Colombia defiende la lucha antidrogas ante la amenaza de descertificación de Trump
Bogotá — Colombia defendió hoy con firmeza su lucha contra las drogas tras la amenaza de “descertificación” de EE.UU., al declararse el país que “más sangre ha puesto” en este propósito y un “importante aliado” de Washington en el continente.
Después del sorpresivo anuncio del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre la posibilidad de no avalar la labor antidrogas colombiana, el Gobierno de Juan Manuel Santos aclaró que nadie tiene que amenazarles “para enfrentar este desafío”.
“Colombia ha sido la nación que más sangre ha puesto, que más sacrificios ha hecho” contra el narcotráfico, manifestó el jefe de Estado durante una visita a la Base Naval de Bahía Málaga, en el Pacífico, y sin citar directamente a Estados Unidos.
Santos se pronunció un día después de que Trump enviara al secretario de Estado, Rex Tillerson, un memorándum en el que identificó a 22 países, en su mayoría latinoamericanos y caribeños, como grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
“Colombia es sin lugar a dudas el país que más ha combatido las drogas y más éxitos ha tenido en este frente. Nadie tiene que amenazarnos para enfrentar este desafío”, manifestó el Gobierno en un comunicado divulgado a primera hora de este jueves.
En el mensaje, el Gobierno recuerda que durante más de 30 años “Colombia ha demostrado su compromiso, pagando un muy alto costo en vidas humanas, con la superación del problema de las drogas”.
La advertencia recordó la decisión del 1 de marzo de 1996, cuando la Casa Blanca “descertificó” a Colombia en uno de los momentos más críticos de la relación bilateral, después de que el entonces presidente Ernesto Samper (1994-98) fue salpicado por denuncias sobre la infiltración de dineros del narcotráfico en su campaña.
La situación cambió radicalmente en los últimos años, cuando Bogotá y Washington han mantenido una estrecha amistad que se ha traducido en una importante cooperación estadounidense a las Fuerzas Armadas y la Policía de Colombia.
Sin embargo, una declaración formulada el martes por el secretario adjunto de Estado de EE.UU. para Seguridad y Lucha Antinarcóticos, William Brownfield, demostró la preocupación de la Casa Blanca porque el Gobierno de Santos se concentró “abrumadoramente” en los últimos seis años en la paz con las FARC.
“Creo que hemos superamos el debate sobre las responsabilidades y el debate sobre si es la oferta o la demanda la que genera el problema de las drogas. Ha quedado demostrado que nadie ha ganado solo esta batalla”, declaró el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, en una entrevista con RCN Radio.
Al pronunciarse sobre el tema, Villegas comentó que con el acuerdo firmado el pasado 24 de noviembre con las FARC, hoy desarmadas y convertidas en partido político, el país avanza “en una solución integral en materia de sustitución y erradicación” de los cultivos ilícitos.
Villegas subrayó que ya “arrancó en firme la sustitución”, por lo que Colombia ha hecho “como nunca antes, interdicción en laboratorios, en insumos y en extinción de dominio (confiscación)”.
Por su parte, el vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo, consideró “prudente” que la relación entre su país y EE.UU. “no se fracture” por el aumento de los cultivos de coca.
“Aquí, claramente notamos una advertencia, pero más que la advertencia, lo que nosotros estamos diciendo es: hoy Colombia puede mostrar que no ha bajado la guardia”, subrayó el funcionario, que calificó de “incontrovertibles” los resultados antidrogas del país.
El vicepresidente apuntó que la estrategia de Colombia prevé la erradicación forzosa de 50.000 hectáreas de cultivos ilegales y otras 50.000 mediante la sustitución de sembrados.
Además, destacó que han sido capturadas 1.000 personas con fines de extradición y se incautaron 1.600 toneladas de cocaína en estos siete años del Gobierno Santos, lo que, a su juicio, muestra una tasa de eficacia “por encima del promedio internacional”.
Y tras señalar que “Colombia es el principal y más importante aliado de los EE.UU. en América Latina”, Naranjo dijo dudar que en la región “haya un sistema de cooperación judicial más cercano e importante” que el de Bogotá con el de Washington.
Cifras divulgadas en marzo pasado por la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp, por su sigla en inglés) revelaron que en Colombia hay 188.000 hectáreas de coca, que pueden producir al año 700 toneladas de cocaína.
Otro estudio de ese mes de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas indicó que la superficie dedicada a estos cultivos aumentó un 39 % en el país, al pasar de 69.000 hectáreas en 2014 a 96.000 en 2016.
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