Mientras la guerra de Gaza continúa, las tensiones se disparan en la frontera de Israel con Líbano
TEL AVIV, Israel — Funcionarios israelíes intensificaron las amenazas contra el grupo miliciano libanés Hezbollah, y advirtieron que a Israel se le está agotando la paciencia mientras ambas partes siguen intercambiando disparos a lo largo de la inestable frontera del país con Líbano.
Benny Gantz, miembro del Gabinete de Guerra de Israel, advirtió el miércoles que, si la comunidad internacional y el gobierno libanés no frenan a Hezbollah, Israel lo hará. El jefe militar israelí, el teniente general Herzi Halevi, dijo que las fuerzas militares están en estado de máxima preparación y ha aprobado planes en caso de que decida abrir un segundo frente en el norte.
Los enfrentamientos en la frontera norte de Israel comenzaron luego de que Hezbollah comenzó a disparar cohetes poco después del asalto de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.
Si bien han sido una lucha de menor intensidad que la de Gaza, los combates simultáneos han causado destrucción, desplazamientos y muertes a ambos lados de la frontera, y han avivado los temores de que se pueda desatar una guerra más amplia en la región.
Este es un vistazo a la lucha entre Israel y Hezbollah:
¿EN QUÉ CONSISTE LA LUCHA?
Los combatientes de Hezbollah han estado atacando puestos y poblados israelíes a lo largo de la frontera, y el grupo ha lanzado cohetes y drones hacia objetivos israelíes. Tanques, artillería y aeronaves de Israel han estado impactando zonas en el lado libanés de la frontera. Los combates han sido breves en su mayoría, pero ocurren casi a diario.
Las fuerzas militares israelíes dicen que se han lanzado más de 1.700 cohetes desde Líbano a Israel, lo que ha causado la muerte de 15 israelíes, incluidos nueve soldados, y heridas a más de 150 personas.
Israel ha evacuado a unas 60.000 personas de más de 40 comunidades del norte del país, incluida la importante ciudad de Kiryat Shemona, que tiene 22.000 habitantes. Medios de comunicación israelíes han transmitido imágenes de casas destruidas y comunidades destrozadas, en las que soldados israelíes vigilan calles vacías.
En el lado libanés, unas 74.500 personas han tenido que desplazarse debido a los combates, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones.
Cerca de 160 personas han muerto por los ataques aéreos y los bombardeos israelíes en Líbano, de acuerdo con un conteo llevado por The Associated Press. La mayoría de esas personas eran combatientes de Hezbollah y grupos aliados, pero al menos 19 civiles también perdieron la vida, entre ellos periodistas y niños.
Grupos defensores de los derechos humanos y funcionarios locales también han acusado a Israel de impactar zonas en la frontera libanesa con proyectiles que contienen fósforo, una controversial munición incendiaria. Los ataques han quemado cientos de hectáreas de tierras de cultivo y bosques y han causado heridas a civiles. Israel señaló que todas sus acciones se apegan al derecho internacional.
¿POR QUÉ SE ESTÁN ENFRENTANDO?
Israel y Hezbollah —que es respaldado por Irán— son añejos enemigos acérrimos, desde la ocupación por parte de Israel de partes del sur de Líbano de 1982 al 2000.
Después de que los combatientes de Hezbollah emboscaron una patrulla israelí en 2006 y se llevaron a dos soldados israelíes como rehenes, las partes libraron una despiadada guerra de un mes que terminó en un impasse, pero luego de que los bombardeos israelíes dejaran una destrucción generalizada en el sur de Líbano y partes de Beirut.
La zona fronteriza había permanecido tranquila en gran medida desde aquella guerra, salvo por escaramuzas dispersas y tensiones esporádicas. Israel calcula que Hezbollah tiene unos 150.000 cohetes y misiles en su arsenal, muchos de los cuales pueden alcanzar prácticamente cualquier lugar de Israel, incluida la capital económica, Tel Aviv.
Hezbollah, por su parte, dice que el objetivo de sus ataques es disminuir la presión sobre la Franja de Gaza, donde Israel está llevando a cabo una ofensiva terrestre, aérea y marítima sin precedentes, con la que pretende erradicar a Hamás y rescatar a unas 129 personas que están cautivas en el territorio.
