la cancillería uruguaya.
Tras estar un mes detenido e incomunicado, Venezuela lo deportó por haber ingresado sin realizar los trámites migratorios correspondientes.
Dhiab, que se desplaza con muletas, ha acusado en repetidas oportunidades al gobierno uruguayo de incumplir una supuesta promesa de traer a su familia al país y en septiembre de 2015 aconsejó a los prisioneros que permanecen en Guantánamo que no acepten venir a Uruguay.
Seis ex prisioneros de Guantánamo —cuatro sirios, un tunecino y un palestino— llegaron a Uruguay en diciembre de 2014 durante la presidencia de José Mujica.
Estados Unidos ha usado su base en Guantánamo desde enero de 2002 para mantener a sospechosos de vínculos con Al Qaeda y el Talibán.
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