Tres estudiantes representan a México en foro de energía limpia en Canadá

México —  Tres talentosos estudiantes mexicanos estuvieron a finales de mayo en el foro de líderes juveniles del CEM10 / MI-4 celebrado en Vancouver, Canadá, invitados a formar parte del cambio a nivel mundial hacia las energías renovables.

Fue la primera vez que este evento acogió a estudiantes -10 de Canadá y 50 extranjeros- para que convivieran con expertos en energías limpias, un acontecimiento importante para sumar a las nuevas generaciones en la lucha contra la crisis climática.

En entrevista con Efe, Diana Coronado, de tan solo 23 años y recién graduada en Ingeniería Química, relató una aventura que empezó cuando ella y sus compañeros, Alejandra Villegas y Enrique Castolo, se presentaron a una convocatoria impulsada por la asociación Student Energy.

Tras presentar un documento que exponía cómo veían “la proyección de la transición energética, tanto en México como a nivel mundial”, fueron seleccionados en marzo.

En mayo, ya estaban en un avión rumbo a Vancouver.

“Allí estuvimos en unas actividades en las cuales nos ponían retos. Por ejemplo, nos decían: ‘con esta problemática determinada en un país en vías de desarrollo, ?qué propondrían?’”, rememora.

También tuvieron tiempo para charlar con algunos de los mayores expertos en los retos de la descarbonización energética.

Coronado confiesa haberse sentido “un poco nerviosa” pero también impactada positivamente al sentirse parte del prestigioso foro.

Tras su experiencia, observa que los jóvenes están “siendo escuchados, pero aún no es suficiente”.

Pese a ello, se muestra obstinada en su responsabilidad de hacer algo para cambiar las cosas.

“Si el futuro de la transición energética va a ser para nosotros, obviamente tenemos que ser parte de ella”, argumenta.

Además de joven con una carrera prometedora, Coronado se siente orgullosa de ser mujer y avisa de que “viene un avance muy padre (fabuloso) en el empoderamiento del género femenino” en el ámbito de las energías limpias.

Actualmente, solo el 22 % de las personas que trabajan en este sector son mujeres.

Pero, de ese 22 %, un 35 % de las mujeres están en áreas administrativas y un 47 % en áreas económicas, según datos divulgados en el foro en el que participó.

El porcentaje restante de mujeres sí está involucrado de lleno en la parte técnico-científica de las energías renovables, y ahí es “donde está la oportunidad”, consideró.

Actualmente, la ingeniera está becada por Iberdrola México desde hace 9 meses, una compañía con la que comparte objetivos.

“Promueven los mismos compromisos que yo siento: que hay que ser más amigables con el medioambiente, que hay que llevar energía limpia, que hay que llegar a todos”, explica.

Sobre la transición energética, es consciente de que hay todavía mucha gente que no tiene acceso a la electricidad.

De acuerdo con cifras del Banco Mundial del 2016, el 87,4 % de la población en todo el mundo tiene electricidad, lo que llevaría al 12,6 % restante a carecer de ella.

El reto está entonces en realizar una “transición energética justa” en la que lo medioambiental y la demanda de energía estén equilibradas.

Preguntada por si quiere jugar un papel importante en este proceso, la joven asegura que sí pero puntualiza que se toma las cosas con calma.

Además, dice “tener grandes proyectos en mente” sin dejar de lado el seguir formándose académicamente.

Vencer la crisis climática que se avecina a raíz de las ingentes cantidades de CO2 que se emiten a la atmósfera parece complejo, pero confía en que “sí se puede”.

“Quizás no en el tiempo que marca la Agenda 2030”, pero se puede lograr si se invierte la suficiente “tecnología y dinero” en solventar el problema.

Con respecto a México, ve al país menos avanzado en tecnología, en estado prematuro todavía ante el cambio energético, pero confía en que se van a hacer las cosas bien.

Para ella, crear políticas públicas y generar conciencia en la sociedad es la prioridad ahora mismo.

Desde muy joven, Coronado se sintió atraída por los temas energéticos, y especialmente fascinada por la energía nuclear, una afirmación que, dice entre risas, puede resultar polémica ahora que vuelve a estar en boca de todos la catástrofe nuclear de Chernobyl de 1986 a raíz del éxito de una serie de televisión.

“Pero ?hace cuántos años fue?, ?cuánto hemos avanzado tecnológicamente?” Pero, claro, siempre va a existir el miedo, sobre todo a lo desconocido”, concluyó.