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El fantasma de la inflación sobrevuela de nuevo Alemania con la pandemia

El fantasma de la inflación sobrevuela de nuevo Alemania con la pandemia
EPA/BRITTA PEDERSEN/Archivo
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El repunte de la inflación ha encendido el debate en Alemania, un país especialmente sensible a este indicador, entre quienes ven una dinámica coyuntural y quienes temen que el encarecimiento lastre la recuperación tras la pandemia.

Las advertencias se habían sucedido en los últimos meses, pero las cifras de mayo, publicadas esta semana, hicieron saltar las alarmas en Alemania, dominada por los economistas ordoliberales y traumatizada por la memoria de la hiperinflación en el período de entreguerras.

La inflación interanual repuntó en mayo un 2,5 %, la mayor tasa desde 2011, acelerando la tendencia alcista registrada desde principios de año, tras el 1,0 % de enero, el 1,3 % de febrero, el 1,7 % de marzo y el 2,0 % de abril.

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“La inflación está ahora mismo minusvalorada: el encarecimiento en Alemania va a pisar ahora el turbo”, advirtió en “Bild” el economista jefe del banco VP, Thomas Gitzel.

Los expertos prevén que esta situación se prolongue e incluso se agudice en los próximos meses ligada a una serie de factores relacionados con las consecuencias económicas de la pandemia y las restricciones.

Esto se debe, argumentan, al encarecimiento de la energía, sobre todo en comparación con el desplome que se registró en la primavera del año pasado, cuando el parón de la economía global hizo que se desplomasen los precios.

Influye además la reactivación de algunos servicios con mayores precios tras las restricciones (como el turismo, la restauración y las peluquerías) y los problemas de suministro de ciertos productos (de los microprocesadores al material de construcción).

La representante alemana en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel, y el presidente del Instituto de la Economía Alemania (IW), Michael Hüther, estiman que la inflación interanual superará este año el 3 %.

Algunos elevan aún más la marca. El economista jefe del banco Berenberg, Holger Schmieding, prevé que se eleve “hasta el entorno del 4 %”, debido al efecto estadístico de la reducción temporal del IVA del año pasado.

Estas tasas están claramente por encima del objetivo del BCE, de “cerca, pero por debajo del 2 %”, una de las señas de identidad de la autoridad monetaria por la impronta alemana.

Los recientes incrementos, esgrimidos por algunos medios como “Bild” y otros periódicos conservadores, han agitado en Alemania el fantasma de la inflación, que se identifica rápidamente con la pobreza sobrevenida y la ruina injusta del tenaz ahorrador.

Muchos expertos consideran sin embargo que se trata de una situación coyuntural y que la inflación se relajará en los próximos meses, conforme empiece a normalizarse la situación tras 15 meses de pandemia gracias a los avances de la campaña de vacunación y el fin de la tercera ola.

“Cuando concluyan estos efectos extraordinarios para el cambio de año debería volverá a debilitarse el nivel de los precios al consumidor. Desde el punto de vista de hoy, no esperamos un incremento sostenido de la tasa de encarecimiento”, concluía el último boletín mensual del Ministerio de Economía.

POLÍTICA MONETARIA

La polémica llega también al BCE, pues algunos argumentan que la autoridad monetaria debería empezar a tomar medidas para controlar la inflación.

Schnabel, en una entrevista en la televisión RTL, estimó sin embargo que como se trata de “una variación a corto plazo” no es necesario que el BCE restrinja su política monetaria expansiva.

El BCE mantiene operativos dos programas de compra de activos, uno por la pandemia o PEPP, con un volumen de 1.850 billones de euros hasta al menos finales de marzo del 2022, y otro ligado a los tipos de interés, de 20.000 millones mensuales.

Algunos economistas alemanes han alertado desde la puesta en marcha de las medidas monetarias no convencionales del BCE con la crisis de la deuda que éstas tienen un efecto inflacionario, aunque la significativa ampliación del balance de la autoridad monetaria de los últimos años no ha conllevado en la práctica un aumento de los precios.

Hüther, por su parte, aseguró en una entrevista en el canal informativo “ntv” que no percibe “como algo duradero” el actual repunte de la inflación y confió en que, después de que este año sea “claramente más alta”, el año que viene llegará la “normalización”.

El economista Volker Wieland, miembro del consejo asesor del gobierno conocido como “los cinco sabios”, pidió sin embargo no “minimizar” la repercusión de los “efectos temporales” y alertó de los riesgos de la política monetaria expansiva.

Algunos expertos han señalado además que a principios de año entró en vigor un impuesto sobre las emisiones contaminantes para el transporte y la calefacción, una medida permanente que influirá asimismo en la inflación de la primera economía europea.

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