Guatemala detiene a presuntos “coyotes”; 4 buscados por EEUU
HUEHUETENANGO, Guatemala — Ya con los rayos del sol sobre ellos, la veintena de policías y fiscales incursionó en la finca en una zona montañosa del norte de Guatemala cerca de la frontera con Mexico y encontró a su objetivo dormido.
En un cuarto de la única vivienda de cemento de la finca, la policía localizó y despertó a Felipe Diego Alonzo, un guatemalteco que asegura ser sembrador de cebollas, pero que para el gobierno es el líder de una importante red de tráfico de migrantes sobre el que pesa una orden de extradición a Estados Unidos.
La detención el martes de Alonzo en la localidad de Huehuetenango fue parte de una inusual operación en cuatro provincias de Guatemala para desmantelar una red de traficantes, o “coyotes”, que según las autoridades ha realizado al menos 11 operaciones de envío de migrantes a Estados Unidos, lo cual les ha dejado al menos dos millones de dólares desde 2019.
Hasta el mediodía, las autoridades habían detenido a 19 supuestos traficantes, entre los cuales hay cuatro personas —incluido Alonzo— buscados en extradición por Estados Unidos por la muerte de una migrante guatemalteca en Texas en abril de 2021.
La policía también allanó 26 distintos inmuebles, incluida la finca de Alonzo, una propiedad de siete distintas casas, establos, una alberca y en donde localizaron camionetas último modelo y armas, a la que un equipo de The Associated Press tuvo acceso en medio de la operación.
“Este era un grupo organizado que se dedicaba a captar migrantes con el propósito de trasladarlos a México y luego a Estados Unidos”, dijo Stuardo Campo, jefe de la Fiscalía Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes de Guatemala.
El operativo ocurrió a poco más de un mes de que 53 personas murieran en San Antonio, Texas, luego de ser abandonadas dentro de un tráiler sin agua ni ventilación, un caso que volvió a mostrar la tragedia que enfrentan varios migrantes que huyen de la pobreza o la violencia de Centroamérica y México e intentan llegar a Estados Unidos en busca de una nueva vida.
La detención y extradición de presuntos traficantes de migrantes es rara y estos serían los primeros casos de “coyotes” arrestados en territorio guatemalteco que son perseguidos por la muerte de un migrante en Estados Unidos.
Custodiado por policías antes de trasladarlo ante un juez, Alonzo caminaba de un lado a otro y en algún momento ordenó en qʼanjobʼal, su idioma natal, que le dieran de comer a sus animales. “Prefiero que coman ellos”, repitió después en español.
En un momento, una periodista de AP alcanzó a preguntarle si era cierto que era un líder de traficantes de migrantes. “Yo no”, alcanzó a decir. “Yo siembro cebolla”, aseguró y poco después añadió que también compraba y vendía terrenos y vehículos. En la finca se veían camionetas, pero ningún sembradío de cebollas.
Los procesos contra los traficantes en Guatemala son complicados porque los migrantes casi nunca están dispuestos a identificar o testificar contra ellos. En algunos casos esperan tener otra oportunidad de emigrar a Estados Unidos con la ayuda de los mismos “coyotes” y, en otros, les tienen miedo por sus conexiones con el crimen organizado.
Campo dijo a AP que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos había apoyado el operativo.
Los cuatro detenidos que son buscados en extradición están ligados con la muerte de Marta Raymundo Corio, cuyo cuerpo fue localizado cerca de Odessa, en Texas, después de haber sido traficada a través de Mexico.
Campo dijo que la mujer murió en una bodega de Texas debido a la falta de comida y agua luego de haber realizado el viaje en condiciones precarias que también habían afectado su salud y que sus familiares habían pedido la ayuda de las autoridades para determinar qué sucedió.
“Nosotros aportamos la evidencia necesaria para que una corte de Texas solicitara las extradiciones. Será un tribunal en Guatemala el que decida la situación de los solicitados en extradición”, dijo Campo.
Los operativos fueron apoyados por la policía y el ejército, incluso con helicópteros. Campo dijo que en uno de los municipios donde se detuvo a otro de los presuntos “coyotes” la comunidad se aglomeró buscando liberarlo, pero fue sacado del área y llevado hacía la capital para que un juez determine su situación.
La operación contra los presuntos traficantes también ocurrió en medio de tensiones en la relación entre los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos, en particular debido a críticas de la administración de Joe Biden a lo que consideran un retroceso en el combate a la corrupción. estados Unidos ha sancionado a funcionarios guatemaltecos, incluida la fiscal general.
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