La influencia de Zapata en México se mantiene inalterable cien años después
Ayala (México) — La influencia de Emiliano Zapata, una de las figuras más importantes de la Revolución Mexicana, se mantiene inalterable cien años después de su muerte y desde hoy se fortalecerá mas con los homenajes que comienza el presidente Andrés Manuel López Obrador a favor del zapatismo.
La imagen del llamado “Caudillo del sur” es símbolo de la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia del campesinado y del pueblo mexicano.
Hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) retomó sus ideales hace 25 años.
”!Zapata vive! !La lucha sigue!”, “Si Zapata viviera, con nosotros estuviera!” son dos gritos que en toda manifestación o movilización social en México se repiten.
Desde la ciudad Ayala, en el estado Morelos, López Obrador firmó hoy en memoria de Zapata la declaratoria de homenaje al revolucionario que defendió los derechos de los campesinos y declaró el 2019 año del Caudillo del sur, Emiliano Zapata Salazar.
“Todo este año habrá un programa para recordar a Zapata y toda la papelería del Gobierno va a llevar su nombre y se va a recordar al ‘Caudillo del sur’. Su pensamiento y acción caló hondo y como se grita todavía ?Zapata vive!”, dijo López Obrador en el acto.
El mandatario recordó que Zapata, como muchos otros luchadores sociales, “son eternos”, porque en la distintas épocas de la historia de México han luchado y han ofrecido su vida por la justicia, la libertad y la democracia, como ocurrió con el revolucionario.
De familia campesina, Zapata lideró la revuelta durante la Revolución Mexicana (1910-1917) y de esa manera dio cauce al descontento social de sus pares en el central estado de Morelos, por las malas condiciones de vida que dio origen a la rebelión.
Zapata, quien dirigió al Ejército Libertador del Sur entre 1912 y 1919, nació el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco, en el estado de Morelos, y murió traicionado el 10 de abril de ese año en un hacienda en Chinameca, un poblado del municipio de Ayala, del mismo estado, unos 110 kilómetros al sur de la capital mexicana.
El caudillo se encargó de promulgar el Plan de Ayala, que suponían una reforma agraria radical, con su famosa frase: “La tierra es de quien la trabaja”, que se firmó el 28 de noviembre de 1911.
Tras ese acto, Zapata enarboló la bandera de “Tierra y Libertad”, creada por el anarquista mexicano Ricardo Flores Magón y que retomó el caudillo para liderar a los campesinos del sur.
Además, bajo ese plan, Zapata desconoció al Gobierno del presidente Francisco I. Madero, al acusarlo, precisamente, de traicionar las causas campesinas, único sector que se agrupó como clase social (campesinado).
Como un permanente homenaje a Zapata, López Obrador remarcó que el Gobierno mexicano dedicará este año a conmemorar el centenario de la muerte del revolucionario.
“Zapata inició el movimiento revolucionario, ayudó a los campesinos a rescatar las tierras que las haciendas le habían arrebatado. Esa fue una enseñanza mayor: no al abuso, no a la prepotencia, si a la justicia”, apuntó López Obrador, quien estuvo acompañado en la ceremonia por familiares de Zapata.
La Revolución Mexicana fue el movimiento que desterró del poder al dictador Porfirio Díaz (1877-1911) e impulsó la Constitución de 1917.
Su legado es uno de los que con mayor ahínco conserva el país; es habitual que en cada ciudad, las calles y avenidas más destacadas ostenten el nombre de héroes, fechas o lugares de la Revolución, como es el caso de Zapata.
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