LA RELACIÓN CON IRÁN
Aunque no se han difundido pruebas de que Irán —el archienemigo de Israel— ordenó el asalto del 7 de octubre, sus huellas han estado visibles durante el conflicto subsecuente.
Además del respaldo de Irán a Hamás y Hezbollah, otros grupos que también cuentan con el apoyo de los iraníes en Yemen, Siria e Irak han perpetrado ataques contra Israel y sus aliados para mostrar su apoyo a Hamás.
En el mar Rojo, los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra embarcaciones que creen que están relacionadas con Israel han perturbado el comercio y provocaron el lanzamiento de un operativo naval multinacional encabezado por Estados Unidos para proteger las rutas de navegación.
Milicias respaldadas por Irán en Irak también han lanzado decenas de ataques contra bases que albergan a soldados estadounidenses en Irak y Siria, que han dicho son en represalia por el apoyo de Washington a Israel.
Y el lunes, medios de comunicación estatales iraníes culparon a Israel de un ataque contra un barrio de Damasco en el que murió un general iraní de alto rango.
Amos Harel, comentarista militar del diario Haaretz, escribió el miércoles que el asesinato del general era un mensaje a Irán de que no puede seguir disfrutando de inmunidad mientras sus representantes atacan a Israel.
“Nos acerca también a la posibilidad de una creciente intensificación contra Hezbollah, e incluso contra los iraníes, en el frente norte”, escribió.
¿CUÁL ES EL PAPEL DE HEZBOLLAH?
El dirigente de Hezbollah, Hassan Nasrallah, enfrenta un riesgoso acto de equilibrismo en su posición.
Unirse a Hamás supondría el riesgo de arrastrar consigo al Líbano —acosado por la calamidad económica y las tensiones políticas internas— a un conflicto que no puede permitirse, lo que alimentaría la oposición interna al grupo. El Banco Mundial ya ha dicho que es probable que los enfrentamientos perjudiquen la economía libanesa.
Líbano se encuentra en el cuarto año de una crisis económica paralizante y está amargamente dividido entre Hezbollah y sus aliados y opositores, lo que ha paralizado el sistema político.
Sin embargo, mantenerse totalmente al margen mientras las fuerzas israelíes atacan la Franja de Gaza podría comprometer la credibilidad de Hezbollah, y una derrota de Hamás sería un golpe para Irán.
Hezbollah ha sido cuidadoso en limitar sus ataques contra Israel, al tiempo que mantiene abierta la amenaza de que la guerra se amplíe.
“Si Israel va demasiado lejos, tomaremos el doble de represalias”, señaló el segundo al mando de Hezbollah, el jeque Naim Qassem, el jueves. “No le temeremos ni a las amenazas ni a las intimidaciones israelíes ni a las estadounidenses”.
¿UN NUEVO FRENTE PARA ISRAEL?
Mientras sus soldados están en la Franja de Gaza, Israel ha tratado de limitar su lucha en el norte. Las capacidades militares de Hezbollah son muy superiores a las de Hamás.
De todas formas, funcionarios israelíes advierten cada vez más que el país está preparado para expandir el conflicto y que Hezbollah debería estar preparado para pagar un precio por el daño que ha causado en los últimos tres meses.
Israel ya ha reforzado sus fuerzas en el norte y podría poner su mirada en Hezbollah una vez que reduzca o concluya la guerra en Gaza.
El principal aliado de Israel, Estados Unidos, que ha enviado refuerzos militares a la región, dice que prefiere una solución negociada a las crecientes tensiones antes que un segundo frente de guerra.
Israel también quiere que Hezbollah respete un acuerdo de alto el fuego de la ONU de 2006, el cual establece que la zona fronteriza del sur del Líbano debe estar “libre de todo personal armado, activos y armas” que no sean las fuerzas gubernamentales libanesas y las fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Según la resolución, Hezbollah no debe tener presencia militar en la región fronteriza.
Por su parte, Líbano sostiene que Israel viola la resolución con la entrada frecuente de su fuerza aérea en el espacio aéreo libanés y por su presencia en las granjas de Shebaa, una zona en disputa a lo largo de la frontera del país con las Alturas del Golán, territorios arrebatados por Israel a Siria en 1967.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, declaró el miércoles que Hezbollah debe respetar el alto el fuego de 2006. De lo contrario, advirtió, Nasrallah “debe entender que él es el siguiente”.
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