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Cardenal honra a conversa judía, narra su propia historia

ARCHIVO - El cardenal Michael Czerny posa para los fotógrafos tras su elevación al cardenalato
ARCHIVO - El cardenal Michael Czerny posa para los fotógrafos tras su elevación al cardenalato por el papa Francisco, Ciudad del Vaticano, 5 de octubre de 2019.
(Andrew Medichini / Associated Press)
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Un cardenal del Vaticano conmemoró el martes el 80mo aniversario de la muerte en la cámara de gas de Edith Stein, judía convertida al catolicismo, al oficiar una misa cerca del campo de exterminio de Auschwitz y relatar la historia del origen judío de su propia familia y su destino bajo los nazis.

Michael Czerny es uno de los cardenales más estrechamente asociados con el pontificado del papa Francisco. Jesuita que ofició en El Salvador, Czerny dirige la oficina del Vaticano responsable de las prioridades de Francisco: migración, ambiente, desarrollo y justicia social. Canadiense nacido en Chequia, Czerny viajó con el papa a Canadá en la que pidió perdón a los pueblos indígenas por el papel de la Iglesia Católica en la administración de las tristemente célebres escuelas de internados.

El martes, Czerny conmemoró el aniversario de la muerte de Stein en la cámara de gas de Auschwitz con una misa en un convento carmelita en Oswiecim, una ciudad polaca vecina ocupada por los nazis durante la guerra. En su homilía, relató la historia de Stein y cómo se cruzó con la suya y la de su familia, proveniente de Brno, en la entonces Checoslovaquia.

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Stein era una judía alemana nacida en 1891 en Breslau, ahora la ciudad polaca de Wroclaw, que se convirtió al catolicismo en 1922 y se hizo monja. Ingresó a la orden Carmelita en Colonia, Alemania, pero la transfirieron a Holanda en 1938. En 1942, cuando Hitler ordenó el arresto de los conversos, la enviaron a Auschwitz, donde murió el 9 de agosto de 1942. San Juan Pablo II la canonizó como mártir en 1998 y la designó santa patrona de Europa.

Czerny, de 76 años, dijo que él y Stein comparten el “origen judío, la fe católica y la vocación por la vida religiosa”, además de que Stein y la abuela materna de Czerny, Anna Hayek, tenían aproximadamente la misma edad y “tuvieron el mismo fin”.

“Al recordar a Edith y Anna junto con los otros seis millones, los lloramos y nos arrepentimos. Para no olvidar...”, dijo. “Por su intercesión, oramos por la paz en Ucrania y en todo el mundo”.

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